El viernes 15 de junio, Taylor Swift lanzó su última canción, 'You Need to Calm Down', el segundo sencillo de su séptimo álbum de estudio, 'Lover'. Junto con el lanzamiento de su primer sencillo de 2019, 'ME!', esto significa el comienzo de la nueva "era" de Swift (como a sus fans les gusta llamarla), que lleva temas e imágenes de colores pastel, arcoíris, orgullo, aliadismo LGBTQ+ y una estética general positiva y alegre, un marcado contraste con la era oscura y tensa de su último álbum, 'Reputation'.
El single ha sido un éxito para Swift y ha generado una expectación sin precedentes por el álbum, pero aparte de la voz atrevida de Swift y la línea de bajo de sintetizador, ¿qué hace que "You Need to Calm Down" sea tan pegadiza y agradable que la he puesto cuatro días seguidos?
Exploremos los elementos de producción y las ideas líricas y estructurales que hacen del nuevo single de Swift un éxito.
1. El coro
¿Quién iba a decir que escribir un gancho pegadizo podía ser tan sencillo como superponer un puñado de armonías sin letra sobre el acorde de tónica mayor? El glorioso coro de voces apiladas de Swift cantando "oh oh" repetidamente es la perfección pop. Es fácil de memorizar y se puede cantar, dos de los componentes más importantes de un buen estribillo pop. Puedes cantar el estribillo de memoria después de escucharlo una sola vez.
Este no es un terreno nuevo para Swift: ha escrito muchos estribillos geniales a lo largo de su carrera como compositora, que dura ya más de una década. El estribillo de su anterior single, "ME!", también tiene un gancho con muy poca letra ("me-hee-hee / oo-hoo-hoo"), adornado con -lo has adivinado- un montón de armonías. El gancho de su último gran éxito, 'Delicate', repite "isn't it" una y otra vez sin siquiera cambiar de nota, y aun así funciona.
La evidencia de las influencias que Swift se autoproclama (Paul McCartney, Bruce Springsteen) es clara: algunos de los compositores más renombrados de nuestro tiempo han utilizado las melodías más sencillas para construir ganchos icónicos. Desde la melodía "na na na" por excelencia que todos conocemos de "Hey Jude" de The Beatles (escrita por McCartney), hasta el gancho melódico de apertura impulsado por sintetizadores de "Born In the USA" de Springsteen, Swift ha aprendido de los mejores en cuanto al arte de componer canciones pop.
2. Utilizando coloquialismos modernos en su beneficio
Si le pides a tu madre que no te "eche sombra", es muy probable que no sepa a qué te refieres, pero Swift sabe que sí. Utiliza estas frases familiares de la generación actual a lo largo de su canción para conectar con su público objetivo.
Algunos ejemplos son las referencias a Twitter ("dilo en un tuit, que es una evasiva"), "sólo tienes que tomar varios asientos" (frase con la que se quiere decir a alguien que "se siente" porque lo que está diciendo es ridículo) y, por supuesto, "¿puedes dejar de pisarnos las batas?".
3. La progresión de acordes más sencilla posible
Todos hemos oído la famosa cita de Harlan Howard: "La música country no es más que tres acordes y la verdad", pero para escribir esta canción, Swift sólo necesitó dos.
Swift se pasa literalmente toda la canción alternando entre el acorde único o tónica (re mayor) y el acorde cuádruple (sol mayor). Pasar del acorde cuatro al acorde uno es una progresión de dos acordes muy común y ampliamente utilizada, que también se conoce como "cadencia plagal", debido a su popularidad en los himnos (casi todos los "amén" al final de un himno se ajustan a una cadencia plagal).
Aunque utilizar sólo dos acordes puede resultar aburrido si no se cuenta con las melodías y los elementos de producción adecuados, Swift mantiene esta progresión sin dejar de crear una canción pegadiza y dinámica con estrofas, estribillos y un puente contrastados.
Hay que ser un gran compositor para hacer que una canción con sólo unos acordes suene interesante. Cuando Christine McVie, de Fleetwood Mac, recordó la primera vez que escuchó a Stevie Nicks (otra de las grandes influencias de Swift) tocar una versión en bruto de 'Dreams', pensó que era una canción "aburrida" que tenía "sólo tres acordes y una nota en la mano izquierda". Pero después de que su compañero de banda Lindsey Buckingham "creara tres secciones con acordes idénticos, haciendo que cada sección sonara completamente diferente", McVie vio la canción bajo una nueva luz. Si algo nos ha enseñado la música pop es que no hacen falta muchos acordes para hacer una buena canción.
4. Trasfondo político
Swift ha sido criticada durante mucho tiempo por permanecer en silencio sobre cuestiones políticas, y tomó la decisión de romper este silencio con un largo post de Instagram en octubre de 2018 antes de las elecciones de mitad de mandato, hablando sobre los derechos LGBTQ+ y el racismo, y también apoyando a dos candidatos al Congreso, Phil Bredesen y Jim Cooper, para las elecciones de mitad de mandato de Tennessee. Swift continuó con otro post político para inaugurar el Mes del Orgullo, instando al senador Lamar Alexander a apoyar la Ley de Igualdad. También instó a sus fans a firmar su petición para que el Senado apoye la ley.
Ahora, por primera vez, expresa su apoyo al colectivo LGBTQ+ en su música, con una estrofa en la que critica a los manifestantes homófobos ("Sunshine on the street at the parade / But you would rather be in the dark ages, making that sign / Must've taken all night"). En lugar de dirigirse a los "haters" en general, envía un mensaje específico con esta letra, su vídeo musical y su petición de apoyo a la comunidad LGBTQ+. Esta canción destaca en comparación con el resto de su música y ofrece a los oyentes la oportunidad de conectar más profundamente con temas que les preocupan.
Los temas y matices de la nueva era de Swift están haciendo que los fans (y los críticos) estén de todo menos tranquilos, y este single significa un nuevo capítulo para ella como artista y compositora. No sabemos cómo sonará este nuevo álbum, pero supongo que habrá muchos más éxitos de Swift.