Cómo masterizar música para vinilo

Cómo masterizar música para vinilo Cómo masterizar música para vinilo

Hay una razón por la que los artistas siguen grabando discos en un mundo en el que prima lo digital. El vinilo es un soporte físico. Es permanente. Y te obliga a escuchar la música como nunca lo hace el streaming. A diferencia de un archivo digital que suena igual en auriculares o altavoces Bluetooth, el vinilo responde a los surcos, el peso e incluso la geometría de la mezcla. Por eso, una canción masterizada para Spotify puede desmoronarse al transferirla a la cera.

Solo desde 2016, las ventas de discos de vinilo han aumentado en más de 16 millones de dólares, y siguen subiendo, con millones de nuevas prensas enviadas cada año. Pero este resurgimiento viene acompañado de una nueva oleada de artistas que no saben lo que hacen y cometen costosos errores de masterización, como enviar masters digitales demasiado comprimidos y estereofónicos a las plantas de prensado. El vinilo no es plug-and-play. Exige un enfoque diferente por parte del ingeniero de masterización, que respete las limitaciones físicas del formato y su potencial sonoro.

En esta guía te explicamos exactamente cómo masterizar tu música para vinilo. Desde la preparación del tipo de mezcla adecuado hasta el ajuste de la ecualización y la dinámica, pasando por el trabajo con los ingenieros de corte y la secuenciación de las pistas según su longitud lateral. DJ, ¡hazlo girar!

¿En qué se diferencia el vinilo de los formatos digitales?

En primer lugar, es importante reconocer que el vinilo es un formato mecánico, lo que significa que el audio no es una matriz de 1s y 0s. Es un movimiento físico real. Los surcos se graban en un disco con una aguja que registra físicamente cada detalle. Aquí es donde se produce la magia, pero también donde empiezan los problemas si el máster de vinilo no está diseñado para ello.

La respuesta en frecuencia tiene límites

El audio digital puede reproducir una amplia gama de frecuencias con precisión quirúrgica. En cambio, el vinilo tiene sus limitaciones. Todo lo que esté por debajo de 150 Hz debe sumarse en mono. Si los graves son demasiado amplios o están demasiado separados en estéreo, la aguja puede saltar o distorsionar. Del mismo modo, las frecuencias altas, especialmente los hi-hats agresivos o las voces sibilantes, pueden resultar ásperas o quebradizas en vinilo si no se controlan adecuadamente.

Espaciado entre surcos y dinámica

En el vinilo, las secciones ruidosas requieren surcos más anchos, mientras que las más silenciosas ocupan menos espacio. Esto significa que cuanto más alto sea el master, menos tiempo de reproducción tendrás por cara. Un máster de vinilo caliente puede obligarte a acortar la lista de canciones o a aceptar la distorsión del surco interior. A diferencia de las plataformas digitales, en las que puedes poner un limitador a todo volumen, el vinilo premia los matices dinámicos. Si comprimes en exceso, corres el riesgo de obtener un corte plano y sin vida. O peor aún, distorsión cerca del centro del disco.

Imágenes estereoscópicas y problemas de fase

Al vinilo no le gustan las extensiones estéreo demasiado amplias ni el material fuera de fase. Elementos como las colas de reverberación panorámicas o los sintetizadores muy a la izquierda pueden introducir problemas de seguimiento o provocar una reproducción desigual. La mayoría de los ingenieros de masterización realizan comprobaciones de coherencia de fase antes de masterizar un vinilo precisamente por este motivo.

En resumidas cuentas, masterizar para vinilo significa trabajar con las reglas del formato en lugar de luchar contra ellas.

Cómo preparar la mezcla para masterizarla en vinilo

Antes de pasar al master de vinilo, la mezcla debe estar lista para vinilo. Para ello, hay que evitar los problemas de reproducción que a menudo pasan desapercibidos a los productores que prefieren la tecnología digital. Si la mezcla no está optimizada, ni siquiera el mejor ingeniero de masterización o el mejor software pueden hacer mucho.

Comience con la compatibilidad mono

Como hemos dicho, el vinilo no maneja bien los graves amplios y estéreo. Comprueba siempre la compatibilidad mono, especialmente para el bajo y el bombo. Por debajo de unos 150 Hz, todo debe estar centrado. Si tu subwoofer se inclina a la izquierda o a la derecha, causará problemas de seguimiento o incluso podría saltar en un giradiscos.

Reforzar el extremo inferior

Es fundamental mezclar bien los graves. Evita el exceso de subgraves o graves, ya que no se traducen bien y pueden ocupar espacio en el surco. Los filtros de paso alto en instrumentos que no sean de bajo (e incluso los retornos de reverberación) pueden ayudar a mantener la mezcla centrada y adaptada al vinilo.

Domar la sibilancia

Los cantantes con eses agudas o los platillos con toneladas de información en el rango de 5-10 kHz pueden sonar suaves digitalmente pero volverse quebradizos o distorsionados en vinilo. Un de-esser bien colocado puede marcar la diferencia entre la calidez y la mueca de dolor en un máster de vinilo.

Deje espacio para respirar

No aplastes la mezcla. Los ingenieros de masterización de vinilos prefieren pistas con picos de -6 dBFS y una dinámica saludable. La limitación excesiva o la hipercompresión pueden aplanar literalmente el surco. Deja que tu mezcla respire para poder cortarla con más delicadeza.

No olvide los fundidos y la secuenciación

El vinilo es un formato lineal, y el orden de las pistas importa, sobre todo porque los surcos interiores tienen menos fidelidad que los exteriores. Evita colocar canciones brillantes y con mucho volumen al final de cada cara. Los fundidos suaves también ayudan a evitar chasquidos o distorsiones en el punto de elevación de la aguja.

Consulte cuando pueda

Si trabajas en un género con una larga historia en el vinilo, como el hip hop, el jazz o la electrónica, escucha álbumes similares grabados en vinilo. Escuchar cómo otros dieron forma a sus mezclas puede ayudarte a evitar errores de novato.

CONSEJO PROFESIONAL: Pide a tu ingeniero de vinilo un corte de prueba si no estás seguro. Es una pequeña inversión que puede salvar una cara entera de tu disco.

EQ de masterización y ajustes tonales específicos para vinilos

Cuando masterizamos para vinilo, lo principal en lo que tenemos que pensar es en la traducción. Esto significa elegir cuidadosamente el ecualizador para que la música suene completa, clara y sin distorsiones en el giradiscos.

Reforzar las frecuencias bajas

Aunque los graves de tu mezcla estén centrados, hay que esculpirlos. Cuando masterizo, suelo aplicar un filtro de paso alto, a veces de hasta 30 Hz, para eliminar los ruidos inaudibles que pueden hacer que la aguja salte o distorsione. Sé quirúrgico. No hace falta que destripes el golpe. Basta con limpiar el barro.

Asegúrate de que los monitores de estudio o los auriculares con los que escuchas están preparados para reproducir frecuencias bajas, ya que no puedes ajustar lo que no oyes.

La magia está en el rango medio

¡Saludos a Colt Capperrune!

Los medios son la parte de la mezcla que a menudo se subestima. La gente se concentra tanto en conseguir graves contundentes para los subwoofers de sus coches o voces nítidas y de gama alta, que a menudo olvida que la mayor parte de la magia de cualquier pieza musical reside en el centro.

Esto no podría ser más cierto en un disco de vinilo.

Un master de vinilo acentúa de forma natural el rango medio. Utilízalo a tu favor conservando la calidez y la claridad vocal en esta zona (normalmente de 250 Hz a 4 kHz). Aquí es donde reside la mayor parte de la información musical y donde los oyentes juzgarán la calidad de la grabación.

Controle sus frecuencias altas

Hay pocas cosas auditivas en la vida tan molestas como escuchar un disco de vinilo con demasiados agudos. Cada vez que se oye una "S" fuerte, se produce un sonido áspero, como de ruido blanco, que puede hacer que incluso las mejores canciones sean un suplicio.

Te recomiendo que pruebes un ecualizador de shelving suave para eliminar suavemente cualquier elemento quebradizo. Los de-essers también pueden ayudar a mantener los platillos y las voces suaves.

Utiliza el ecualizador de inclinación para conseguir un equilibrio natural

Me complace dejar constancia de que el ecualizador basculante no se utiliza tanto como debería. Es una de las herramientas de mezcla más sencillas y eficaces, pero nos encanta atascarnos con estilos de procesado más complicados.

Un truco para vinilos es aplicar un ecualizador ligeramente inclinado para potenciar los graves y reducir sutilmente los agudos, o viceversa. Es una forma elegante de desplazar el centro tonal de tu master de vinilo sin realizar cortes ni aumentos drásticos.

Incluso una sutil inclinación hacia abajo en el extremo inferior (tan pequeña como +1dB a 100Hz y -1dB a 10kHz) puede calentar una mezcla brillante para un máster de vinilo más analógico.

Cuidado con la amplitud estéreo en los agudos

En la música moderna nos encanta un master estéreo ultraamplio. A quién no le gusta sentir enormes pilas de voces pop envolviéndole?

Pues un master de vinilo no. Los agudos amplios y fásicos pueden traerte problemas, así que mantén la imagen estéreo por debajo de 150 Hz y no te excedas por encima de 10 kHz. Si tienes la tentación de utilizar potenciadores estéreo en los hi-hats o reverbs, sé sutil. Contrae un poco los agudos si es necesario.

Compresión y limitación para vinilo

Cuando se trata de vinilos, más alto no significa mejor. Comprimir en exceso la mezcla puede ser contraproducente, por eso debemos ir sobre seguro con el procesamiento dinámico.

Preservar la dinámica del surco

El rango dinámico es fundamental para un buen corte de vinilo. Un volumen excesivo dificulta el corte limpio de los surcos y el seguimiento de la aguja. Si se deja que la pista respire de forma natural, la reproducción será más limpia y musical. Intenta mantener intacto el contraste entre las secciones suaves y fuertes.

Comprimir por tono, no por volumen

Este es un buen consejo que puedes llevarte en tu viaje como ingeniero de mezclas o de masterización en general.

La compresión no siempre tiene por qué ser sonora. A menudo, la sonoridad puede venir de una automatización adecuada. En general, me gusta utilizar la compresión de forma sutil para controlar los picos y mejorar el tono, no para uniformizar la mezcla. Opta por tiempos de ataque más lentos para que los transitorios salten y ajustes de liberación más rápidos para mantener la pegada. La compresión multibanda puede ayudar a domar rangos específicos (como un bajo retumbante o una voz nasal), pero no te excedas.

Sáltate el limitador de ladrillos

Por el amor de todo lo que es sagrado en este mundo, ¡no pongas límites cuando masterices para vinilo!

La limitación Brickwall puede ser estándar para los masters digitales, pero para el vinilo puede introducir distorsión, aplanar los transitorios y reducir la profundidad del surco. En su lugar, utiliza una limitación de picos suave y detente muy por debajo de 0 dBFS. La mayoría de los ingenieros recomiendan dejar alrededor de -6 dBFS de margen para que el ingeniero de masterización de vinilo pueda trabajar.

Objetivos LUFS para el vinilo

A diferencia del streaming, no existe un estándar de normalización para el vinilo. Pero un buen objetivo es de -16 a -14 LUFS integrados, dependiendo del estilo y la complejidad de tu mezcla. Los masters más altos pueden sacrificar calidad por volumen y acortar la longitud lateral potencial.

Consideraciones sobre la secuencia y la longitud de las caras

El vinilo no es ilimitado. Cada cara de un disco tiene unos límites físicos que afectan directamente al sonido de la música. Sobrepasar esos límites, ya sea con demasiados minutos o con masters demasiado altos, puede comprometer la calidad de la reproducción.

Duración ideal del lado: 18-22 minutos

La mayoría de los LP de 12" suenan mejor cuando cada cara dura entre 14 y 22 minutos. Si se alarga, los surcos se estrechan, lo que reduce el volumen y aumenta el riesgo de distorsión, sobre todo en los surcos interiores. Las caras más cortas pueden tener más volumen, pero no justifican el coste de fabricación, a menos que se busque una experiencia exclusiva.

Existe un equilibrio entre la longitud de la raya lateral y el volumen que puede alcanzar. Si quieres un corte con garra y mucha energía, tendrás que acortar el lado. Los laterales más largos obligan al ingeniero de corte a bajar el volumen y comprimir más el material, lo que puede embotar los transitorios y aplanar la dinámica.

Guarde lo más suave para el centro

La calidad del sonido disminuye a medida que la aguja se desplaza hacia el centro del disco. Esto se debe a que los surcos interiores son más cortos y contienen más información por pulgada. El resultado es menos detalle en las altas frecuencias y más posibilidades de distorsión.

Consejo profesional: Coloca las pistas más silenciosas y menos densas cerca del final de cada cara para preservar la fidelidad.

Silencios, fugas y transiciones

Por último, no te olvides de tener en cuenta los silencios de la introducción y la conclusión, sobre todo si estás secuenciando para conseguir un efecto dramático. El vinilo también requiere un surco de salida corto para ayudar a la aguja a salir con seguridad, otra razón para no apilar los lados.

Recortes de prueba y lacas de referencia

Antes de que tu música se imprima en cientos o miles de discos, un corte de prueba (o lacado de referencia) te da una primera idea de cómo se traduce tu máster al vinilo. Piense en ello como un ensayo general para su máster de vinilo antes de pagar por todo el proceso de fabricación del vinilo.

Qué hay que tener en cuenta durante el proceso inicial de corte del vinilo

Durante la reproducción, presta atención a:

  • Distorsión interna del surco: agudos ásperos o chisporroteo cerca del final de un lado
  • Sibilancia: eses o hi-hats demasiado agudos alrededor de 5-10kHz
  • Recorte o rotura: indica que el corte se ha presionado demasiado.

También hay que prestar atención a cualquier ruido superficial o desequilibrio de canales, ya que podrían deberse a problemas con el máster de vinilo, el proceso de corte del vinilo o incluso la configuración de reproducción del vinilo.

La mayoría de los proyectos necesitan una o dos rondas de revisiones, sobre todo si trabajas en estrecha colaboración con el ingeniero de corte. Una comunicación clara y unas mezclas limpias reducen las idas y venidas. Una vez aprobada, la laca se convierte en el máster de vinilo que se utiliza para crear el estampador metálico para el prensado.

Entrega del máster de vinilo

Una vez que la mezcla está lista y el ingeniero le ha dado forma para el vinilo, es hora de preparar los archivos para el torno de corte. A diferencia de los lanzamientos digitales, la masterización para vinilo requiere algunos pasos técnicos y de formato específicos para evitar sorpresas en el futuro.

Especificaciones de archivos para corte de vinilo

Para obtener la máxima fidelidad, el máster de vinilo debe entregarse en formato WAV de 24 bits / 96 kHz. Evite aplicar cualquier conversión de frecuencia de muestreo o dither a menos que su ingeniero de corte lo solicite. La mayoría de los ingenieros prefieren un archivo WAV por cara, claramente etiquetado como "Cara A" y "Cara B".

Secuencia y fundidos

Incluya una hoja PQ (también llamada hoja de cronometraje de la pista) que describa:

  • Nombres y orden de las pistas
  • Horas de inicio de cada pista
  • Duración de los silencios entre pistas
  • Dónde deben empezar y terminar los fundidos (si procede)

No incluyas fundidos digitales en los archivos de audio a menos que te lo pidan expresamente. A menudo, los ingenieros prefieren aplicar fundidos manualmente durante el corte para que coincidan con el espaciado de los surcos y el flujo musical.

Etiquete todo con claridad

Cada expediente debe estar claramente marcado con:

  • Nombre del artista/proyecto
  • Lado ID (A/B/C/D)
  • Orden de seguimiento
  • Tiempo total de ejecución

La ambigüedad aquí puede retrasar su prensado.

Comunicación con el ingeniero de corte de vinilo

Un master de vinilo con buen sonido no sólo se consigue con mezclas limpias. También es el resultado de una comunicación clara y abierta con el ingeniero de grabación. Cuanto más contexto les des, mejor podrán dar forma a tu disco para una reproducción óptima, y menos tendrás que preocuparte por pasar por numerosas sesiones de corte de vinilo.

Qué compartir

Especifica el género y el ambiente que quieres transmitir. Comparte álbumes de referencia si tienes un objetivo sonoro concreto. Señala también cualquier momento que pueda hacer saltar las alarmas, como un pico de sintetizador agudo, una caída de bajo densa o un outro largo y silencioso.

Ejemplo: "La pista 3 tiene una voz agresiva en 2:10 que me encantaría mantener intacta. Avísame si causa sibilancia".

Preguntas que merece la pena hacerse

  • "¿Aplicarás ecualizador o compresión durante el corte?" Algunos ingenieros hacen un ligero moldeado tonal para adaptarse al medio. Otros prefieren que tú te encargues de todo de antemano.
  • "¿Recomienda un corte de prueba?" No siempre es necesario, pero puede detectar problemas a tiempo.
  • "¿Debo proporcionar un máster listo para vinilo o lo prepararéis a partir de la versión digital?". Confirma siempre quién se encarga de los ajustes finales.

Un poco de claridad por adelantado puede evitar errores costosos y garantizar que el primer corte de prueba ya suene parecido al definitivo.

Consideraciones sobre la planta de prensado

Una vez aprobada la laca, la imprenta se hace cargo. Lo importante aquí es encontrar una instalación que tenga experiencia en el corte a partir de masters de vinilo, no solo de archivos digitales.

Antes de enviar nada, pídales que le recomienden el formato preferido para el máster de vinilo, el rango de sonoridad y la separación entre surcos. Estas recomendaciones pueden variar ligeramente en función del fabricante, por lo que alinearlas con antelación evita problemas posteriores.

También te tomarás este tiempo para elegir entre vinilo negro o de color. Soy un gran fan del vinilo de color, aunque, si bien tiene un aspecto atractivo, suele introducir más ruido superficial. El vinilo negro utiliza negro de humo, que refuerza el material y mejora la consistencia de la reproducción. Si la fidelidad es su máxima prioridad, opte por el negro.

A partir de ahí, consigue prensajes de prueba para tus discos de vinilo. Las prensas de prueba son la última oportunidad para detectar defectos físicos o problemas de sonido. La mayoría de los ingenieros recomiendan encargar al menos cinco copias para comprobar la coherencia de las distintas tiradas.

Por último, analiza el gramaje de los vinilos que vas a recibir. Los más pesados, de 180 g, son más duraderos y reducen el riesgo de deformación. Sin embargo, la calidad del sonido depende del máster, no del peso. Muchos discos para audiófilos pesan 140 g y suenan de maravilla.

Una buena planta de prensado, combinada con una comunicación adecuada y masters de calidad, marca la diferencia entre un disco que canta y otro que salta.

Uso de nuestro motor de masterización

Masterizar tu mezcla, especialmente para vinilo, no es nada fácil y si la masterización no es tu fuerte, siempre puedes recurrir a un sofisticado motor de masterización AI como eMastered. No sólo te ahorrará tiempo y dinero, sino que también te facilitará todo el proceso.

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Reflexiones finales - Masterización para la edición en vinilo

La masterización para vinilo es un proceso técnico y creativo que requiere paciencia, precisión y colaboración. A diferencia de las plataformas digitales, el vinilo exige intención en cada paso, desde los movimientos del ecualizador hasta la secuenciación de las pistas.

No lo trates como algo secundario. Colabore estrechamente con su ingeniero durante el proceso de masterización y con su imprenta durante el proceso de corte. Pide copias de prueba de tus discos de vinilo y escúchalos en configuraciones reales antes de comprometerte con una tirada completa. Los discos que suenan bien son el resultado de una comunicación clara, una preparación cuidadosa y saber cuándo confiar en tus oídos por encima de una forma de onda.

Sobre todo, disfruta del proceso. Cuando el disco llegue al tocadiscos y suene como debe, sabrás que el esfuerzo ha merecido la pena.

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