¿Alguna vez se ha preguntado por qué las canciones pop se le pegan en la cabeza como si fueran pegamento?
El género es conocido por su calidad pegadiza e infecciosa, que atrapa a la gente de inmediato, aunque sólo sea el estribillo repetido durante días. El pop moderno, tal y como lo conocemos actualmente, tiene un aire pulido y exagerado que puede parecer de otro planeta. El tipo de producción que suena casi demasiado limpia, demasiado perfecta para lograrlo sin un estudio de alta gama.
Sin embargo, quiero acabar con el estigma de que hacer música pop de calidad es un arte intocable. Con la orientación adecuada (ahí es donde entro yo) y unas cuantas habilidades clave, cualquier músico puede dar vida a ese sonido "listo para la radio" desde su habitación.
Es cierto que la música pop tiene diferentes sabores, desde el RnB y los éxitos llenos de sintetizadores de The Weeknd hasta el twang de Taylor Swift, pasando por el estilo de Doja Cat. Aun así, hay algunos elementos básicos que siguen siendo universales: ganchos que enganchan, ritmos que suenan y melodías que pegan.
En esta guía, te explicaré todo lo que necesitas saber para crear tus propios temas pop, desde cómo crear un ritmo característico hasta cómo poner voces limpias y ligeras y darles el toque final.
Desmitifiquemos el proceso y adentrémonos en lo que hace pop a la música pop.
¿Qué es la música pop?
Empecemos por lo básico: "pop" es la abreviatura de música popular, es decir, música diseñada para llegar al mayor número posible de oídos.
Es el tipo de música que escuchamos en todas partes, ya sea en listas de reproducción en streaming, en la radio, en anuncios o paseando por el supermercado. El pop se creó para captar la atención y mantenerla, por lo que tiende a seguir ciertos trucos probados que lo hacen pegadizo y accesible al instante.
Es cierto que la música pop ha cambiado mucho a lo largo de los años, pero hay una receta que sigue siendo válida. He aquí un rápido resumen de algunos ingredientes básicos:
- Ganchos pegadizos: los estribillos que no puedes dejar de cantar
- Steady Beat: un ritmo sencillo pero contagioso que te mantiene en movimiento
- Letras cercanas: canciones que parecen hablarte directamente a ti.
- Producción pulida: elegante y limpia, sin demasiadas asperezas.
- Simplicidad melódica: melodías sencillas que se pegan sin necesidad de un título de teoría musical.
¿De dónde procede el sonido pop actual? Para responder a esta pregunta, demos un rápido paseo por la historia del pop.
Las raíces de la música pop en Occidente se remontan a principios del siglo XX, cuando las big bands y el jazz dominaban los salones de baile. En los años 50 estalló el rock and roll, una mezcla de ritmo, blues y un poco de energía rebelde. En los años 60 y 70 nos encontramos en la era de los Beatles y la Motown, con canciones melódicas y un creciente interés por temas cercanos. Luego vinieron los 80, con los sintetizadores y la producción masiva (por no hablar del pelo masivo), los 90, con los ganchos pegadizos y las boy bands, y los 2000, con la evolución digital del pop.
A pesar de los cambios de sonido, hay algo que ha permanecido constante: la música pop pretende conectar con la gente. En el fondo, el pop quiere llegar a algo real, ya sea el amor, el desamor, la felicidad o cualquier otra cosa que nos haga humanos. Es música que parece que te está hablando, y eso es exactamente lo que queremos crear.
Qué necesito para hacer música pop
Ordenador
En el corazón de cualquier sistema de producción pop hay un ordenador. Hoy en día, los equipos analógicos clásicos y pesados, como las enormes mesas de mezclas o cajas de ritmos como la TR-808 o la LinnDrum, ya no son imprescindibles. Mientras que antes los productores dependían de paredes de hardware para conseguir su sonido, la tecnología actual ha hecho posible crear pistas listas para las listas de éxitos sólo con un portátil.
No me malinterpretes: los equipos analógicos siguen teniendo un lugar en el mundo del pop. De hecho, yo soy un gran fan de mi Moog Voyager y grabo mis guitarras con mi Supro Keeley Custom 12. Muchos de los mejores productores utilizan sintetizadores vintage o cajas de ritmos para añadir un poco de sabor.
Lo mejor es que no lo necesitas para conseguir ese sonido pulido y profesional. De hecho, casi todo lo que necesitas para producir pop se puede programar en un portátil.
Así que, si tienes un ordenador, ya estás en camino.
DAW
Ahora que ya tienes tu ordenador, necesitarás una DAW (estación de trabajo de audio digital). Será el centro donde grabarás, arreglarás, mezclarás y retocarás todos los elementos de tu canción hasta que esté lista para la radio. Básicamente, es tu estudio virtual.
Existen multitud de DAW, cada uno con su propio estilo y ambiente. Algunos de los grandes nombres de la producción pop son Ableton Live, Logic Pro y Pro Tools. Sin embargo, si estás empezando y no estás preparado para invertir, no te preocupes. También hay muchas opciones gratuitas. GarageBand (para usuarios de Mac) y Cakewalk (para Windows) son fantásticos DAW básicos que ofrecen montones de funciones sin costar un céntimo.
Muestras, bucles y VST
Una vez que tengas tu DAW, necesitarás algunos componentes musicales para empezar a crear un ritmo pop.
Muestras, bucles y VST serán los componentes básicos de tu pista.
Los samples y loops son fragmentos de sonido listos para usar, que pueden ir desde golpes de batería hasta voces en bucle y mezcladas, y que puedes incluir directamente en tu pista. Son muy útiles para inspirarte rápidamente o completar un arreglo sin tener que grabarlo todo desde cero.
Para acceder a samples y loops libres de derechos, visita sitios como Splice y Loopmasters. Tienen bibliotecas llenas de sonidos de alta calidad para todos los géneros.
Luego tenemos los VST, que son instrumentos y efectos virtuales que amplían las posibilidades de tu DAW. Pueden ir desde sintetizadores y cuerdas orquestales hasta plug-ins multifx con infinitas opciones de modulación.
Algunas de mis empresas de VST favoritas a las que recomiendo echar un vistazo son:
- Native Instruments
- Spectrasonics
- Spitfire Audio
- Arturia
Controlador MIDI
Aunque se puede hacer música pop sin un controlador MIDI, tener uno en la configuración puede hacer que todo el proceso sea mucho más práctico.
Con un teclado o un pad de percusión puedes tocar melodías, patrones de percusión y ajustar sonidos en tiempo real, en lugar de hacer clic en la pantalla. Es genial para dar a tu música un toque más natural.
Si buscas un buen controlador para principiantes, te recomiendo el Akai MPK Mini o el Novation Launchpad.
Auriculares y/o monitores de estudio
Los altavoces de tu portátil pueden estar bien para escuchar tu podcast favorito, pero no están hechos precisamente para hacer música pop. Esos diminutos altavoces no te darán la imagen completa de tu mezcla, y si quieres que tu pista suene bien en todo tipo de dispositivos, desde auriculares hasta altavoces de coche, necesitarás una configuración que te permita escuchar todo el espectro.
Los monitores de estudio están diseñados para ofrecerte un sonido honesto y sin matices, para que sepas exactamente cómo suena tu música. Si no tienes espacio para monitores o estás produciendo sobre la marcha, un buen par de auriculares funcionará igual de bien.
Por dónde empezar
Cuando hago música pop, me gusta dividir el proceso en bloques. Por lo general, soy una persona de listas de tareas, así que me ayuda a mantener las cosas organizadas y manejables.
Sin embargo, la producción musical en la vida real no siempre es un proceso paso a paso. A veces empiezas con un ritmo, te inspiras y de repente te encuentras escribiendo el estribillo antes de haber tocado las estrofas. O a veces lo primero es la melodía y luego todo gira en torno a ella. En otras palabras, el proceso puede ser irregular, y eso es totalmente normal.
Pero a efectos didácticos, un enfoque lineal facilita mucho las cosas. Así que, en esta guía, te guiaré por cada paso de una forma sencilla y directa. Pero ten en cuenta que, una vez que le cojas el truco, ¡puedes mezclarlo como te venga en gana!
Empezar con los acordes
En la música pop, menos es más cuando se trata de acordes.
Te sorprendería saber cuántos éxitos se basan en un puñado de acordes para crear ese sonido inolvidable. Por ejemplo, "Thank U, Next" de Ariana Grande o "Shape of You" de Ed Sheeran.
Se construyen en torno a progresiones de acordes sencillas y en bucle que no cambian a lo largo de la canción. El objetivo es encontrar los acordes adecuados que sirvan de base.
Un truco estupendo es tomar prestadas progresiones de acordes populares de otras canciones. Te sorprendería saber cuántos éxitos comparten progresiones similares, como el clásico patrón I-V-vi-IV utilizado en todo, desde "Someone Like You" de Adele hasta "Poker Face" de Lady Gaga.
No estás copiando la canción, sólo utilizando una base probada que funciona.
Ahora bien, si sabes un poco de teoría musical, te ayudará a entender qué acordes van bien juntos y te dará más flexibilidad para jugar con las progresiones y hacerlas tuyas.
Añada algo de batería y percusión
Lo siguiente: ¡el ritmo! En la música pop, la batería suele ser bastante sencilla.
Para empezar con un ritmo pop estándar, establece tus BPM (pulsaciones por minuto) entre 90 y 120. Aquí es donde la mayoría de las canciones pop se encuentran cómodamente. En su forma más simple, un ritmo pop tiene una patada en las cuentas 1 y 3 y una caja en las cuentas 2 y 4. Una vez que la patada y la caja estén en lo alto y poderosas, puedes añadir la caja y la patada. Una vez que el bombo y la caja estén bien colocados, puedes añadir un hi-hat que toque corcheas o semicorcheas para rellenar los huecos y mantener el ritmo.
Una vez dominado el ritmo básico, puedes dar rienda suelta a tu creatividad con algunos elementos de percusión o rellenos adicionales para darle un poco de sabor al ritmo. Haz lo posible por mantenerlo limpio y centrado.
Añadir bajo
Ahora es el momento de introducir el bajo. Será la base de tu tema pop. El bajo sirve para rellenar los graves y anclar el ritmo y los acordes. Sin graves, el tema puede resultar un poco flojo o plano.
Para simplificar, empiece doblando las notas fundamentales de la progresión de acordes. A partir de ahí, puedes jugar con el ritmo. A veces, seguir el patrón del bombo puede ayudar a unir el bajo y la batería para conseguir un groove más ajustado y contundente.
Recomiendo utilizar un sonido de bajo corto y con garra para una pista alegre, como la que se muestra a continuación:
Por otro lado, puedes probar con algo más suave y sostenido si tu canción tiene un aire relajado.
No tengas miedo de experimentar con sonidos diferentes. Los bajos de sintetizador son muy populares en el pop moderno, pero un bajo sampleado también puede aportar un toque orgánico.
Inventa una melodía
La parte de tu éxito pop que todos recordarán es la melodía. Las melodías pop están pensadas para captar el oído del oyente, y hay varias formas de conseguirlo.
Puedes tararearla o tocarla con el instrumento que prefieras. A veces las mejores ideas surgen cuando estás jugando, así que no te lo pienses demasiado.
Si tocar las teclas no es tu fuerte, siempre puedes grabarte tarareando (o tocando cualquier instrumento con el que te sientas cómodo) y luego convertir esa grabación a MIDI en tu DAW. De este modo, puedes conservar la idea de la melodía y retocarla digitalmente para que encaje a la perfección con la pista.
Toda gran melodía pop tiene un buen equilibrio entre repetición y variación.
La repetición ayuda a que la melodía sea memorable, mientras que un poco de variación mantiene el interés, para que la melodía no se estanque.
Estructure su canción
Una vez definidos los acordes, el ritmo, el bajo y la melodía, es hora de estructurarlo todo.
La mejor manera de averiguar cuál es una estructura sólida es echar un vistazo a algunas de tus canciones pop favoritas. Verás que la mayoría siguen un flujo similar.
Aquí tienes la estructura típica de una canción pop para empezar:
- Intro - una breve sección para crear ambiente y presentar la atmósfera principal.
- Verso: donde comienza la historia, a menudo con una melodía más sencilla y menos capas.
- Pre-Chorus - una sección para crear expectación
- Estribillo: ¡el gran momento! La parte más pegadiza y memorable de la canción.
- Verso 2 - similar al primer verso pero quizás con un poco más de energía
- Pre-Chorus - crear expectación de nuevo
- Estribillo - recuperando el gancho principal
- Puente: una sección de contraste, a menudo con acordes o letras diferentes.
- Estribillo (final) - una ronda más de ese gancho pegadizo para cerrar las cosas
- Outro - una breve conclusión para llevar la canción a un final satisfactorio.
Composición de canciones
Una buena composición es lo que diferencia una canción pop icónica de otra que no lo es. Como he dicho antes, el pop consiste en conectar con los oyentes a nivel personal, por eso es fundamental centrarse en temas cercanos.
Las canciones sobre sentimientos cotidianos como el amor, el desamor, el autodescubrimiento o la diversión tienden a resonar mucho más que, por ejemplo, una canción sobre los entresijos de la astrofísica o las atrocidades de la guerra. La gente quiere oír letras que puedan aplicarse a su propia vida.
Tomemos como ejemplo "Bad guy" de Billie Eilish. La canción se nutre de ese sentimiento rebelde y juguetón que casi todo el mundo ha sentido alguna vez, aunque sólo sea un atisbo. La letra es inteligente, un poco descarada y fácil de entender, y por eso se ha convertido en un himno.
Cómo mezclar música pop
En la música pop, la mezcla es muy importante. Una buena mezcla ayuda a que todos los elementos de la canción brillen para que suene potente y emocionante en cualquier configuración de altavoces.
Aunque no hay "reglas de oro" para mezclar, he aquí algunos consejos rápidos para empezar:
- Mantén la voz en primer plano - En el pop, la voz es lo más importante. Asegúrate de que sean claras y se sitúen en la parte superior de la mezcla.
- EQ para claridad - Utiliza el ecualizador para dar a cada instrumento su propio espacio en la mezcla, de modo que no choquen y creen un sonido turbio.
- Utiliza la compresión con prudencia - La compresión puede ayudar a igualar la dinámica, dando a tu mezcla ese sonido suave y controlado. Pero ten cuidado de no pasarte.
- Añade profundidad con reverberación y retardo - Un poco de reverberación o retardo puede añadir espacio y hacer que tu pista parezca más grande, pero utilízalo con gusto para que las cosas no queden demasiado desvaídas.
- La música pop se beneficia de unos graves contundentes y limpios. Mantén el bajo y el bombo claros y sincronizados para conseguir el máximo impacto.
Si estás listo para profundizar en el arte de la mezcla, tenemos un artículo más detallado titulado " Cómo mezclar música pop en 7 sencillos pasos " que cubre todo lo que necesitas saber para conseguir esa mezcla pop perfecta.
Hacer música pop como los profesionales
A estas alturas, ya tienes todo lo básico para empezar a hacer música pop que suene profesional. Si hay algo que debes aprender, es que para hacer pop hay que encontrar el equilibrio entre sencillez y refinamiento. El objetivo es que suene sin esfuerzo y, al mismo tiempo, que sea algo con lo que todo el mundo pueda identificarse.
Diviértete y no tengas miedo de experimentar.