Entre las innumerables formas de crear sonidos mediante síntesis, la síntesis aditiva y la sustractiva son dos de los cuatro pilares principales, junto con la síntesis FM y la síntesis por tabla de ondas.
Comprender los fundamentos de cada método puede ayudarte a sentar las bases de una conexión más profunda con tu música y tus sintetizadores (tanto de software como de hardware), permitiéndote articular con precisión lo que oyes en el oído de tu mente.
En esta guía profundizaremos en la síntesis aditiva y sustractiva, para que puedas empezar a utilizar estas técnicas para dar forma a tus sonidos y abrir nuevas puertas a la expresión creativa.
¿Qué es la síntesis aditiva?
Me gusta pensar que la síntesis aditiva es como pintar con un lienzo en blanco. Para conseguir el sonido deseado, hay que añadir meticulosamente una pincelada cada vez. En este caso, esas pinceladas son armónicos. Este método se basa en el principio de que cualquier sonido complejo puede descomponerse en sus componentes fundamentales, que son ondas sinusoidales puras con distintas frecuencias, amplitudes y fases.
La síntesis aditiva funciona construyendo el sonido desde cero, lo que proporciona un grado bastante alto de control y precisión.
Por supuesto, puede que estés pensando,
¿Qué son los armónicos?
En su definición más simple, los armónicos son esencialmente las múltiples frecuencias que componen un sonido. Cada armónico es un tono puro o una onda sinusoidal que contribuye al timbre y al carácter general del sonido. El primer armónico, o frecuencia fundamental, determina el tono que percibimos, mientras que los armónicos siguientes (sobretonos) añaden textura, riqueza y color.
En la síntesis aditiva, los armónicos son los pequeños componentes que podemos esculpir y manipular para crear sonidos únicos.
El proceso comienza con el silencio. A partir de ahí, podemos añadir armónicos de forma selectiva y ajustar sus frecuencias, amplitudes y fases para crear el sonido deseado. Sin embargo, el único inconveniente de la meticulosidad de la síntesis aditiva es que puede consumir mucha CPU y ser muy exigente en cuanto a nuestra comprensión de la estructura del sonido.
Historia de la síntesis aditiva
La historia de la síntesis aditiva se remonta a uno de los instrumentos musicales más antiguos y majestuosos de la humanidad: el órgano de tubos de iglesia. Este gran instrumento encarnó los principios de la síntesis aditiva mucho antes de que se acuñara el término, ya que combinaba diferentes tubos, cada uno de los cuales producía un único tono, para crear un sonido más completo y complejo.
Tirando de varios registros, los organistas podían superponer estos tonos, controlando la mezcla de armónicos en tiempo real, un proceso muy similar a la síntesis aditiva moderna.
Este concepto de construcción de sonidos a partir de componentes individuales se revolucionó y se hizo más accesible con la llegada del órgano Hammond en la década de 1930. El Hammond se diferenciaba del órgano de tubos tradicional en varios aspectos, sobre todo en la forma de generar el sonido. En lugar de basarse en el paso del aire a través de los tubos, utilizaba ruedas de tono para crear sus oscilaciones, lo que producía un tono más rico y complejo. El Hammond también introdujo barras de tiro, de modo que los músicos podían manipular su sonido de un modo que recordaba a lo que sería la síntesis aditiva, aunque con un conjunto fijo de opciones armónicas en lugar de infinitas posibilidades.
El salto a la verdadera síntesis aditiva en los instrumentos electrónicos lo marcó la introducción del Kawai K5 a finales de la década de 1980. El K5 fue uno de los primeros sintetizadores digitales en utilizar la síntesis aditiva como método central de generación de sonido. A diferencia de sus predecesores, el K5 permitía a los usuarios manipular armónicos individuales directamente, ofreciendo un nivel de control sin precedentes.
Con este sintetizador, se podían esculpir sonidos ajustando la amplitud, la frecuencia y la fase de hasta 128 armónicos en tiempo real, lo que allanó el camino para el diseño de sonido intrincado y detallado que define la síntesis aditiva por software actual.
Síntesis aditiva en la era digital
La síntesis aditiva ha experimentado una seria transformación en el oído digital, en gran parte impulsada por la pura potencia informática. Hoy en día, puedes encontrar un sinfín de sintetizadores de software que aprovechan la potencia y las posibilidades de la síntesis aditiva. He aquí algunos de mis favoritos:
Logic Pro - Alquimia
Alchemy fue en su día un sintetizador independiente, pero Apple acabó integrándolo en Apple Logic Pro. Este sintetizador incorpora un robusto motor aditivo con una mezcla de muestreo y síntesis. Es especialmente potente para el morphing entre sonidos.
Además de sus capacidades de síntesis espectral y aditiva, encontrarás una enorme biblioteca de fuentes y efectos, lo que la convierte en una herramienta versátil para crear exuberantes pads y leads dinámicos.
Línea de imagen - Harmor
Harmor adopta un enfoque integral del diseño de sonido, exactamente igual al que cabría esperar de Image-Line. Lleva la síntesis aditiva al siguiente nivel integrando la síntesis de imagen, con la que puede transformar literalmente imágenes en sonido, ofreciendo un puente único entre los medios visuales y auditivos.
Las funciones de resíntesis también permiten manipular sonidos existentes a nivel armónico, lo que la convierte en una potente herramienta tanto para crear nuevos sonidos como para transformar audio muestreado.
Native Instruments - Navaja
Razor es uno de mis sintetizadores aditivos favoritos. Se ha hecho un hueco en el mercado de los sintetizadores digitales gracias a su diseño vanguardista y ultramoderno. Fabricado pensando en el productor de hoy en día, ofrece sonidos nítidos, ricos e inmensamente detallados.
La interfaz también es magnífica y proporciona un montón de información visual que hace que el intrincado proceso de dar forma a los armónicos sea intuitivo y atractivo. De hecho, una de las principales características de Razor que más me gustan es su capacidad para manipular el sonido en un entorno visualmente envolvente. Además, con una gama dinámica de filtros, efectos y moduladores, puedes crear desde bajos agresivos al estilo Hans Zimmer hasta pads flotantes y etéreos. Puede que sea uno de los sintetizadores más versátiles del mercado actual.
¿Qué es la síntesis sustractiva?
Alejándonos del rico y estratificado mundo de la síntesis de sonido aditiva, nos encontramos en el sagrado reino de la síntesis sustractiva, un lenguaje de sintetizadores que ha dado forma a los sonidos de innumerables discos.
Mientras que la síntesis aditiva crea sonidos mediante la superposición de armónicos, la síntesis sustractiva adopta el enfoque opuesto.
Empieza con una forma de onda rica en armónicos, como una onda cuadrada, de diente de sierra o de pulso, y esculpe frecuencias utilizando filtros, LFO y generadores de envolvente para dar forma y moldear el sonido. Piénsalo como esculpir mármol, retirando material para revelar la forma interior.
La síntesis sustractiva puede adoptar muchas formas, aunque durante mucho tiempo ha sido célebre por los sonidos cálidos y resonantes que produce. Un ejemplo por excelencia de la síntesis sustractiva en acción es el icónico tema "Jump" de Van Halen. La memorable línea de sintetizador principal de la canción se tocó con un Oberheim OB-Xa, que posiblemente se convirtió en uno de los sintetizadores de hardware más populares de todos los tiempos.
Historia de la síntesis sustractiva
La síntesis sustractiva se remonta a los primeros experimentos con instrumentos electrónicos.
Sin embargo, la aparición de los sintetizadores analógicos sustractivos se atribuye a menudo al trabajo pionero de Robert Moog y Donald Buchla en la década de 1960. Moog, en particular, desempeñó un papel crucial con la introducción del sintetizador Moog, que se convirtió en sinónimo de síntesis sustractiva.
Este instrumento contaba con osciladores que generaban sonidos ricos y crudos, que luego podían esculpirse en una amplia gama de tonos distinguidos utilizando filtros, envolventes y moduladores. En muchos sentidos, fue el sintetizador de Moog el que llevó la síntesis sustractiva a la vanguardia de la música.
De hecho, una de las primeras y más influyentes composiciones en las que se utilizó la síntesis sustractiva fue "Switched-On Bach", de Wendy Carlos, en 1968. Este innovador álbum reimaginó las composiciones de Bach utilizando sintetizadores Moog y demostró el potencial musical de los instrumentos electrónicos, consolidándolos como herramientas serias para la producción musical moderna.
Aunque Robert Moog suele ser conocido por popularizar la síntesis sustractiva, las contribuciones de Donald Buchla fueron igualmente pioneras, aunque con una filosofía diferente. Buchla trabajaba en la costa oeste de Estados Unidos más o menos al mismo tiempo que Moog, cuando presentó el Buchla Box, un instrumento que hacía hincapié en los sonidos experimentales y la modulación compleja frente a la interfaz de teclado tradicional preferida por Moog.
La forma en que Buchla abordó la síntesis y el diseño de instrumentos ejerció una gran influencia en los ámbitos de la vanguardia y la música electrónica. Buchla siguió ampliando las fronteras de la música electrónica, aunque su obra es quizá menos popular que la de Moog.
A medida que avanzaba la tecnología, la síntesis sustractiva evolucionó con la introducción de los sintetizadores polifónicos a finales de la década de 1970 y los sintetizadores digitales en la década de 1980. Estos avances ampliaron las posibilidades de la síntesis sustractiva, ofreciendo formas de onda y opciones de diseño de sonido más complejas. Además, facilitaron su integración en casi todos los géneros, desde el rock al pop, pasando por el hip-hop.
¿Cómo funciona la síntesis sustractiva?
La síntesis sustractiva es única porque comienza generando una forma de onda rica y compleja, normalmente producida por un oscilador. Esta forma de onda, a menudo diente de sierra, cuadrada o de pulso, contiene un amplio espectro de armónicos.
Los usuarios pueden tomar ese sonido en bruto y convertirlo en algo musicalmente agradable o interesante sustrayendo determinadas fre cuencias. La principal herramienta para esta tarea es el filtro, que elimina frecuencias del sonido de forma selectiva. Los filtros de paso bajo, que dejan pasar las frecuencias por debajo de un determinado punto de corte mientras atenúan las frecuencias más altas, son especialmente comunes en la síntesis sustractiva. Los filtros de paso alto y paso banda desempeñan funciones similares, aunque se dirigen a distintas partes del espectro de frecuencias.
Otros controles clave en la síntesis sustractiva son los generadores de envolvente, que modelan la amplitud del sonido a lo largo del tiempo, definiendo cómo evoluciona desde el momento en que se toca una nota hasta que se desvanece. Las envolventes suelen tener cuatro etapas: ataque, decaimiento, sostenido y liberación (ADSR), lo que permite a los usuarios darles forma de múltiples maneras.
Los osciladores de baja frecuencia (LFO ) también ofrecen capacidades de modulación, añadiendo movimiento al sonido a medida que el músico modula diversos parámetros, como el tono, el corte del filtro o la amplitud, a baja frecuencia.
Una de las razones por las que prefiero la síntesis sustractiva a la aditiva es que con los sintetizadores sustractivos se suele obtener una respuesta más intuitiva e inmediata. Dar forma al sonido eliminando frecuencias es un enfoque muy práctico, y conseguir sonidos cálidos y ricos que encajen bien en una mezcla puede hacerse rápidamente, sobre todo para bajos, leads y pads.
Además, tanto los sintetizadores sustractivos de hardware como los de software suelen tener interfaces fáciles de usar que fomentan la experimentación, lo que facilita mucho las cosas a los principiantes que simplemente intentan comprender los fundamentos de la síntesis.
Síntesis sustractiva en la era digital
Aunque los sintetizadores sustractivos de hardware vuelven a estar de moda, hacerse con esos mandos y faders táctiles puede resultar caro. Por suerte, puedes ahorrarte algo de dinero y conseguir un sonido muy fiel al analógico con muchos de los sintetizadores sustractivos de software que existen.
Y lo que es mejor, muchos sintetizadores por software sustractivos superan a sus homólogos de hardware en términos de flexibilidad, lo que los convierte en ideales para diseñadores de sonido y para aquellos a los que les gusta experimentar. Veamos algunas de las mejores opciones.
Xfer Records - Suero
Serum ha sido durante mucho tiempo uno de los mejores sintetizadores de software que existen. No sólo tiene algunos de los osciladores más limpios y flexibles de cualquier sintetizador VST que se me ocurra, sino que también ofrece infinitas opciones de modulación y una interfaz visual intuitiva que desmitifica los complejos procesos de diseño de sonido.
Lo que diferencia a Serum es su capacidad de síntesis de tabla de ondas. Puede cambiar sin problemas entre una amplia gama de formas de onda, no sólo las clásicas ondas diente de sierra, cuadradas o sinusoidales típicas de la síntesis sustractiva. Esta flexibilidad, combinada con una potente sección de filtro dual que puede procesar sonidos en serie o en paralelo, le permite generar sonidos que van desde sutiles pads hasta bajos ondulantes y mucho más.
La asignación de modulación mediante arrastrar y soltar simplifica aún más el proceso, mientras que la visualización de la forma de onda en tiempo real proporciona información visual inmediata. En muchos sentidos, ¡también es una herramienta educativa! Como guinda del pastel, dispones de un rack de efectos de alta calidad, que incluye reverberación, retardo y distorsión, lo que te proporciona todas las herramientas que necesitas para dar los toques finales a cualquier sonido.
Native Instruments - Massive X
Massive X es un peso pesado en la categoría de síntesis sustractiva, y se ha ganado su reputación a lo largo de los años con su característico sonido "gordo" y sus amplias capacidades de modulación. La primera iteración de Massive fue responsable en solitario de algunos de los mayores éxitos EDM de principios de la década de 2000.
Native Instruments diseñó Massive centrándose en la producción de bajos ricos y profundos y leads elevados, muchos de los cuales se han convertido en elementos básicos de la música electrónica. Su enfoque único para el enrutamiento y la modulación, donde prácticamente cualquier parámetro puede ser modulado de una manera de arrastrar y soltar, ofrece una libertad creativa sin precedentes.
Con los intérpretes y las fuentes de modulación por pasos, puedes transformar sonidos estáticos en texturas rítmicas en evolución. Además, la sección de osciladores del sintetizador es capaz de producir tanto formas de onda analógicas clásicas como intrincados timbres digitales, así que no importa qué tipo de sonidos musicales busques, Massive puede hacerlo. Es la elección perfecta para cualquiera que haga música electrónica.
LennarDigital - Sylenth1
Sylenth1 puede parecer un poco anticuado para algunos, aunque en términos de estatus legendario de sintetizador de software, merece todo el amor que pueda recibir.
Tiene un sonido digital muy claro y un sinfín de patches y preajustes con los que puedes conseguir casi cualquier tono que se te ocurra. Aun así, emula a la perfección las sutiles imperfecciones de los osciladores y filtros de hardware, lo que le confiere una calidad realista.
La arquitectura de Sylenth1 cuenta con cuatro osciladores, dos secciones de filtro y una gran variedad de opciones de modulación, lo que permite una amplia gama de sonidos. Con una interfaz de usuario racionalizada y centrada, es tan accesible para principiantes como apasionante para expertos.
Reflexiones finales
La mayoría de los usuarios de sintetizadores que conozco no tienen una preferencia clara entre la síntesis aditiva y la sustractiva, ya que ambas son útiles en determinadas situaciones. Te recomiendo que pruebes algunas de las opciones VST anteriores y experimentes para descubrir cuál es la que más te conviene.