¿Te cuesta conseguir que tus ritmos suenen como los de los profesionales?
Con la abrumadora cantidad de información disponible en Internet, es fácil sentirse perdido e inseguro sobre por dónde empezar. Como artista o beatmaker emergente, encontrar consejos claros y prácticos puede marcar la diferencia a la hora de perfeccionar tu arte.
En esta guía te ofrecemos diez consejos esenciales para mejorar tu técnica. Desde dominar el flujo de trabajo hasta conseguir el groove perfecto, estos consejos están diseñados para llevar tus ritmos al siguiente nivel.
Sumerjámonos.
Diferentes tipos de ritmos
El término "beat" puede referirse a todo tipo de música, no sólo al ritmo estándar del hip-hop. De hecho, incluso dentro del propio hip-hop hay varios subgéneros, cada uno con su propio estilo y características. Desde el sonido arenoso, crudo y urbano del Boom Bap hasta los sonidos centrados en el hi-hat y cargados de graves del Trap y las vibraciones melódicas y cargadas de samples del Lo-Fi, el hip-hop por sí solo ofrece una gran variedad de ritmos.
Por supuesto, en la comunidad de creadores de ritmos destacan otros géneros como la EDM, el house, el pop e incluso la música electrónica experimental. Estos géneros tienen elementos únicos que definen sus ritmos, como el bombo "four-on-the-floor" de la música house o el bajo wobble del dubstep.
Antes de empezar el siguiente ritmo, es importante que decidas qué tipo de ritmo quieres crear, ya que te servirá de guía para elegir el tempo, la instrumentación y el ambiente general.
Herramientas del creador de ritmos
Para crear un ritmo de alta calidad, necesitas una chispa creativa y las herramientas adecuadas. Disponer del equipo adecuado puede influir considerablemente en tu flujo de trabajo y en la calidad de tu música. Veamos algunas de las herramientas esenciales para empezar a crear ritmos.
Ordenador
Hoy en día, el hardware ya no es tan importante para crear ritmos como antes.
Puede que recuerdes los días en que el Akai MPC o la Roland TR-808 eran "imprescindibles" para los creadores de ritmos, y aunque siguen siendo equipos legendarios, ahora puedes hacer prácticamente de todo desde tu ordenador.
Con la tecnología actual, tu ordenador de sobremesa o portátil puede hacer cualquier cosa, desde secuenciar y programar hasta mezclar y masterizar. Todo es cuestión de tener el software adecuado.
Si buscas un ordenador para crear ritmos, debes tener en cuenta varias cosas: un procesador rápido (i5 o superior), mucha RAM (al menos 8 GB, pero 16 GB es aún mejor) y una buena capacidad de almacenamiento (SSD es lo mejor para aumentar la velocidad). Una pantalla de alta resolución también te ayudará a ver todos los pequeños detalles de tu DAW.
DAW
Bien, ahora hablemos de la DAW, o estación de trabajo de audio digital.
Es el software donde se produce toda la magia, por lo que es una de las herramientas más importantes de tu arsenal de creación de ritmos. En tu DAW secuenciarás tus ritmos, organizarás tus pistas y afinarás todos los detalles para que tu música suene a la perfección.
Existen muchos DAW fantásticos, cada uno con sus propios puntos fuertes a la hora de crear ritmos. Aquí tienes unas cuantas opciones a tener en cuenta:
- Ableton Live: Conocido por su interfaz intuitiva y sus potentes funciones de bucle, es uno de los favoritos entre los productores de electrónica y hip-hop.
- FL Studio: Famoso por su secuenciador por pasos fácil de usar, es perfecto tanto para principiantes como para profesionales.
- Logic Pro X: Una de las mejores opciones para los usuarios de Mac, ya que ofrece un completo conjunto de herramientas y sonidos.
Se trata de elegir la DAW que mejor se adapte a ti. Dedica algún tiempo a explorar estas opciones y sabrás cuándo has encontrado la perfecta.
Muestras y bucles
A partir de ahí, pasamos a los samples y loops, que son elementos esenciales para crear ritmos.
Las muestras son fragmentos cortos de sonido, desde un golpe de batería hasta una frase vocal. Los bucles, en cambio, son secciones más largas de audio que pueden repetirse sin interrupción.
Los samples y loops adecuados pueden dar vida a tus ritmos e inspirar nuevas ideas, ayudándote a crear el sonido perfecto.
Por suerte, ya no es necesario rebuscar en las cajas para encontrar loops y samples de calidad como hace décadas, ya que ahora es más fácil que nunca.
He aquí algunos de mis recursos favoritos disponibles en Internet:
- Empalme: Una enorme biblioteca de samples y loops libres de derechos, con nuevas incorporaciones cada día.
- Loopmasters: Ofrece una amplia variedad de packs específicos de géneros de productores profesionales.
- Sample Magic: Toneladas de sonidos y paquetes de muestras de alta calidad.
- Native Instruments: Sus paquetes de expansión son geniales para Maschine y otros DAWs.
- Cimática: Popular para productores de hip-hop y trap.
Controlador MIDI
Aunque los controladores MIDI no son absolutamente necesarios para crear ritmos, ya que puedes programar cosas con el teclado y el ratón del ordenador, tener uno puede cambiar las reglas del juego. Un controlador MIDI puede hacer que el proceso de creación de ritmos sea más intuitivo y práctico, ya que te permite reproducir físicamente tus ideas en lugar de simplemente hacer clic con el ratón.
Existen varios tipos de controladores MIDI, cada uno con sus propias ventajas para la creación de ritmos:
- Controladores de teclado: Disponen de teclas tipo piano y son ideales para tocar melodías, acordes y líneas de bajo. La mayoría también incluyen mandos y deslizadores para un control adicional.
- Controladores de pads: Tienen pads de percusión perfectos para marcar ritmos y disparar muestras. Piensa en el Akai MPD o el Native Instruments Maschine.
Lo bueno de usar un controlador MIDI es que puedes tocar físicamente patrones de batería, melodías y acordes, lo que da a tus ritmos un toque más humano. Además, puedes manipular fácilmente los efectos y ajustar los parámetros de distintos plug-ins y sintetizadores en tiempo real.
Monitores de estudio o auriculares
Seamos realistas: hacer ritmos con altavoces de portátil es una mierda. No tienen la claridad ni el alcance necesarios para que escuches todos los matices de tu música.
Invertir en un par de monitores de estudio o auriculares de calidad es una de las mejores decisiones que puedes tomar como beatmaker. Para empezar, están diseñados para ofrecer una representación plana y precisa de tu música, proporcionándote todos los detalles que necesitas para tomar mejores decisiones de mezcla. También revelan toda la gama de frecuencias de tus ritmos, para que puedas mezclarlos de forma que suenen bien en cualquier sistema.
Cómo hacer un ritmo
Cuando se trata de crear ritmos, no existe un enfoque único.
Cada creador de ritmos tiene su propio proceso, y eso es lo que hace que este arte sea tan apasionante. Algunos productores empiezan creando una melodía pegadiza en el teclado con uno de sus sintetizadores VST favoritos, mientras que otros empiezan con un sólido bucle de batería.
Incluso puedes empezar picando una muestra o creando una línea de bajo que marque el ritmo.
Independientemente de cómo decidas empezar, los siguientes pasos te guiarán a través del proceso de creación de un ritmo.
Prepare el escenario para su ritmo con el tempo y la vibración
Lo primero que tienes que hacer al crear tu ritmo es decidir el ambiente y el tempo general de la canción, ya que sentará las bases y el estado de ánimo de todo lo que venga después. Para ayudarte a decidirlo, hazte algunas preguntas clave:
- ¿Qué emoción quiero transmitir? Por ejemplo, ¿quieres que el ritmo sea enérgico y alegre o suave y relajado?
- ¿A qué género me dirijo? Los distintos géneros suelen tener tempos característicos. Por ejemplo, el drum and bass es mucho más rápido que el chillhop.
- ¿Cuál es el contexto de este ritmo? ¿Es para una pista de baile, un tema de rap conmovedor o una pieza ambiental de fondo?
Para una pista de baile con mucha energía, el tempo debe rondar los 120-130 BPM. Piensa en Avicii o David Guetta. Por otro lado, puedes buscar un tempo más lento, entre 70-100 BPM para un ritmo hip-hop relajado.
Piensa en "Nuthin' But a G Thang" de Dr. Dre, que alcanza los 95 BPM.
Por supuesto, si realmente quieres ralentizar las cosas y optar por un ambiente electrónico, puedes elegir un tempo en torno a 60-80 BPM.
Weightless" de Marconi Union es uno de mis temas ambientales favoritos. Rondando los 60 BPM, que es aproximadamente la frecuencia cardíaca media en reposo de un ser humano, resulta increíblemente relajante.
La idea es que establecer el tempo y el ambiente adecuados al principio te ayude a tomar decisiones creativas, así que tómate un momento para relajarte antes de empezar.
Establecer el ritmo
Una vez que hayas establecido el tempo y el ambiente, es hora de crear un patrón de batería. El groove de batería será la columna vertebral del ritmo. Hay un sinfín de herramientas y técnicas que puedes utilizar para crear un patrón de batería sólido, así que voy a repasar rápidamente algunas de las más populares:
Herramientas de creación de ritmos
- Cajas de ritmos: El hardware clásico como la Roland TR-808 o las emulaciones de software son geniales para obtener sonidos de batería icónicos, aunque también vale la pena señalar que la mayoría de los DAW vienen con kits de batería y muestras incorporados que puedes secuenciar directamente en el software.
- Controladores MIDI: Soy un gran fan del uso de controladores de pad para marcar los ritmos manualmente y conseguir una sensación más humana. Solo tienes que cargar tus muestras de batería favoritas, asignarlas a tu controlador y ¡a tocar!
- VST de batería: También hay plugins de terceros como Addictive Drums o Superior Drummer, que ofrecen sonidos de batería muy detallados y realistas.
- Bucles y muestras: Empieza con uno o dos bucles de batería para inspirarte.
Técnicas de creación de ritmos
- Secuenciación por pasos: Introducir los golpes de batería paso a paso en el secuenciador de tu DAW es una forma sencilla de crear patrones de batería ultraprecisos.
- Grabación en directo: Si tienes capacidad para ello, toca y graba tus partes de batería en tiempo real con un kit de directo, un kit electrónico o un controlador de pads.
- Estratificación: Combinar distintos sonidos de batería, como un bombo potente con un 808 profundo o una palmada con una caja, es una forma estupenda de añadir complejidad y profundidad a tus ritmos.
- Sensación: Puedes ajustar la sincronización de tus golpes de batería para que encajen perfectamente en su sitio con una cuantización fuerte o crear una sensación más natural y fuera de la red con algo de swing.
Añadir elementos melódicos
Ahora es el momento de añadir algunos elementos melódicos al ritmo, que pueden transformar el ambiente y dar vida a la canción. No puedo darte las técnicas exactas, ya que este paso variará en función de la sensación general que busques.
Por ejemplo, puede optar por utilizar:
- Bucles: Utilizar bucles prefabricados es una forma rápida y sencilla de añadir capas melódicas a tus ritmos. Puedes obtenerlos de paquetes de muestras o empalmarlos de canciones reales si tienes permiso para hacerlo.
- Muestras: Del mismo modo, puedes cortar y voltear samples de pistas existentes para dar a tu ritmo un toque único y nostálgico. Es ideal para géneros como el hip-hop y el lo-fi.
- VST o instrumentos de Live: Las posibilidades son infinitas. Tanto si utilizas un VST de piano, guitarra o sintetizador, puedes crear el sonido exacto que buscas.
A veces me gusta empezar con progresiones de acordes. Puede ser algo tan sencillo como tres o cuatro acordes que hagan un ciclo a lo largo del compás y creen una sensación de movimiento.
A partir de ahí, puedes añadir melodías principales, como líneas de una sola nota o riffs, que se asientan sobre la progresión de acordes y el patrón de batería, ofreciendo al oyente algo pegadizo a lo que aferrarse.
10 consejos para mejorar tu juego
Una vez que tengas una idea o una base sólida para tu ritmo, es hora de pasar al siguiente nivel. Aquí tienes 10 consejos profesionales que me gusta incorporar a cada uno de mis ritmos para darles un sonido profesional.
Batería por capas
A veces, las muestras y los bucles de batería suenan bien por sí solos. Sin embargo, la mayoría de las veces, la superposición de baterías añade la profundidad y la textura necesarias para que nuestros ritmos destaquen.
Cuando digo "estratificar", me refiero a combinar varias muestras de batería para crear un sonido único y más completo. Básicamente, puedes aprovechar los puntos fuertes de distintos sonidos de batería y mezclarlos en un todo cohesionado.
Para empezar, ten en cuenta las características de los sonidos de batería que quieras estratificar.
Por ejemplo, puedes tener una muestra de bombo con muchos graves y otra con un ataque afilado y contundente. Si superpones estas dos muestras, puedes crear un sonido de bombo que tenga tanto los graves profundos que necesitas como la pegada necesaria para atravesar la mezcla. Podemos utilizar un modelador de transitorios para reducir el sustain de la muestra afilada, de modo que no se solape con la muestra más grave y contundente.
El mismo enfoque puede aplicarse a las cajas, los hi-hats y otros elementos de percusión.
Lo más importante es prestar atención a la alineación de las fases.
Las fases desalineadas pueden hacer que ciertas frecuencias se anulen, dando como resultado un sonido más débil. Es fácil pensar que apilando dos bombos pesados obtendrás uno aún más pesado, aunque rara vez es así. Por suerte, la mayoría de las DAW disponen de herramientas que permiten ajustar la fase de las muestras para garantizar que funcionen juntas.
Sin embargo, algunas capas pueden beneficiarse de ligeras variaciones de velocidad y tiempo. Esto puede añadir un toque más humano a tu batería. Por ejemplo, si retrasas ligeramente una de las capas de la caja, conseguirás un efecto de flam, similar al sonido de un batería real.
También puedes plantearte utilizar distintas técnicas de procesado en cada capa. Por ejemplo, podrías mantener una capa de caja seca y frontal para mantener la pegada inicial, mientras envías la muestra menos importante a una reverb para darle espacio.
Por supuesto, no tengas miedo de experimentar con sonidos poco convencionales, como muestras de foley, clics o incluso pequeños fragmentos melódicos. Hacerlo es una forma estupenda de hacer que tu batería suene más interesante y de diferenciarte de otros productores musicales.
Experimente con el swing
No hay mejor manera de dar un toque más humanista a tus ritmos que con un poco de swing.
Pero, ¿qué es exactamente el swing?
En resumen, el swing introduce ligeros retardos de tiempo, sacando algunas notas de la parrilla metronómica para dar síncopa a la batería. Es una forma excelente de evitar que tu batería suene robótica.
Mientras que algunos géneros se benefician de ese sonido directo, otros, como el hip-hop, el jazz y el funk, combinan bien con un ritmo más relajado y groovy.
J Dilla fue el maestro del swing, y sus ritmos clásicos de hip-hop boom-bap dieron lugar a toda una generación de creadores de ritmos. Escucha su producción de batería en "Runnin" de Pharcyde para ver un ejemplo de swing en una batería:
Aunque el swing puede aplicarse a casi cualquier elemento del ritmo, se utiliza sobre todo en hi-hats, cajas y percusión. Lo más probable es que tu DAW disponga de una función de swing o shuffle en el piano roll o en el secuenciador. La mayoría de los DAW modernos, como Ableton Live, FL Studio y Logic Pro, incorporan ajustes de swing que te permiten ajustar la cantidad de swing aplicado a tus patrones de batería.
Cuando aplicas el swing, básicamente estás cambiando el tiempo de las notas fuera de compás. Por ejemplo, en un compás estándar de 4/4, si aplicas swing, el segundo y el cuarto tiempo de cada compás pueden adelantarse ligeramente, creando esa sensación de relajación. La cantidad de swing que apliques puede variar. A veces, un swing sutil es más que suficiente para hacer más interesante un bucle de batería, mientras que otras veces, lo mejor es empujar las cosas más atrás para conseguir un shuffle más pronunciado.
Variar la velocidad
Otra forma estupenda de dar un toque humano a tus ritmos es variar la velocidad de las notas.
La velocidad se refiere a la intensidad con la que se toca una nota. Cuando tocas un instrumento en directo, obtienes una velocidad natural de nota a nota. Sin embargo, cuando se programan sonidos, ya sean baterías, sintetizadores, teclas, etc., la velocidad suele ser la misma, a menos que se intente ajustarla. Cuando todas las notas se tocan a la misma velocidad, la música puede parecer plana y sin vida.
Piensa en tocar un patrón de corcheas. No tocarías todas las notas con el mismo énfasis, a no ser que busques un sonido tecno industrial.
Por suerte, una de las formas más sencillas de empezar a variar la velocidad es con los patrones de batería. Haz que algunos golpes sean más suaves y otros más pronunciados utilizando los controles de velocidad del piano. Por ejemplo, puedes hacer que los golpes principales de la caja sean más fuertes, mientras que las notas fantasma sean más suaves.
Si estás programando un patrón de hi-hat básico, puedes hacer que los off-beats (los 'y' en un patrón de 1-y-2-y-3-y-4-y) golpeen a una velocidad más baja que los downbeats. Incluso el cambio más sutil puede hacer que tu patrón de hi-hat suene mucho más natural.
Si no estás seguro de qué notas debes hacer más suaves o más fuertes, grábate golpeando el surco con los dedos, importa el audio a tu DAW y haz coincidir la velocidad de tus muestras con la velocidad de cada uno de los golpes de tus dedos.
Automatice sus efectos
Aunque la mayoría de los productores principiantes añaden efectos como reverberación, retardo o filtros a sus mezclas y ya está, a mí me gusta pensar que estos elementos de mezcla, que de otro modo serían estáticos, también son instrumentos. Al igual que tus instrumentos, deben evolucionar con el tiempo para que tus ritmos sean más dinámicos.
Hay infinitas formas de enfocar esto, aunque una de mis técnicas favoritas es utilizar la automatización para crear subidas y bajadas. Por ejemplo, puedes automatizar el corte de un filtro para que se abra gradualmente durante una subida. Esto se oye a menudo en EDM y hip-hop, ya que crea tensión antes de una caída o estribillo.
La reverberación y el retardo también son candidatos ideales para la automatización. Puede empezar con una señal de caja seca y aumentar gradualmente la reverberación durante el chorus para abrirla. O puedes automatizar la realimentación del retardo en un corte vocal para convertir un simple retardo en un eco cavernoso y arremolinado.
Añadir elementos de transición
Los mejores ritmos tienen secciones definidas, como las canciones pop. Quieres que una sección enganche al oyente y le dé algo que esperar a medida que avanza la canción. Y aunque estructurar un ritmo de forma que tenga secciones definidas está muy bien, lo que separa a los profesionales de los aficionados es la forma en que esas secciones hacen la transición entre sí.
Los elementos de transición pueden ayudar a guiar al oyente de una parte de la pista a la siguiente manteniendo la fluidez. Sin ellos, es fácil que un ritmo parezca inconexo.
Hay montones de elementos de transición entre los que elegir, aunque algunos de los que más utilizo son:
- Subidas: Excelentes antes de una caída o un estribillo para crear expectación. Puedes crear subidas con sintetizadores, barridos de ruido o incluso efectos de sonido muestreados.
- Barridos: De forma similar a las bandas, los barridos suelen implicar un barrido de filtro que pasa de frecuencias bajas a altas o viceversa.
- Drum Fills: Si tu ritmo no se adapta bien a los barridos o las bandas, puedes hacer la transición entre secciones con un drum fill.
- Efectos inversos: Toma un sonido que ya tengas en la mezcla e inviértelo para utilizarlo como transición. Puede ser cualquier cosa, desde un golpe de platillos hasta una muestra de voz con verborrea.
- Impactos: Los impactos potentes y percusivos son excelentes herramientas para marcar el comienzo de una nueva sección. A menudo los mezclo muy bajos, para que no resulten evidentes, pero el oyente los perciba como un indicio de que se está pasando a algo diferente.
Añadir texturas de fondo
En casi todos los ritmos que hago, me encanta añadir sutiles capas de fondo para rellenar el espacio vacío. Es una forma estupenda de crear una experiencia de escucha más envolvente sin sobrecargar los elementos principales del tema.
Las texturas de fondo pueden ser cualquier cosa, desde sonidos ambientales y grabaciones de campo hasta suaves pads de sintetizador y efectos atmosféricos. La clave está en encontrar sonidos interesantes que aporten una profundidad tridimensional de la que, de otro modo, carecería tu ritmo.
Como me gusta la música orgánica, suelo inclinarme por los sonidos de la naturaleza, como la lluvia, el viento o el canto de los pájaros. Dependiendo de tu estilo como productor musical, también puedes añadir sonidos urbanos como el tráfico de la ciudad o charlas en fiestas. Si el proceso de producción musical lo requiere, sal con una grabadora para capturar algunos sonidos del mundo real e incorpóralos a tus ritmos para darles tu toque personal.
Una vez grabé el sonido del aire acondicionado en mi estudio y lo conecté en cadena lateral al bombo para darle a mi ritmo un poco de aire literal. Las posibilidades son infinitas.
Muestra de fuentes inusuales
Nunca insistiré lo suficiente en la importancia de experimentar. Hay millones de productores haciendo ritmos con los mismos samples, instrumentos virtuales y efectos. Para destacar entre la multitud, tienes que encontrar formas de añadir originalidad a tus ritmos.
Si te sales del ámbito típico de las baterías tradicionales y los preajustes de sintetizador, puedes encontrar sonidos que marquen la diferencia. Las grabaciones de campo son un buen punto de partida, aunque también puedes utilizar diálogos, efectos de sonido y ruidos de fondo de películas y programas de televisión, siempre que tengas el derecho de usarlos.
Pensemos en productores como DJ Shadow. Su álbum "Endtroducing....." contiene una ecléctica mezcla de muestras de discos antiguos, películas oscuras y grabaciones de campo aleatorias. Sentó las bases de un sonido rompedor que aún resuena entre los oyentes.
Si te gusta grabar, busca en las tiendas de anuncios clasificados o en Internet instrumentos no tradicionales, como pianos de juguete, kalimbas o incluso objetos improvisados, como ollas y sartenes.
Uno de mis creadores de ritmos favoritos es Kount Koal. Tiene montones de instrumentos y técnicas de procesamiento poco habituales que utiliza al crear ritmos, lo que le da un sonido propio.
Utilizar la saturación y la distorsión
La saturación y la distorsión son herramientas poderosas que te recomiendo encarecidamente que empieces a utilizar si aún no lo has hecho.
La saturación imita la compresión natural y las características armónicas de la cinta analógica y el hardware, proporcionando esa agradable calidez que se escucha en los discos antiguos, mientras que la distorsión puede dar una calidad más áspera y afilada.
Hay muchos tipos diferentes de saturación, entre ellos:
- Saturación de la cinta
- Saturación del tubo
- Overdrive
- Pelusa
- Aplasta-mordiscos
Te recomiendo que te hagas con unos cuantos plugins de cada categoría y experimentes añadiéndolos a tus sonidos de ritmo individuales o a todo el ritmo.
Jugar con inversiones de acordes
Jugar con inversiones de acordes es una forma fantástica de añadir variedad a tus ritmos. Simplemente cambia el orden de las notas del acorde que estás tocando para que la tónica del acorde no esté siempre en el bajo.
No sólo puede hacer que las progresiones de acordes básicas suenen más interesantes, sino que también puede ayudar a suavizar las transiciones y las voces. Por ejemplo, si estás tocando una progresión de acordes de Do mayor (Do - Sol - Am - Fa), prueba a utilizar la primera inversión de Sol (Si - Re - Sol) para que la nota de bajo en Do baje un paso en lugar de subir una quinta.
Referencia Otros productores
Mi último consejo, y el más importante, es hacer referencia a otros productores.
Analizar y aprender del trabajo de productores consagrados te permitirá conocer técnicas, estilos y tendencias que pueden inspirar e informar tu propio proceso creativo. La escucha crítica es una forma estupenda de mejorar tus mezclas, inspirarte en los arreglos y aprender más sobre diseño de sonido.
Muchos de los mejores productores hacen referencia y estudian abiertamente el trabajo de otros.
Por ejemplo, Dr. Dre ha hablado de su admiración por Quincy Jones y del modo en que hace referencia al trabajo de Quincy para informar su propio estilo de producción. Probablemente sea una de las cosas que le han ayudado a convertirse en uno de los productores más influyentes del hip-hop.
Los próximos pasos en el camino de la creación de ritmos
A medida que avanzas en tu viaje de creación de ritmos, recuerda que dominar la producción musical es tanto un arte como una ciencia. Si aplicas los consejos y las técnicas que hemos comentado, estarás en el buen camino para crear ritmos de calidad profesional que destaquen en la industria musical.
Crear tus propios ritmos es sólo cuestión de experimentar, aprender y perfeccionar tus habilidades.
Desde superponer baterías y experimentar con el swing hasta añadir una textura única con técnicas de muestreo inusuales, cada paso te acerca más a tu ritmo final. No olvides consultar a otros productores para seguir mejorando e inspirándote. Sigue superando tus límites y pronto producirás ritmos que podrán competir con los mejores.