Tanto los cantantes como los ingenieros de mezclas hacen todo lo posible por minimizar la retroalimentación de los micrófonos en el escenario y, curiosamente, suelen acabar echándose la culpa unos a otros en cuanto aparece ese sonido punzante.
Evitar la retroalimentación del micrófono es crucial no sólo para garantizar que tu actuación suene profesional, sino también para proteger los oídos tanto de los artistas como del público.
En esta guía analizaremos algunas técnicas habituales para evitar la realimentación del micrófono y sus principales causas. Tanto si eres un artista experimentado como un ingeniero de sonido, estas prácticas pueden ayudarte a evitar uno de los problemas más comunes en los espectáculos en directo.
¿Qué causa la realimentación acústica?
Analicemos primero por qué se produce la realimentación del micrófono.
En pocas palabras, la realimentación se produce cuando la señal del micrófono vuelve a entrar en él, se amplifica y se reproduce en bucle. El resultado de este sonido amplificado es muy probablemente un sonido constante y chirriante, pero también puede ser como un aullido.
Como probablemente sepas, tanto el micrófono como el altavoz pueden realzar ciertas frecuencias. Cuando hablas, el sonido llena la habitación y se refleja en las superficies, lo que provoca un retardo en la retroalimentación.
Esto no es un gran problema, pero la forma de la habitación puede amplificar ciertas frecuencias, llamadas modos de habitación. La realimentación se convierte en un problema cuando las frecuencias resonantes de la sala coinciden con las frecuencias amplificadas, creando un bucle de realimentación y ese molesto chirrido.
El primer paso para evitar este problema es saber si estás utilizando el micrófono adecuado.
Comprender el micrófono
Ante todo, siempre es mejor prevenir que curar. Aunque en la siguiente sección veremos formas de mitigar la realimentación del micrófono cuando ya estás actuando, por ahora analizaremos distintos micrófonos y cómo se comportan.
No todos los micrófonos son iguales, y podemos dividirlos en función de su patrón de captación, que es la forma en que captan los sonidos, y de su tecnología.
El patrón de captación o polar de un micro es la dirección desde la que capta el sonido. Los micrófonos cardioides captan el sonido por delante y lo bloquean por detrás, lo que es ideal para evitar la realimentación. Los omnidireccionales captan el sonido desde todas las direcciones, por lo que son más propensos a la realimentación.
En cuanto a la tecnología, lo más probable es que utilices un micro dinámico o de condensador.
Los micrófonos dinámicos son menos sensibles, por lo que resultan ideales en directo y mejoran el rango dinámico de un sistema de megafonía. Los micrófonos de condensador ofrecen un mayor nivel de detalle, pero son más propensos a la realimentación. En general, requieren un entorno cuidadosamente controlado, como un estudio de grabación, para brillar de verdad.
Entonces, ¿cuál debe usar? Depende mucho de cómo y dónde lo utilice. ¿Para ensayos y conciertos? Un micrófono cardioide. ¿Para podcasts y convenciones? Micrófonos direccionales o de condensador si el entorno tiene tratamiento acústico. También puedes considerar un micrófono omnidireccional durante una mesa redonda en determinadas circunstancias.
Como puedes ver, aquí no hay una regla de oro, pero lo bueno es que puedes conseguir el micrófono perfecto para tu propósito y evitar en la medida de lo posible la retroalimentación del micrófono.
5 consejos para evitar los comentarios en el micrófono
Si conseguir el micrófono adecuado no es suficiente, aquí tienes cinco consejos para evitar la retroalimentación del micrófono.
Consejo nº 1: trabaje su micrófono
Lo primero que debes hacer es asegurarte de que manejas el micrófono correctamente.
En primer lugar, si mantienes el micrófono cerca de la boca, sonará más alto y te permitirá bajar el volumen del mezclador, mitigando las posibilidades de retroalimentación. Esto se debe a que estás aumentando la ganancia antes de la realimentación (el nivel de presión sonora en el micrófono) antes de alcanzar un volumen que pueda causar realimentación.
A continuación, si sujetas parcialmente la rejilla de la cápsula del micro, la harás más susceptible a la realimentación y también comprometerás su capacidad para captar sonidos. Así que sujétala de forma que la rejilla quede completamente libre y orientada hacia la fuente de sonido. Si la realimentación persiste, prueba a cortar las frecuencias entre 800 Hz y 2 kHz o baja el volumen.
Lo más probable es que ambas técnicas eliminen la retroalimentación. Si no es así, veamos el consejo nº 2.
Consejo nº 2: Compruebe su posición en el escenario
Recuerda siempre dónde están los altavoces en relación con tu micrófono: cuando están lejos y no uno frente al otro, las posibilidades de retroalimentación ya se reducen considerablemente.
Aparte de la ventaja ya mencionada de utilizar micrófonos unidireccionales, otro aspecto que hay que tener en cuenta es el número de micrófonos implicados: cuantos más micrófonos abiertos tengas, más posibilidades hay de que se produzca retroalimentación. Por lo tanto, asegúrate de que los micrófonos que no sean necesarios estén apagados.
Sugerencia nº 3: Anular el sistema
El "ringing out" es una técnica utilizada por los ingenieros de sonido para eliminar la realimentación en directo. Para ello, se aumenta gradualmente el nivel de la megafonía hasta que se oye la realimentación y, a continuación, se utiliza un ecualizador gráfico para reducir las frecuencias problemáticas unos 3 dB.
Yo te recomendaría que te centraras en cortar las frecuencias en torno a 250 o 500 Hz para la realimentación de baja frecuencia, mientras que los problemas con las frecuencias de canto pueden estar en torno a 1 kHz, y los "chirridos" estarán por encima de 2 kHz. Llevará tiempo hacerlo bien, y puede que durante un tiempo sientas la tentación de ecualizar en exceso, pero una vez que lo domines, el ringing out es una forma eficaz de evitar la realimentación del micro.
Consejo nº 4: Comuníquese con el técnico de sonido
Los técnicos de sonido pueden parecer gruñones, ocupados y enfadados de antemano con tu guitarrista principal, pero también suelen ser personas razonables, y utilizarán un preamplificador de ganancia para ajustar bien tu sonido en el escenario.
Si utilizas un micrófono direccional, lo sujetas bien y te colocas correctamente en el escenario, su trabajo consistirá en utilizar un ecualizador para cortar frecuencias. Si trabajas con un ingeniero de mezclas interno, probablemente conozca bien el sistema de megafonía, así que lo único que tienes que hacer es confiar en él y proporcionarle información valiosa para que la actuación se desarrolle sin problemas.
Consejo nº 5: Reductores automáticos de realimentación y monitores intrauditivos
En el caso de los micrófonos inalámbricos, los reductores automáticos de realimentación son una opción fantástica para eliminar la realimentación, ya que pueden gestionarla en tiempo real para que el cantante pueda moverse sin problemas. Ningún técnico de sonido puede reaccionar tan rápido como un reductor automático. También llamado destructor o eliminador de retroalimentación, este equipo puede encontrar y eliminar automáticamente las frecuencias que se retroalimentan.
Por último, los monitores intraauriculares (IEM) son una forma estupenda de reducir el volumen del escenario y evitar la retroalimentación de los micrófonos causada por los monitores de suelo. Además, te protegerán los oídos a largo plazo, lo cual es muy bueno, ¿no?
Reflexiones finales
Espero que esta guía te haya ayudado a entender cómo evitar la retroalimentación del micrófono en el escenario. Dar vida a una actuación en directo de éxito no es una tarea trivial, pero entender cómo evitar la retroalimentación es un gran punto de partida.
Recuerda proteger tus oídos a toda costa, ya que son tu herramienta más valiosa. Utiliza IEM si puedes y evita la retroalimentación siguiendo los consejos anteriores. Utiliza el micrófono adecuado y ten en cuenta tu posición en el escenario. Por último, confía en el técnico de sonido, pero no temas plantearle tus dudas si algo no te parece bien.
Buena suerte y siga siendo creativo.