Demi Lovato. Alicia Keys. Incluso Nickelback. Todos ellos han tenido momentos en el escenario, a media nota, en los que su voz se quebraba como la de un adolescente nervioso que pide bailar en el baile de graduación.
Una voz quebradiza es algo que muchos cantantes tienen la alegría de experimentar, desde los principiantes absolutos hasta los profesionales experimentados. Los quiebros vocales pueden ser frustrantes y embarazosos, pero son completamente solucionables.
Sigue leyendo para saber por qué se producen las grietas en la voz y qué puedes hacer para prevenirlas.
¿Preparados? Empecemos...
¿Qué es una grieta vocal?
Los crujidos de voz son cambios breves e incontrolados (e involuntarios) en el tono que se producen mientras cantas o hablas. Las cuerdas vocales se estiran, se acortan o se tensan de repente y, antes de que te des cuenta, la nota que buscabas se interrumpe bruscamente.
Digo involuntario, ya que algunos cantantes (entrenados) introducen intencionadamente crujidos de voz en sus interpretaciones, para añadir fuerza y emoción, o un pequeño toque de je ne sais quoi.
Pero no estamos hablando de ese tipo de grietas. Hablamos de las que ponen a prueba tu temple cuando ocurren delante del público.
¿Por qué se me quiebra la voz al cantar?

Hay una serie de razones por las que tus cuerdas vocales pueden tener dificultades para producir sonidos normales de vez en cuando.
Fatiga vocal
Las grietas en la voz pueden producirse simplemente porque has estado cantando/hablando durante largos periodos de tiempo sin un descanso vocal adecuado. Incluso si no has estado utilizando tu voz, el simple hecho de estar cansado físicamente puede afectar gravemente a tus cuerdas vocales.
Abuso vocal
El cuerpo humano es un ser delicado, y excederse con los músculos laríngeos puede provocar lesiones. Aunque estos pequeños mendigos se curan, dejan unos nódulos endurecidos. Los nódulos pueden afectar a la flexibilidad y el tamaño de las cuerdas vocales, provocando ese sonido tan incómodo: el chasquido vocal. Si no se tratan, los nódulos pueden provocar afecciones vocales más graves.
Laringitis
Los efectos de la laringitis (inflamación de los músculos laríngeos) suelen ser de corta duración si son consecuencia de una infección o de un uso excesivo de la voz. Sin embargo, las causas a largo plazo, como la contaminación atmosférica o el tabaquismo, pueden causar daños irreparables en la laringe.
Hidratación y dieta
Al igual que un pez, la laringe necesita agua para mantenerse en plena forma. La falta de hidratación puede provocar cortes en la voz, al igual que ciertos tipos de alimentos, como los lácteos y los fritos. Por muy rockero que te parezca cantar a pleno pulmón mientras te tomas 17 pintas de Stella, no es una buena idea.
Tensión y ansiedad
Cantar es quizá la más personal de todas las actuaciones musicales, así que no hace falta decir que el estado de ánimo puede afectar drásticamente a la voz. De hecho, algunos profesores de canto afirman que el cerebro de mono es uno de los mayores obstáculos que debe superar un cantante.
Los nervios pueden aparecer de muchas formas:
- Miedo a comprometerse con notas altas
- Intentar controlar en exceso al tocar determinadas notas, lo que provoca una presión excesiva sobre las cuerdas vocales.
- Nerviosismo por actuar (o, en mi caso, por recordar la letra).
- Ansiedad porque su gato está enfadado con usted
Cualquiera de ellas puede provocar tensión en el cuerpo. Y tensión en el cuerpo es igual a tensión en la voz. Cuando te tensas, limitas tu capacidad de movimiento y, si tus cuerdas vocales tienen dificultades para moverse, te saldrán -lo has adivinado- chasquidos en la voz.
Falta de formación
Una de las causas más comunes de las grietas en la voz es la falta de formación. No es que no se pueda ser cantante autodidacta; el problema deriva de no entender del todo cómo funciona la voz, lo que puede provocar problemas como:
- Cantar fuera de un registro vocal cómodo
- Mala mezcla entre registros vocales
- Respiración deficiente
- Tensión en el cuello y/o garganta
Pubertad
Sí. Crecer es difícil, y a medida que tu cuerpo cambia con las características sexuales secundarias, también lo hacen tus músculos vocales. Desgraciadamente, las grietas vocales que se producen simplemente porque estás atravesando la adolescencia no son algo que puedas trabajar. Sé amable contigo mismo y las cosas se arreglarán con el tiempo.
Comprender la anatomía de la voz

Saber cómo se hace la salchicha puede ayudarte a evitar que se porte mal. Quizá sea una analogía extraña, pero entender lo que ocurre dentro de tu garganta mientras cantas te ayudará a comprender por qué se te quiebra la voz.
Las cuerdas vocales son dos bandas flexibles de tejido muscular situadas en la laringe. Al cantar o hablar, el aire de los pulmones pasa a través de ellas y se introduce en el tracto vocal, haciendo que las cuerdas vocales vibren y produzcan sonido. Las cuerdas vocales se tensan y alargan en función del tono. Las notas agudas las hacen más finas y se estiran, mientras que un tono grave las hace más cortas y gruesas.
Las grietas vocales se producen cuando este sistema no está equilibrado. Las cuerdas vocales se separan y vuelven a juntarse, ya sea por la tensión, por una respiración deficiente o por cantar por encima de su rango vocal.
9 consejos para acabar con las grietas en la voz al cantar

1. 1. Calentamiento
Al igual que los atletas profesionales calientan antes de sumergirse en la actividad elegida, lo mismo ocurre con los cantantes. Tienes que despertar los músculos vocales para evitar lesiones y asegurarte de que das lo mejor de ti mismo.
El calentamiento vocal le ayudará a cantar más alto, a controlar mejor la respiración, a mejorar la claridad y la articulación y a prevenir lesiones.
2. Manténgase hidratado
Es importante beber mucha agua, y no sólo antes de empezar a cantar. La hidratación mejora el flujo sanguíneo, lo que a su vez aumenta la flexibilidad de las cuerdas vocales y reduce el riesgo de distensión.
Y, por supuesto, en un día de concierto, evita echarte nada alcohólico o con cafeína en la garganta: por muy sabrosos que sean, acabarás resecando tus cuerdas vocales.
3. Obtener orientación profesional
Un buen profesor de canto puede hacer maravillas con tu canto, entre otras cosas:
- mejorar el tono
- ampliar su registro: cante notas altas y bajas que antes creía inalcanzables
- aumentar su confianza
- evaluar cualquier posible problema subyacente
- ayudar a controlar la respiración
En un mundo ideal, todos podríamos permitirnos un profesor de voz personal con el que trabajar regularmente, pero aunque tu presupuesto sólo alcance para una sesión de vez en cuando, merece la pena.
4. Descansa
Es importante descansar la voz en los días de concierto, o en cualquier momento en que se sienta cansada, ronca o tensa. También al hablar. Trata la garganta como cualquier otro músculo y dale tiempo para que se recupere después de gritar durante toda la actuación.
5. Proteja sus activos
Además de descansar la voz, también es importante protegerla de las innumerables pequeñas tensiones que pueden contribuir a la aparición de grietas en la voz, como por ejemplo:
- aire seco
- hablar demasiado/gritar
- tiempo
Si vives en un clima seco, invierte en un humidificador. Si hace frío, protégete la garganta con una bufanda/pañuelo. Evita gritar o chillar en general. En realidad, es un buen consejo para todos los músicos.
Y nada de tragar espadas y punto.
6. Práctica, práctica, práctica
No sólo es la forma más segura de llegar al Carnegie Hall, sino también de prevenir las grietas en la voz. Al igual que cuando se toca un instrumento, las cuerdas vocales recuerdan lo que están acostumbradas a hacer. Cuando colocas la voz en una zona desconocida, es más probable que te avergüence, igual que al guitarrista que no se aprendió los acordes.
7. Ejercicio
En realidad se trata de dos consejos en uno; hablo de ejercicios de canto y respiración, y de ejercicio físico real. ¡Válgame Dios!
Ejercicios vocales
Al igual que el calentamiento y la práctica, un ejercicio de canto entrenará los músculos de las cuerdas vocales para un trabajo intenso en una zona determinada, por ejemplo, la transición entre la voz de pecho y la voz de cabeza.
Así es como creces como cantante. Con los ejercicios vocales adecuados, puedes hacer que tu voz suba (y baje), ampliando tu registro normal. Otros ejercicios te ayudarán a mantener la respiración, otra de las causas de las grietas en la voz.
EJERCICIO FÍSICO
La otra cara de la moneda del ejercicio es mantener el cuerpo en plena forma. Hacer ejercicio y mantenerse activo en general es una forma estupenda de mejorar la respiración, fortalecer el tronco y aumentar la resistencia: todo lo bueno que contribuye a tu bienestar como cantante.
8. Planificar con antelación
Una buena forma de evitar los chasquidos de voz es hacer algunos deberes.
La planificación de la canción te ayuda a determinar dónde utilizarás la voz de cabeza o la voz de pecho, y dónde tendrás que navegar por el complicado registro de mezcla.
Estudiar detenidamente cómo vas a cantar la canción también te permitirá identificar dónde puedes respirar, cuánto apoyo necesitas para una nota determinada y las zonas en las que corres el riesgo de poner demasiada tensión en la garganta (caray, esas notas agudas). Todo ello reducirá las posibilidades de que se produzca una fisura en la voz.
9. Libera tu mente
Por último, es importante que te pongas en el estado de ánimo adecuado para cantar, tanto para sentirte relajado actuando ante el público como para tener fe en tu capacidad para lograrlo.
Recuerda que la ansiedad restringe tus cuerdas vocales, así que tanto si te preocupa ver a tu suegra entre el público como si te inquieta ese Do agudo que parecía tan fácil para Freddie Mercury, busca una rutina previa al espectáculo que te haga sentir cómodo y en control.
Reflexiones finales
Aunque todos los consejos anteriores son estupendos para evitar que se te rompa la voz, hay que tener en cuenta que las grietas en la voz no se pueden evitar del todo ; forman parte de la vida cotidiana de los cantantes. Incluso un cantante profesional puede encontrarse un día delante de un público que le adora y cometer una metedura de pata.
Acéptalo y aprende a seguir adelante. Con práctica y una protección vocal adecuada, experimentarás menos quiebros de voz en tu carrera. Y cuando las tengas, entenderás mejor por qué se han producido.
Me lo he pasado en grande escribiendo este artículo: ¡adelante, a cantar la música!