Cómo hacer que el audio suene vintage

Cómo hacer que el audio suene vintage Cómo hacer que el audio suene vintage

Hoy en día, parece que todo el mundo persigue el sonido vintage.

El rico y cálido ambiente analógico ha vuelto a casi todos los géneros de una forma u otra, desde el hip-hop lo-fi hasta el rock indie de la nueva escuela. Incluso muchos productores electrónicos añaden un poco de la magia de la vieja escuela a sus temas. Hay algo en esas texturas imperfectas que golpea de forma diferente.

Incluso si estás trabajando en una producción pop moderna y pulida, a veces ese pulido digital puede parecer un poco... demasiado brillante. Quizá a tu mezcla le vendría bien algo de calidez, un poco de carácter o incluso el encanto de lo que suena como un casete polvoriento que ha estado viviendo en el sótano de alguien durante una década. La buena noticia es que hay muchas formas de conseguirlo.

En este artículo vamos a ver algunos trucos prácticos para inyectar sonido vintage a tus temas.

6 maneras de conseguir un sonido vintage

1. Utilizar hardware o plugins que emulen hardware

Si lo que quieres es añadir un poco de magia analógica a tu canción, lo mejor es añadir un poco de distorsión o calidez. Pero eso no significa que tengas que ponerlo todo a tope y reventar los altavoces. Todo lo que necesitas es un poco de carácter sutil, algo que haga que tu mezcla parezca viva o como si acabara de viajar en el tiempo desde un estudio de grabación de los años setenta.

Una de las mejores formas de conseguirlo es pasar el audio por equipos analógicos reales. No, no hace falta que vendas un riñón por un compresor LA-2A vintage. Hay muchas opciones asequibles que pueden hacer maravillas. Por ejemplo, el preamplificador ART Tube MP es un buen punto de partida para añadir calidez de válvulas, o puedes hacerte con algo como el compresor FMR RNC1773 para conseguir una dinámica suave de estilo analógico.

Otro truco interesante es la reamplificación. Vuelve a pasar la pista por un amplificador de guitarra o incluso por una pletina de casete barata y ponle un micro para captar ese tono imperfecto y vibrante.

Por supuesto, si el hardware no es lo tuyo, o si no tienes mucho dinero, los plug-ins que emulan el hardware te pueden salvar la vida. Plugins como Studer A800 de UAD o J37 Tape de Waves pueden imitar el sonido de las máquinas de cinta reales, mientras que Virtual Mix Rack de Slate Digital te ofrece un bufé de opciones de estilo analógico. Ya sea saturación de cinta, calidez de válvulas o compresión vintage, estos plugins te permiten canalizar ese ambiente analógico y hacer que tus pistas suenen vintage, sin salir de tu DAW.

2. Cinta o vinilo

Aunque el siseo de la cinta y los crujidos del vinilo molestaron a los ingenieros en su día, ahora se han convertido en la salsa secreta de quienes buscan un sonido vintage. Las imperfecciones sutiles son la magia. Añadir un poco de siseo o un crujido ocasional puede dar a tus pistas una sensación de vida. Es como condimentar un plato. No hace falta mucho, pero la cantidad adecuada marca la diferencia.

¿Por qué funciona tan bien? Calidez. La cinta analógica y el vinilo eliminan de forma natural parte de la dureza de las frecuencias altas y añaden un poco de saturación que resulta, bueno, acogedora. Y mientras que el audio digital busca la perfección, la cinta y el vinilo nos recuerdan que un poco de caos puede ser hermoso.

La cinta, en particular, brilla cuando se trata de saturación. Si la presionas, añadirás una sutil compresión y ricos armónicos. Si la retiras, conseguirás ese pegamento suave y cálido que hace que todo suene como si encajara. Para plugins de emulación de cinta, echa un vistazo a UAD Studer A800, Waves J37, o Softube Tape.

3. Ecualizar el sonido

El ecualizador puede ser tu mejor amigo cuando se trata de conseguir un sonido vintage.

En primer lugar, considera la posibilidad de reducir los agudos: las grabaciones antiguas carecían a menudo de los agudos nítidos que pueden capturar los sistemas digitales modernos, así que no tengas miedo de eliminar algunos de los agudos más brillantes.

A continuación, dale caña a los medios graves, que es donde residen gran parte de la calidez y el peso. Un pequeño aumento aquí puede hacer que la pista parezca más completa y con más fundamento.

Otro buen truco es el paso de banda. Este truco recorta los agudos y graves extremos, centrando el sonido en el punto dulce de los medios, donde reside gran parte del carácter de la vieja escuela. Resulta especialmente útil para instrumentos como guitarras y voces que quieres que suenen vintage sin enturbiar la mezcla.

También hay un montón de plugins de ecualizador vintage que puedes utilizar. Clásicos como Pultec EQP-1A (UAD o Waves), Kramer HLS Channel by Waves y Lindell 50 Series son fantásticos para añadir curvas de estilo analógico.

4. Utiliza la vieja escuela

Si quieres un sonido retro, tienes que pensar como un productor de la vieja escuela. Recuerda que hubo una época en la que el sonido mono aún era el rey. La forma en que se utilizaba la panoramización en aquella época era salvaje comparada con los estándares actuales, pero eso es precisamente lo que le da tanto carácter.

Sigue el ejemplo de leyendas de los 60 como The Beatles. Algunas de sus mezclas tienen la batería a la izquierda, las voces en el centro y las guitarras a la derecha, como si estuvieran en una fiesta al otro lado de la habitación.

Es extravagante, atrevido y de la vieja escuela. Claro que no es la configuración más "natural", pero obliga a tus oídos a interactuar de una forma completamente distinta. Además, es una forma segura de hacer que tu canción destaque.

Tampoco tengas miedo de experimentar con el mono completo.

Antiguamente, muchos productores trabajaban exclusivamente en mono porque los sistemas estéreo aún no eran estándar. Las mezclas en mono pueden ser contundentes, concentradas e increíblemente efectivas, sobre todo si buscas ese aire a Motown o Phil Spector.

Para las mezclas estéreo, atrévete. Desplaza los instrumentos a los extremos del espectro. ¿La batería a la izquierda y el bajo a la derecha? Claro, ¡por qué no! La belleza de la panoramización de la vieja escuela es su falta de reglas. Acepta el caos y tu pista te lo agradecerá.

5. Voltear muestras vintage

A veces, perseguir el clásico ambiente vintage es tan fácil como darle la vuelta a samples vintage. Tanto si estás trabajando en un ritmo de hip-hop como en una pista electrónica de baja fidelidad o simplemente quieres darle un toque retro a tu canción, los samples pueden hacer el trabajo duro.

Leyendas como A Tribe Called Quest, J Dilla y DJ Premier prácticamente construyeron sus sonidos característicos volteando discos de la vieja escuela, tomando fragmentos de soul, jazz, funk o blues y convirtiéndolos en algo fresco e icónico.

Lo mejor de encontrar samples vintage es que ya no es tan difícil como antes. Rebuscar en las polvorientas cajas de discos de las tiendas de segunda mano y los mercadillos sigue siendo divertido, pero también tienes opciones en Internet.

Sitios como Tracklib son minas de oro para encontrar samples legales, y YouTube es un cofre del tesoro de temas oscuros y olvidados a la espera de ser desmenuzados.

Si quieres ir un paso más allá, puedes crear tus propios samples de la vieja escuela. Graba una melodía sencilla o una progresión de acordes, pásala por un emulador de cinta, elimina los agudos con el ecualizador y añade un poco de crujido de vinilo para darle ese toque añejo. Después, trocéalo como si fuera un disco. Puntos extra por cambiar el tono o ralentizarlo. Nada dice más "vintage" que un bucle deformado con un poco de bamboleo.

6. Reducir los bits

En audio digital, los "bits" se refieren a la resolución del sonido, es decir, a la cantidad de datos que se utilizan para representarlo. El audio moderno suele ser de 24 o 32 bits flotantes, lo que significa que es superlimpio, superclaro y... a veces superaburrido si persigues ese sonido retro.

Reducir los bits (también conocido como bit crushing) puede dar a tus pistas un toque arenoso y crujiente lleno de carácter.

La razón por la que jugamos con los bits es que, en su día, las profundidades de bits y las frecuencias de muestreo más bajas eran estándar, y ese sonido crudo y de baja fidelidad se convirtió en parte del encanto.

Reducir los bits de una pista añade artefactos digitales y distorsión que pueden resultar nostálgicos, imperfectos e innegablemente geniales. Es como pasar una foto de alta definición por el filtro de una vieja cámara desechable.

En cuanto a plug-ins, hay muchas opciones excelentes. Decimort 2 de D16 Group es uno de los favoritos de los aficionados y ofrece un control detallado de la profundidad de bits y la frecuencia de muestreo. Crush, de Kilohearts, es otra opción sólida, sencilla pero eficaz. Y si quieres algo gratis, echa un vistazo a TAL-Bitcrusher o al plugin bitcrusher de tu DAW: ¡pueden hacer mucho más de lo que imaginas!

Para terminar, al estilo de la vieja escuela

Hacer que tu canción suene vintage significa mezclar lo mejor del encanto de la vieja escuela con herramientas modernas. Desde ajustar el sonido de tus pistas con ecualizador y reducción de bits hasta añadir calidez mediante efectos de cinta y control del rango dinámico, hay infinitas formas de capturar ese ambiente vintage.

Tanto si emulas hardware analógico como si utilizas plug-ins en equipos modernos, el objetivo es inyectar carácter y emoción a tu producción musical. Las técnicas de inspiración vintage nos recuerdan que las imperfecciones pueden ser bellas y que, a veces, la magia reside en las peculiaridades inesperadas que hacen que tu pista sea realmente inolvidable.

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