Grabación de guitarra acústica: 10 consejos profesionales

Grabación de guitarra acústica: 10 consejos profesionales Grabación de guitarra acústica: 10 consejos profesionales

La guitarra acústica es uno de los instrumentos más populares y reconocibles de la música occidental. Se oye en todas partes, desde el folk al pop, pasando por el rock. Sin embargo, a pesar de su ubicuidad, la búsqueda del sonido perfecto de la guitarra acústica ha sido un reto constante para generaciones de ingenieros.

Para cualquiera que trabaje desde casa, el proceso puede resultar especialmente abrumador. Estás sentado en tu habitación o en un estudio improvisado, micrófono en mano, con la esperanza de conseguir una grabación perfecta, pero puede parecer imposible si no tienes acceso al equipo de alta gama o a los estudios millonarios que utilizan los profesionales del sector.

Por supuesto, no todos los ingenieros o músicos tienen la misma idea de lo que es un gran sonido de guitarra acústica. Lo que suena "bien" puede variar mucho según la pista y el artista. No hay una solución única para todos. Por eso, en lugar de intentar definir cuál es el sonido perfecto y perseguirlo, vamos a recorrer una serie de técnicas que te darán las herramientas para encontrar el sonido que buscas, sea cual sea tu configuración.

1. Encontrar el espacio perfecto

A la hora de buscar el espacio ideal para grabar una guitarra acústica, hay que encontrar un equilibrio entre el tamaño de la sala, la acústica y el aislamiento.

Lo primero que hay que tener en cuenta es el tamaño y la forma de la sala. Un espacio demasiado pequeño puede provocar reflejos exagerados y hacer que la grabación suene cuadrada, mientras que una sala demasiado grande puede hacer que la guitarra suene demasiado distante o hueca.

Lo ideal es elegir una sala de forma irregular. Una habitación rectangular o cuadrada puede provocar ondas estacionarias, que pueden crear resonancias no deseadas. Las habitaciones de forma irregular o con techos abovedados ayudan a evitarlo y crean un sonido más natural.

Los materiales de las superficies desempeñan un papel muy importante. Las superficies duras, como las baldosas o las paredes desnudas, reflejan las ondas sonoras de forma brusca, lo que puede hacer que el sonido acústico sea áspero o turbio. En su lugar, busca habitaciones con una mezcla de materiales, como superficies blandas (cortinas, alfombras, muebles tapizados), que absorben las altas frecuencias, y superficies más duras (madera o ladrillo), que ayudan con las reflexiones de baja frecuencia y añaden calidez y claridad.

También es importante evitar las paredes paralelas para controlar las ondas estacionarias y el eco de aleteo.

El ruido ambiente es igualmente crucial. Incluso en entornos silenciosos, el sutil zumbido de los sistemas de climatización, el ruido de la calle o los equipos eléctricos pueden interferir en la grabación. Para minimizarlo, elige una habitación alejada de las fuentes de ruido o utiliza técnicas de insonorización, como cortinas gruesas, burletes o paneles aislantes.

Por último, ten en cuenta la monitorización y el tratamiento de la sala. Aunque estés grabando, querrás escuchar la guitarra con una representación precisa. Invierte en unos buenos monitores o auriculares, y trata la sala con trampas de graves y difusores, para tener una representación clara de cómo sonará en la grabación.

2. Consiga el micrófono adecuado

Cuando se trata de elegir los micrófonos adecuados para grabar guitarra acústica, la elección depende en gran medida de factores como el sonido que se busca, el entorno en el que se graba y el presupuesto.

Existen cientos de micrófonos diferentes, cada uno con sus puntos fuertes y débiles. Es importante saber de qué son capaces para encontrar el más adecuado para tu proyecto.

Micrófonos de condensador de diafragma grande

Los micrófonos de condensador son muy sensibles y captan una amplia gama de frecuencias. Me gustan para grabar instrumentos orgánicos como guitarras acústicas porque ofrecen una representación clara, detallada y natural del sonido.

  • Pros:
    • Sonido cálido: Los LDC suelen capturar un sonido cálido y pleno con un extremo grave rico, lo que los hace ideales para añadir profundidad al tono de una guitarra acústica.
    • Versátil: Ideal para una gran variedad de sonidos, incluyendo voces e instrumentos.
    • Alta sensibilidad: Captan detalles intrincados y matices sutiles, lo que resulta perfecto para captar toda la gama de tonos de una guitarra acústica.
  • Contras:
    • Propensos a la sobrecarga: Su alta sensibilidad puede ser una desventaja en habitaciones sin tratar, ya que captan mucho ruido ambiental.
    • Caros: Suelen ser los micrófonos más caros del grupo, especialmente los de fabricantes de gama alta como Neumann y Telefunken.

Personalmente, soy un gran fan del Nuemann U87 por su sonido clásico LDC.

Micrófonos de condensador de diafragma pequeño

  • Pros:
    • Preciso y detallado: Los SDC ofrecen una respuesta en frecuencia mucho más plana y una representación más precisa del sonido de una guitarra acústica. Suelen captar mejor el brillo natural que sus homólogos LDC.
    • Mejor para instrumentos de cuerda: Los SDC suelen utilizarse para instrumentos como las guitarras acústicas porque captan muchos detalles en los agudos y los medios.
  • Contras:
    • Menos calidez: Es menos probable que ofrezcan un sonido cálido que los LDC. El sonido podría percibirse como demasiado brillante o áspero, dependiendo de la guitarra.
    • Sensibles a la acústica de la sala: Al igual que los PMA, también pueden captar el ruido de la sala si no se colocan con cuidado.

Siempre he sido un gran fan del Shure SM81. Tiene un sonido agradable y brillante, perfecto para la música pop, y un diseño muy direccional.

Micrófonos dinámicos

Los micrófonos dinámicos son menos sensibles que los de condensador, por lo que captan menos detalles.

Sin embargo, son conocidos por su durabilidad y su capacidad para soportar altos niveles de presión sonora sin distorsionarse.

Pros:

  • Durabilidad: Los micrófonos dinámicos son robustos y pueden soportar volúmenes altos, lo que los hace ideales para estilos de interpretación más ruidosos.
  • Menos ruido ambiental: Al tener un patrón de captación más estrecho (normalmente cardioide), los micrófonos dinámicos tienden a rechazar más sonido ambiente y son menos sensibles a los reflejos de la sala.
  • Asequibles: Generalmente más asequibles que los micrófonos de condensador.

Contras:

  • Menos detalle: No captan el mismo nivel de detalle que los micros de condensador, por lo que son menos adecuados para captar las sutilezas y la resonancia natural de una guitarra acústica.
  • Respuesta en frecuencia limitada: Normalmente no captan toda la gama de frecuencias de una guitarra acústica tan bien como los condensadores.

Aunque suele ser una elección estándar para amplificadores de guitarra eléctrica, un Shure SM57 también puede ser una opción decente para una guitarra acústica si no necesitas un sonido superdetallado.

De hecho, el álbum más popular de Bon Iver hasta la fecha, que llegó a ser disco de platino, se grabó con un solo micro, un Shure SM57, lo que demuestra lo versátil que puede ser este micro.

Micrófonos de cinta

Los micrófonos de cinta son conocidos por su sonido "vintage" y suelen ser más frágiles que los dinámicos o de condensador.

Pros:

  • Sonido suave y natural: Los micrófonos de cinta tienen un sonido cálido y vintage con un roll-off natural en las frecuencias altas, que puede ser muy favorecedor para las guitarras acústicas.
  • Excelente para estilos específicos: Si estás grabando guitarra acústica en un contexto más vintage o meloso, ¡los micrófonos de cinta son geniales!

Contras:

  • Delicados: Los micros de cinta son más frágiles que los de condensador o dinámicos. Pueden resultar dañados por niveles de presión sonora elevados, como al microfonear de cerca guitarras acústicas ruidosas o determinados escenarios de actuación.
  • Menos detalle en los agudos: Aunque proporcionan un tono suave y vintage, tienden a carecer de detalle y brillo en los agudos.

Soy un gran fan de la Royer R-121, especialmente por ese reconocible sonido de cinta.

3. Determina tu estilo de microfonía

Una vez que tengas los micrófonos, puedes decidir si prefieres un solo micrófono o una configuración estéreo.

Ambas opciones tienen sus ventajas, y la elección depende realmente del sonido que se desee.

Grabar con un solo micro es el método más sencillo, sobre todo si buscas un sonido claro y concentrado. Además, no tienes que preocuparte por los problemas de fase o por encajar la grabación en una mezcla más cargada.

Por otro lado, el uso de dos micrófonos en una configuración estéreo añade un nuevo nivel de profundidad a la grabación. Capta la amplitud natural de la guitarra acústica, haciéndola más envolvente. Esto puede ser especialmente útil cuando tienes un arreglo sencillo y quieres que la guitarra acústica ocupe más espacio.

El reto es que requiere un poco más de delicadeza a la hora de colocar los micros. Tendrás que tener en cuenta los problemas de fase y asegurarte de que los micros están bien alineados para conseguir el sonido que buscas.

4. Colocación del micrófono

Antes de sumergirnos en las técnicas habituales de colocación de micrófonos, vamos a hablar de algunos errores comunes que pueden hacerte tropezar al grabar guitarra acústica.

Uno de los errores más frecuentes es colocar el micro directamente delante de la boca. Aunque pueda parecer una elección lógica, tiende a exagerar los graves y a menudo produce un sonido apagado y retumbante.

Otro error es colocar el micro demasiado cerca de la guitarra. Esto puede provocar lo que se conoce como efecto de proximidad, en el que las frecuencias bajas se realzan demasiado, haciendo que el sonido sea demasiado turbio y desequilibrado. Así que evita acercarte demasiado y experimenta siempre con la distancia del micro para encontrar el punto óptimo.

Configuración de micrófono mono

Ahora bien, si estás trabajando con una configuración de micro mono, un buen punto de partida es colocar el micro a una distancia de entre 15 y 20 centímetros del traste 12 al 14. Esta zona capta un buen equilibrio entre el cuerpo de la guitarra y las cuerdas , proporcionándote un tono limpio y pleno . Esta zona capta un buen equilibrio entre el cuerpo de la guitarra y las cuerdas, proporcionándote un tono limpio y pleno.

A partir de aquí, puedes ser creativo. Apunta el micro más hacia el mástil para obtener un sonido más fino y aéreo, o inclínalo hacia la boca para un ataque más concentrado, donde captarás los matices de la púa o los dedos.

Si buscas algo más rico y robusto, puedes utilizar un solo micro para captar el cuerpo de la guitarra. Si colocas el micro un poco más abajo, cerca del cuerpo de la guitarra, captarás más medios y graves, lo que le da un tono más cálido y pleno.

Por otro lado, si desea un sonido más fino y percusivo para partes de fondo o textura, apuntar un condensador de diafragma pequeño al mástil es una opción fantástica. Esta técnica es fantástica para conseguir un brillo de gama alta y captar las cualidades percusivas de las cuerdas.

Si optas por una configuración estéreo, existen algunas técnicas de colocación de micrófonos que pueden ayudarte a conseguir un sonido más amplio.

Par espaciado (A/B)

Esta configuración estéreo consiste en colocar dos micrófonos a unos metros de distancia, apuntando hacia la guitarra en ángulos diferentes. La distancia entre los micrófonos proporciona un efecto estéreo natural, que capta la guitarra en toda su amplitud.

La clave está en colocar los micros de forma que capten la guitarra por igual, dejando espacio para la acústica natural de la sala. Es una configuración sencilla que funciona especialmente bien en espacios grandes, donde quieres captar el carácter de la sala junto con la guitarra.

Par coincidente (X/Y)

El método X/Y consiste en colocar dos micros en un ángulo de 90 grados entre sí, con las cápsulas lo más juntas posible, normalmente en el mismo punto (o "coincidentes"). Esta técnica es estupenda para conseguir el sonido estéreo evitando los problemas de fase.

Particularmente en espacios pequeños o cuando se necesita una imagen estéreo enfocada sin captar demasiado la acústica de la sala.

5. Grabar un D.I.

Aunque siempre recomiendo grabar la guitarra acústica con un micro, no subestimes nunca el poder de grabar una entrada directa (D.I.) junto a tu sonido microfoneado o como alternativa a él. Una señal D.I. se toma directamente de la salida de la guitarra, ofreciéndote una versión limpia y sin colorear del sonido, sin ninguna influencia de la sala ni coloraciones del micro.

Grabar una señal directa puede ser especialmente útil cuando se desea un sonido más percusivo y rico en transitorios. La señal directa capta el ataque de las cuerdas, el chasquido de la púa y todos los detalles de la interacción del músico con el instrumento. Es una forma fantástica de conseguir una energía concentrada y firme que una configuración con micro no puede transmitir del todo, especialmente si el micro está más atrás o más inclinado hacia el cuerpo de la guitarra.

Lo bueno de grabar una D.I. es que te proporciona una flexibilidad total en la postproducción. Por ejemplo, si ya tienes una grabación microfoneada, añadir una pista D.I. puede darte un control extra sobre el sonido. Puedes mezclar sólo un toque de D.I. para realzar los elementos percusivos o añadir un poco más de definición al ataque de las cuerdas sin perder la calidez y el carácter natural de la grabación microfónica.

Si optas por una grabación D.I. pura, la falta de tono de sala puede hacer que suene un poco seca.

Sin embargo, puedes utilizar una reverb de convolución para simular el sonido de la sala alrededor de la guitarra. Esto te permite recuperar parte del espacio y el aire que podrías perder sin un micro.

6. Mentalízate para "grabar

Si alguna vez has grabado en un estudio o incluso en tu casa, probablemente conozcas la sensación de "fiebre de la luz roja". Es esa oleada de presión que aparece cuando sabes que te están grabando. De repente, todo parece más intenso y los errores más pequeños se magnifican. Es fácil dejarse llevar por la actuación y olvidarse de la perspectiva general.

¿La mejor manera de manejar esto? La experiencia. Cuanto más grabas, más fácil te resulta deshacerte de los nervios y tocar lo mejor posible. Con el tiempo, te acostumbrarás a que siempre puedes corregir pequeños errores en la fase de edición. Si se te escapa una nota o tocas un acorde equivocado, recuerda que tienes la libertad de volver a grabar tantas tomas como necesites.

Dicho esto, cuando se está grabando, a menudo se tiene la sensación de estar bajo un microscopio.

Cada sutil matiz, el sonido de la púa al golpear las cuerdas, un ligero zumbido en una nota, el chirrido de los dedos al moverse por el diapasón, se hacen más evidentes. Estas pequeñas imperfecciones, que pueden estar bien en una actuación en directo, pueden resultar molestas al volver a escuchar la grabación.

Una cosa que suele ayudar es ajustar un poco el estilo de interpretación al grabar. Tocar en directo y grabar no siempre es lo mismo, y a veces un pequeño cambio en la forma de abordar el instrumento puede marcar la diferencia.

Por ejemplo, puede que al grabar, un toque ligeramente más ligero o un ataque más controlado ayuden a producir un sonido más limpio. Deberás tener en cuenta la dinámica y el fraseo, ya que el micro captará hasta las fluctuaciones más leves.

Otro consejo es grabar con un poco de reverberación en los auriculares. Puede ayudarte a recrear esa sensación de "directo" y darte el espacio que necesitas para relajarte en la actuación.

7. Tenga en cuenta las cuerdas

Uno de los factores que más se pasan por alto es, en realidad, algo sobre lo que tienes control cada día: tus cuerdas.

El estado de las cuerdas puede influir mucho en el tono, y si están viejas o desgastadas, pueden hacer que una buena interpretación suene apagada y sin vida en la grabación. Aunque a ti te sigan "sonando bien" mientras tocas, los micrófonos tienen una forma curiosa de revelar cualquier pequeña imperfección.

Las cuerdas nuevas son la única forma de conseguir un sonido brillante y pleno.

8. Utilizar la compresión al entrar

Utilizar un poco de compresión ligera en la entrada, ya sea con una pieza de hardware o con un plugin, puede ayudarte a controlar la dinámica durante el proceso de grabación.

Un ajuste de compresión ligero con una relación de aproximadamente 2:1 o 3:1 y sólo unos pocos dB de reducción de ganancia puede hacer maravillas en tu grabación.

La ventaja de aplicar esta ligera compresión durante el proceso de grabación es que te proporciona un punto de partida sólido en términos de nivel y te ayuda a mantener todo bajo control. Tampoco tendrás que esforzarte tanto para gestionar la dinámica durante el proceso de mezcla, lo que puede ahorrarte tiempo y energía.

9. Probar diferentes selecciones

Al igual que las cuerdas, la púa también puede influir mucho en el proceso de grabación. Cada púa produce un tono diferente, así que experimentar con varias opciones puede ayudarte a conseguir el sonido que buscas.

Por ejemplo, si estás intentando conseguir un sonido de rasgueo más ligero que sea perfecto para rellenar el fondo, podrías optar por una púa más fina.

Por otro lado, si quieres un sonido más percusivo con patrones rápidos de una sola nota, lo mejor es una púa más gruesa.

El material también puede influir mucho. Las púas de materiales más duros, como el Delrin (utilizado en las púas Tortex), el acero inoxidable o el acetal, producen un sonido más ágil, mientras que las púas de materiales más blandos, como el nailon, la goma o el carey, son ideales cuando se busca más calidez.

10. Entiende el sonido que buscas

El proceso de grabación depende intrínsecamente del contexto. De hecho, tienes libertad para enfocarlo como quieras: no hay una forma "correcta" o "incorrecta", sino distintas herramientas y técnicas que funcionan para distintos objetivos.

Lo más importante que debes tener en cuenta cuando te dispongas a grabar es hacerte una sencilla pregunta: ¿Cómo quieres que suene?

Un sonido natural, "en la habitación

El sonido folk clásico, "en la habitación", es cálido y sencillo. Un único micrófono de condensador colocado en torno al traste 12 (a unos 15-20 cm de distancia) te proporcionará una captación completa del cuerpo y las cuerdas de la guitarra.

Recomiendo utilizar un micro que no enfatice demasiado los agudos, como un condensador de diafragma grande (por ejemplo, Neumann U87).

El sonido acústico "pop

Los temas acústicos pop suelen requerir un tono más limpio y pulido. Aquí hay que centrarse en la claridad, la definición y la chispa.

Para un sonido más definido, un par estéreo de condensador de diafragma pequeño es una elección excelente. Prueba la técnica del par espaciado (A/B) para captar la amplitud de la guitarra y toda su gama tonal. Coloca los micros a unos 3 ó 4 pies de distancia en el traste 12 para asegurarte de que cada micro capta un aspecto diferente de la guitarra.

El sonido acústico "bluesy

El blues acústico es ideal cuando necesitas carácter, garra y un poco de gruñido. La guitarra debe sonar cruda, pero articulada, con mucho énfasis en los elementos percusivos y la tensión de las cuerdas.

Para este tipo de sonido, me encanta un micro dinámico como un Shure SM57 o un Sennheiser 421 colocado más cerca de la boca. También puedes experimentar añadiendo una pista D.I. para capturar la señal directa y limpia de la guitarra y mezclarla con la grabación microfoneada para darle más definición.

El sonido "Rock

En el rock, una guitarra acústica suele necesitar energía, pegada y presencia para atravesar la mezcla.

Un micro dinámico es bueno para este tipo de sonido, especialmente uno con un tono ligeramente más agresivo, como un SM57. Querrás que el sonido tenga algo de mordiente, sobre todo si la guitarra aparece en una mezcla de banda completa.

Reflexiones finales - Cómo grabar en acústico

Conseguir un buen sonido de guitarra acústica no tiene por qué ser un reto.

Se trata de entender las técnicas de grabación adecuadas y cómo capturar la fuente de sonido natural de tu instrumento. Tanto si estás en un estudio de grabación como si trabajas desde casa con una configuración de micro decente, el objetivo es casi siempre crear un sonido equilibrado que represente el verdadero carácter de la guitarra.

Por supuesto, como con cualquier otra cosa en la música, la experimentación puede dar a veces los mejores resultados. Así que diviértete y prueba cosas diferentes.

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