Los 9 instrumentos musicales más fáciles de aprender

Los 9 instrumentos musicales más fáciles de aprender Los 9 instrumentos musicales más fáciles de aprender

Aprender un instrumento musical es sin duda una de las cosas más gratificantes que puedes hacer. Es como descubrir una parte completamente nueva de uno mismo, en la que no sólo puedes expresar lo que te pasa por la cabeza, sino también comunicarlo de una forma que las palabras no pueden. Hay algo muy especial en el momento en que te das cuenta de que estás haciendo música, ya sea tocando tu primer acorde o clavando ese riff en el que has estado trabajando.

Y aunque el objetivo final sea improvisar o crear algo único, el viaje en sí resulta igual de emocionante.

Sin embargo, si empiezas con un instrumento demasiado complicado, es fácil desanimarse. Elegir uno que se adapte a tu nivel de habilidad (o a la falta de ella) hace que el proceso sea mucho más agradable y, sinceramente, te da la motivación para seguir adelante. A veces, cuanto más fácil es el comienzo, más rápido te enganchas y, antes de que te des cuenta, estás progresando sin darte cuenta de lo lejos que has llegado.

En este artículo, te guiaré a través de 9 instrumentos musicales que son relativamente fáciles de aprender, especialmente si estás empezando.

Cómo decidir qué instrumento aprender

Comprometerse a aprender a tocar un instrumento es algo muy importante, por lo que merece la pena pensar qué es lo que va a hacer que disfrutes de la experiencia. Antes de lanzarte, debes tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales.

Objetivos

¿Qué quieres hacer realmente con este instrumento? ¿Quieres tocar tus canciones favoritas alrededor de una hoguera, formar parte de un grupo o incluso producir música en un estudio? Tu objetivo final es importante, porque algunos instrumentos se adaptan mejor a determinados estilos musicales o funciones. Si sólo quieres improvisar, lo mejor es algo sencillo, como un ukelele. Pero si tus ambiciones son mayores, quizá prefieras un instrumento más versátil, como un piano o un teclado.

Portabilidad

Esta es para cualquiera a quien le guste estar en movimiento. Si piensas tocar en casa de un amigo, llevar tu instrumento a un concierto o simplemente moverte mucho, la portabilidad es clave. Aunque un piano suena muy bien, cargar con él... no tanto. Así que piensa si necesitas algo fácil de transportar o si va a estar en el mismo sitio la mayor parte del tiempo.

Coste

No todos los instrumentos cuestan lo mismo. Algunos son bastante asequibles, mientras que otros pueden suponer una gran inversión. Además, no hay que olvidar el mantenimiento y los accesorios adicionales, como cuerdas, lengüetas o cables. Siempre es bueno saber en qué te estás metiendo económicamente para no llevarte sorpresas más adelante.

Interés personal

Al fin y al cabo, tienes que averiguar qué es lo que realmente te apasiona. Si un instrumento te llama la atención y te dan ganas de cogerlo, eso es una gran victoria. No te decantes sólo por algo porque sea "práctico". Elige lo que despierte tu interés. Así es mucho más probable que te quedes con ello.

9 instrumentos fáciles de aprender

1. Ukelele

El ukelele es sin duda uno de los instrumentos musicales más populares entre los principiantes. Comparado con otros instrumentos de cuerda, es divertido, sencillo y bastante indulgente si estás empezando. Además, no hace falta gastarse un dineral para conseguir uno decente. Incluso los ukes más asequibles pueden tener una gran calidad de sonido, lo que es perfecto para los que no se atreven a invertir demasiado por adelantado.

Otra ventaja es que el ukelele es muy compacto. Tanto si vives en un apartamento pequeño como si quieres algo que puedas meter en una mochila y llevarte a la playa, el pequeño tamaño de este instrumento es un gran argumento de venta. Es mucho menos voluminoso que una guitarra, así que puedes tocarlo literalmente en cualquier sitio.

Hablando de guitarras, el ukelele comparte algunas similitudes. Pero la gran diferencia es que los trastes están más juntos, lo que lo hace especialmente adecuado para las personas con manos pequeñas o para quienes les cuesta estirarse por el mástil de una guitarra.

Y cuando se trata de aprender esos acordes, lo básico es superfácil de aprender. Con solo un puñado de acordes sencillos, puedes tocar miles de canciones.

Por si fuera poco, es muy fácil encontrar tablaturas de ukelele en Internet. Hay una gran comunidad de ukelelistas que comparten tablaturas para casi todas las canciones que se te ocurran.

2. Grabadora

Ah, el dulce, dulce sonido de la flauta dulce. Puede que te traiga recuerdos de la clase de música de la escuela primaria, donde todos los niños parecían decididos a tocar la nota más alta y chirriante posible. Si eres padre, probablemente aún oigas el eco fantasmal de aquellas "actuaciones" en el salón de tu casa. Pero hay una razón por la que los profesores entregaban estos pequeños instrumentos a los niños: son fáciles de tocar y perfectos para principiantes.

Aunque la flauta dulce puede tener cierta reputación, cuando se toca bien puede sonar realmente bien. Además, es fácil de manejar, por eso es tan popular en la educación musical temprana.

Una de las mayores ventajas de la flauta dulce es que te ayuda a sentir la afinación y el tempo. Si estás empezando, es una forma fantástica de entrenar el oído y familiarizarte con los conceptos musicales básicos. En cuanto al control de la respiración, como la flauta de pico se basa en el flujo de aire para producir sonido, es una forma estupenda de desarrollar la capacidad pulmonar y aprender a controlar la respiración.

Por si fuera poco, la flauta de pico es un excelente trampolín si quieres tocar otros instrumentos de viento como la flauta o el clarinete. La colocación de los dedos es bastante similar en todos los instrumentos, así que una vez que domines los fundamentos de la flauta dulce, la transición a uno de los instrumentos de viento-madera más grandes no te resultará tan intimidatoria.

3. Guitarra

La guitarra puede ser un poco más difícil que otros instrumentos fáciles de aprender de esta lista, pero la buena noticia es que no se tarda mucho en empezar a cosechar los frutos. En cuanto le cojas el truco a los acordes básicos y a algunos patrones de rasgueo sencillos, te sorprenderá lo rápido que puedes empezar a tocar canciones de verdad.

Si estás empezando, una guitarra de cuerdas de nailon (también conocida como guitarra clásica) puede ser una gran opción porque las cuerdas son un poco más suaves para los dedos. Créeme, como guitarrista desde hace 15 años, cuando empiezas, las yemas de los dedos se resienten. Con el tiempo, te saldrán callos que te harán tocar mucho más fácil, pero las cuerdas de nailon pueden ofrecerte una introducción más suave.

Dicho esto, no son tan versátiles como las guitarras acústicas o eléctricas de cuerdas de acero, más comunes en la música moderna. Así que tendrás que pensar en el tipo de música que te interesa. Si sueñas con tocar rock o pop, una guitarra eléctrica o de cuerdas de acero puede ser más adecuada para ti.

Otra cosa a tener en cuenta es el tamaño de la guitarra. Si eres más joven, tienes las manos más pequeñas o simplemente quieres algo más cómodo de sujetar, quizá te interese una guitarra con un cuerpo más pequeño o una escala más corta. Puede suponer una gran diferencia en cuanto a alcance y facilidad para tocar, sobre todo cuando estás aprendiendo los primeros acordes.

Cuando se trata de aprender canciones o escalas, muchos estudiantes empiezan con la tablatura (o tabs para abreviar), que es una forma simplificada de leer música específica para la guitarra. Las tablaturas te indican exactamente dónde colocar los dedos en el diapasón sin tener que aprender la notación musical tradicional. Es mucho más fácil y rápido de aprender, sobre todo si quieres empezar a tocar tus canciones favoritas de inmediato.

4. Bongos

Siempre recomiendo los bongos a los principiantes interesados en aprender algo de percusión auxiliar. Son muy accesibles, divertidos de tocar y no se necesita ninguna experiencia musical previa para empezar. Aunque puede que te los imagines en medio de un círculo de tambores hippie en un festival de música o metidos en el fondo de un tema acústico de Ben Harper, los bongos son en realidad mucho más versátiles de lo que crees. Se pueden escuchar en un montón de géneros musicales, desde el latín y el jazz hasta el pop e incluso el rock.

Los bongos vienen como un par de tambores. El más pequeño y agudo se llama "macho", y el más grande y grave, "hembra". Se suelen tocar con las manos, y puedes utilizar distintas partes de la mano para crear una amplia gama de sonidos. Además, aprender a tocar los bongos es una buena base para tocar otros instrumentos de percusión, como las congas o incluso una batería completa, ya que se adquiere un ritmo y una coordinación que se transfieren bien a casi cualquier tipo de percusión.

5. Teclado

El teclado es sin duda uno de los instrumentos más versátiles que existen y, si te interesa aprender teoría musical, probablemente sea el mejor lugar para empezar. Cuando tocas el teclado, comprendes cómo está estructurada la música. Aprenderás a leer partituras, construir acordes, crear armonías y comprender la relación entre las notas de una forma que te resultará útil para prácticamente cualquier instrumento que quieras tocar más adelante.

Y, al igual que la guitarra, el teclado te ofrece esa satisfactoria sensación de progreso desde el principio. Con unos pocos acordes básicos de tríadas, puedes empezar a tocar una gran variedad de canciones. Es increíble lo rápido que se pasa de cero a tocar canciones completas con un poco de práctica.

Además, dominar el teclado te abre las puertas a mucho más. Una vez dominadas las nociones básicas, la transición a un piano completo es pan comido. Por no hablar de que es una puerta directa a otros instrumentos populares como los sintetizadores o incluso la producción musical digital.

6. Controlador DJ

Cuando piensas en crear tu propia música, es posible que no te venga a la cabeza un controlador de DJ. Pero créeme, puede ser una herramienta sorprendentemente eficaz para adquirir conocimientos musicales. De hecho, el proceso incluye mucha teoría musical.

En primer lugar, hay controladores de DJ de todas las formas y tamaños. Desde los básicos de dos platos para principiantes hasta los más avanzados, que permiten mezclar, muestrear y manipular pistas de infinitas maneras. Algunos controladores son totalmente digitales y funcionan con software como Serato o Rekordbox, mientras que otros tienen funciones más táctiles y analógicas (botones, faders, jog wheels) que te permiten tocar la música.

Lo creas o no, aprender a mezclar pistas te enseña mucho sobre el ritmo, el tempo e incluso el tono. Hacer coincidir los ritmos de las canciones requiere oído para la sincronización, mientras que jugar con los efectos y la ecualización puede darte una idea de cómo interactúan las distintas frecuencias y tonos.

Y si tienes curiosidad por probarlo, empezar con un controlador de DJ digital es un gran paso. Equipos como el Pioneer DDJ-400 o el Numark Mixtrack Pro FX son opciones aptas para principiantes que funcionan con software de DJ, lo que te da acceso a un montón de funciones sin gastarte un dineral.

7. Armónica

Todo el mundo puede imaginarse esa escena de película antigua en la que un tipo sentado en la celda de una cárcel toca un triste riff de blues con su armónica. El instrumento se ha convertido en la banda sonora de alguien que está esperando su próxima comida o contemplando las preguntas más profundas de la vida. Por supuesto, la armónica tiene mucho más que ofrecer que sólo servir de escenario para las fugas de las cárceles.

La armónica tiene una gran reputación en el blues y el country. Pero también se cuela en el rock, el jazz e incluso en algunos temas pop. Es sorprendentemente versátil para un instrumento tan pequeño.

Y hablando de pequeño, la armónica es súper compacta. Puede metérsela en el bolsillo y llevársela a cualquier parte. Sin necesidad de roadies ni maletines gigantes. Serás el músico con menos mantenimiento de la sala, y eso ya es una victoria.

¿Y lo mejor? Es uno de los instrumentos más fáciles de aprender. ¿Por qué? Porque no tienes que preocuparte de complicadas digitaciones ni de complicadas formas de acordes. Sólo tienes que soplar o hacer pasar aire por el instrumento y ya estás haciendo música. Es casi infalible. Con unas pocas técnicas básicas, puedes crear melodías sólidas muy rápidamente.

Dicho esto, una vez que domines lo básico, hay mucho espacio para crecer. Puedes llegar a doblar notas, añadir vibrato o incluso conseguir esos geniales efectos de silbido de tren. Todo es cuestión de control de la respiración, sincronización y, finalmente, de dominar el fino arte de hacer que suene sin esfuerzo.

8. Pandereta

La pandereta suele tener mala fama. A menudo se considera un simple instrumento que cualquiera puede coger y tocar. Y aunque eso es un poco cierto, no hay que dejarse engañar por su sencillez. En realidad, es uno de los instrumentos de percusión más versátiles que existen.

Hay muchos tipos diferentes de panderetas. Algunos tienen parche, otros no. Algunos son circulares, otros tienen forma de media luna. Pero todas funcionan de la misma manera: se golpea, se agita o ambas cosas. Los cascabeles hacen el resto.

También es una gran herramienta para aprender los entresijos de la percusión. El tiempo, el ritmo, la dinámica... todo está ahí. Es especialmente útil para los cantantes que quieren añadir algo más cuando actúan en directo.

9. Arpa

Si nunca has oído hablar del arpa solapada, ¡déjame que te la presente! Básicamente, se trata de una mini arpa que cabe en el regazo y que se ha diseñado pensando en los músicos principiantes. Una de las cosas más interesantes de este instrumento de cuerda es que las partituras se colocan justo debajo de las cuerdas. Así no tienes que mirar hacia arriba y hacia abajo mientras tocas. Literalmente, estás mirando las notas y las cuerdas al mismo tiempo.

Al igual que la armónica, el arpa solapada es muy compacta. Tiene el tamaño perfecto para tocar de forma ocasional, tanto si estás en casa como de viaje.

En cuanto a aprender a tocarlo, no necesitarás años de práctica. En pocas horas se le coge el truco. Todas las cuerdas están afinadas con notas específicas, así que básicamente estás punteando una melodía con una probabilidad mínima de desafinar.

Reflexiones finales - Instrumentos fáciles de aprender

En algún momento, casi todo el mundo piensa en aprender a tocar un instrumento. Pero, ¿la realidad? Mucha gente nunca lo hace. La vida se les echa encima o piensan que es demasiado difícil, demasiado tarde o les lleva demasiado tiempo.

Por suerte, hoy en día aprender a tocar un instrumento musical es más fácil que nunca. Con todas las aplicaciones, tutoriales y recursos que existen, puedes aprender lo que quieras sin necesidad de apuntarte a clases formales ni gastarte una fortuna.

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