Mezclando Música Metal: Guía paso a paso

Mezclando Música Metal: Guía paso a paso Mezclando Música Metal: Guía paso a paso

Sea cual sea el tipo de mezcla en el que estoy trabajando, hay algunas cualidades que suelo perseguir: amplitud, profundidad, precisión y pegada. Estos objetivos son bastante coherentes, independientemente del género. Desde el jazz más suave hasta el EDM más contundente, hay algunos principios por los que suelo guiarme, como "limpiar los graves y "conseguir que los sonidos peguen".

Sin embargo, al mezclar música metal, especialmente metal moderno, con sus tempos vertiginosamente rápidos y sus densos arreglos, el libro de jugadas cambia. Aunque sigo utilizando algunas técnicas tradicionales como base, la intensidad que requiere cada capa exige un toque más innovador.

Hoy quiero presentarte una guía en profundidad para mezclar música metal, de principio a fin. Puedo decir de todo corazón que después de leerla, no necesitarás otra guía para conseguir la claridad y agresividad que buscas en tus mezclas de metal.

Pero antes quiero responder a una pregunta importante.

¿Por qué es tan difícil mezclar metales?

No paro de ver nuevos vídeos en YouTube con consejos para mezclar metal. Por supuesto, no serían tan populares como lo son si la gente no estuviera luchando tanto para mezclarlo.

La pregunta es: ¿por qué es mucho más difícil que mezclar música pop normal?

Arreglos densos

La música metal moderna suele utilizar arreglos densos y complejos, con múltiples pistas de guitarra, doble bombo y riffs ultradistorsionados de ritmo rápido. Esta densidad puede dificultar que cada instrumento se oiga con claridad sin acabar en una gran bola de papilla.

Además, la distorsión pesada se ha convertido en un sello distintivo del metal. La utilizamos para conseguir esos tonos de guitarra y bajo agresivos que todos conocemos y amamos. Sin embargo, un efecto secundario de la distorsión es que aumenta el contenido armónico. Si no se hace con cuidado, podemos acabar con una mezcla turbia y una definición oscurecida entre las distintas capas. Encontrar este delicado equilibrio es algo con lo que luchan muchos ingenieros principiantes.

Colocación vocal

Las voces del metal pueden variar mucho.

Desde el canto limpio a lo Dio hasta los chillidos, gruñidos y gritos agresivos, decidir cómo colocar las voces en una mezcla ya de por sí densa puede ser todo un reto. No quieres que las voces queden tapadas por un muro de guitarras, pero tampoco quieres que queden por encima de la instrumentación como en una mezcla pop.

Fatiga

La música metal tiene una energía implacable.

Al cabo de un rato, escuchar el mismo blast beat y el mismo riff cromático puede resultar desalentador. A diferencia de un tema de R&B lo-fi, las duras características del metal pueden hacer que resulte difícil escucharlo durante mucho tiempo.

Más allá de los aspectos físicos, el metal suele tratar temas agresivos y de intensidad emocional. Algunas canciones requieren un serio esfuerzo psicológico por parte del mezclador para no agotarse pronto. Escuchar a niveles razonables y hacer pausas frecuentes son la clave.

Uso de muestras

Muchos ingenieros de mezclas de la vieja escuela dirán que utilizar muestras de batería en las mezclas de metal es una herejía. Si consigues la grabación adecuada desde el principio y sabes utilizar la ecualización y la compresión, no deberías necesitar refuerzos de muestras de batería, ¿verdad?

Pues a menudo no es así, sobre todo cuando la mezcla que te han enviado tiene una batería demasiado dinámica que se grabó mal en una sala con mal sonido.

En muchos sentidos, el uso de samples de batería se ha convertido en algo tan habitual como el auto-tune en las mezclas pop. Al igual que nuestros oídos se han acostumbrado a escuchar una afinación perfecta en nuestras canciones pop favoritas, también se han acostumbrado a la potencia y precisión características de las mezclas de metal modernas.

A veces, utilizar muestras de batería es el camino más rápido para conseguirlo, así que ¿por qué no aprovecharlo?

Las muestras adecuadas pueden mejorar la potencia y consistencia de la batería en toda la pista, asegurando que cada golpe cause tanto impacto como el anterior. Esto es especialmente valioso en las mezclas de metal, ya que quieres una batería que atraviese densos muros de guitarra y bajo sin perder su ferocidad.

Encontrar el equilibrio

No te estoy diciendo que vayas y borres lo que el ingeniero de grabación trabajó incansablemente para crear. La grabación original es donde reside el sonido único y la emoción de la pista. Si la sustituyes completamente por samples, acabas teniendo una batería que suena como la de todo el mundo.

Encontrar el equilibrio adecuado entre los sonidos de batería originales y las muestras añadidas es la clave.

Mi objetivo suele ser complementar y realzar los tonos naturales de la batería en lugar de sustituirlos por completo, para que el kit conserve su carácter único al tiempo que se beneficia de la pegada y claridad añadidas que pueden aportar las muestras.

Por eso me suele gustar añadir muestras de batería grabadas durante la sesión en lugar de utilizar muestras de terceros, ya que proporcionan un sonido más cohesionado que se funde de forma natural con las propiedades acústicas del kit. Por supuesto, si no tienes muestras de la sesión, puedes utilizar muestras de terceros cuidadosamente seleccionadas que se ajusten al sonido del kit. Eso sí, mantén el oído atento y procura mantener siempre la integridad del sonido original de la batería.

La integración de samples de batería en una mezcla de metal puede abordarse de dos maneras. Una de ellas es la sustitución de samples, en la que se utilizan disparadores de la batería original para activar los samples. Este método puede ser especialmente útil para reforzar golpes débiles o incoherentes. Otro método es la mezcla de samples, en la que los samples se mezclan con los golpes originales para añadir peso y cuerpo sin superar por completo el sonido natural de la batería.

Cómo integrar muestras

Por suerte, este proceso es más fácil que nunca. Tenemos montones de plugins a nuestra disposición para añadir muestras de batería. Algunas de las opciones más populares son Trigger, de Slate Digital, que ofrece una gran precisión y flexibilidad para el disparo y la mezcla, y Superior Drummer, de Toontrack, que cuenta con una amplia biblioteca de muestras de alta calidad que puedes personalizar completamente para que encajen en tu mezcla.

Al igual que la mayoría de los ingenieros de mezcla de metal, me he vuelto muy aficionado a Steven Slate Drums en los últimos años. Es genial cuando quieres sonidos de batería realistas que se pueden integrar fácilmente en las producciones de metal. Las capacidades de edición son impresionantes y siempre me resulta fácil adaptar las muestras a mi mezcla perfectamente.

Ahora que hemos explorado el matizado arte de utilizar muestras de batería al mezclar metal, pasemos al panorama más amplio del proceso de mezcla de metal.

El proceso de mezcla de metales

La mitad de la batalla de mezclar música metal es conseguir los sonidos adecuados en la fuente, aunque una vez que sientas que los tienes en su sitio, puedes empezar la tarea de conseguir que esos sonidos encajen lo mejor posible.

1. Alineación de fases y tiempos

El primer paso es asegurarse de que todo está en fase y a tiempo.

Si no se tiene en cuenta este paso, es casi imposible obtener la potencia y claridad que se desea de la mezcla de metales.

Fuentes del bombo

Cuando se trabaja con varias fuentes de bombo, como distintos micrófonos y muestras añadidas, hay que asegurarse de que sean coherentes en fase. Esto implica alinear las formas de onda de cada fuente de bombo para que se complementen en lugar de anularse.

Un método sencillo es ampliar las formas de onda en tu DAW y ajustar manualmente la sincronización de las pistas hasta que los picos y los valles se alineen lo más posible. Así maximizarás el impacto del sonido combinado.

También recomiendo seleccionar una fuente de bombo que domine las frecuencias bajas o subgraves para evitar choques de frecuencias entre ellas. Al asignar la responsabilidad de las subfrecuencias a una sola fuente, se consigue un extremo inferior más centrado e impactante, lo que permite que otros elementos de la batería y la mezcla se asienten más cómodamente en sus respectivos rangos de frecuencia.

Micrófonos de caja, overheads y de sala

Presta la misma atención a las pistas de caja, los overheads y los micrófonos de sala.

Para las cajas, alinea el micro cercano con las muestras utilizadas. Los micrófonos de techo y de sala también deben compararse con los de cerca para asegurarse de que están en fase. Puede que tengas que activar el conmutador de fase en la barra de canales de tu DAW y escuchar qué posición proporciona un sonido más completo.

Si quieres acelerar el proceso, hay montones de plugins de alineación automática que pueden ajustar automáticamente la sincronización y la fase, como Sound Radix Auto-Align o Waves In-Phase.

DI de bajo y pistas de amplificador

Alinear la pista DI (inyección directa) del bajo con la pista del amplificador de bajo microfoneado (si tienes uno) es el siguiente paso crítico.

Dado que estas pistas representan la misma actuación capturada de formas diferentes, alinearlas te proporciona un tono de bajo más ajustado y cohesionado. Basta con hacer coincidir el transitorio inicial de la forma de onda de la pista DI con la de la pista del amplificador para reforzarlas.

Garantizar la puntualidad de todos los instrumentos

Por supuesto, también hay que asegurarse de que todos los instrumentos estén sincronizados entre sí, sin que la interpretación pierda vida. Éstos son los pasos que suelo seguir:

  • Empieza por la sección rítmica y alinea primero las pistas de batería. Van a ser la columna vertebral de la mezcla, por lo que querrás asegurarte de que estén lo suficientemente ajustadas en la rejilla para proporcionar consistencia, aunque no tanto como para que pierdan esa sensación humana.
  • Alinea el bajo con el bombo. La interacción entre ambos es clave para dar fuerza al groove.
  • Comprueba la alineación de las guitarras rítmicas con las pistas de batería y bajo y realiza los ajustes necesarios para garantizar la estanqueidad.
  • Por último, alinea los instrumentos o voces adicionales para asegurarte de que encajan bien con la base rítmica establecida.

2. Agrupación

A continuación, me gusta agrupar mis instrumentos en buses enrutando varias pistas de instrumentos similares, como baterías, guitarras o voces, en canales de bus individuales.

Este enfoque no sólo agiliza el flujo de trabajo de mezcla al permitirme procesar varias pistas simultáneamente, sino que también ayuda a conseguir un sonido más cohesionado. Al aplicar efectos, ecualización y compresión a un grupo de instrumentos como un todo, puedes pegarlos entre sí.

Además, usar un único ecualizador en una pared de guitarras te ahorrará más CPU que poner un montón de plugins de ecualizador en pistas individuales que tengan todos los mismos ajustes.

3. Balance de volumen

El equilibrio del volumen debe ser el objetivo principal de cualquier mezcla. Si no lo consigues, ningún ecualizador, compresión o efecto te ayudará.

Durante la fase de balance de volumen, debes asegurarte de que cada elemento de la pista se oye (o se siente) con claridad y contribuye al impacto general sin sobrecargar la mezcla. Suelo seguir la regla general de mantener al menos 6 dB de margen durante este proceso para evitar la saturación digital y dejar espacio suficiente para el posterior proceso de masterización.

Equilibrar los tambores

Un sonido de batería potente es un elemento básico de la música metal moderna y, para conseguirlo, es una buena idea dar prioridad a los micros de punto de la batería sobre los overheads o los micros de sala. Este enfoque permite un control más preciso sobre los elementos individuales de la batería.

Puedes empezar con el bombo y la caja, y luego mezclar cuidadosamente toms y platillos al gusto. La forma de equilibrar la batería dependerá totalmente de la canción, aunque un consejo que puedo darte es que tengas cuidado con los overheads. Muchas mezclas amateur de metal suenan ásperas y abrasivas porque el ingeniero de mezclas ha subido demasiado los platillos.

Equilibrio entre bajos y guitarras

Equilibrar el bajo y las guitarras con respecto a la batería es el siguiente paso.

El bajo debe complementar al bombo, rellenando las frecuencias bajas sin pisarlo. Al final lo ecualizaremos y comprimiremos, así que no seas demasiado duro si no suena perfecto desde el principio.

Normalmente me gusta hacer un solo con el bombo y subir el fader del bajo hasta que se siente bloqueado. Lo sabrás cuando lo oigas.

En cuanto a las guitarras, suelen ser las estrellas de la música metal. Asegúrate de que penetren con claridad sin dominar la batería y el bajo.

Equilibrio vocal

No hay mucho que pueda decir a la hora de equilibrar los niveles vocales, ya que dependerán en gran medida del estilo y el tipo de actuación. Muchos estilos agresivos requieren que las voces ocupen un lugar destacado en la mezcla, mientras que las partes más melódicas o atmosféricas pueden fundirse más con el fondo instrumental.

Muchas bandas de metal que he mezclado prefieren que sus voces estén más atrás en la mezcla. Siempre me viene a la mente Deftones, ya que creo que a Chino le gusta que sus voces se mezclen con la instrumentación, en lugar de destacar.

La idea es que la inteligibilidad no siempre es primordial, sobre todo si quieres desviar la atención hacia las guitarras o la batería.

4. Panorámica

Fíjate que aún no he dicho nada sobre la panorámica.

Esto se debe a que me gusta equilibrar el volumen en mono. Por supuesto, los niveles relativos cambiarán cuando empiece a panoramizar, pero para mí es más fácil asegurarme de que mi balance general suena bien en mono antes de centrarme en otra cosa.

Una buena panoramización es fundamental para crear una mezcla espaciosa. Es fácil que las cosas suenen congestionadas sin él, sobre todo en mezclas densas.

Normalmente me gusta empezar con una base central fuerte, manteniendo el bombo, la caja, el bajo y la voz principal en el centro, y luego repartir estratégicamente las guitarras, los teclados y los coros por el campo estéreo para crear contraste.

Las guitarras dobladas suelen ir fuerte a izquierda y derecha, aunque a veces las panoramizo ligeramente hacia dentro y las automatizo hacia fuera durante el estribillo para hacerlo más impactante.

También es buena idea pensar en cómo quieres que se vea la batería: ¿desde la perspectiva del batería o desde la del público?

Errores de panificación que hay que evitar

Hay que evitar algunos escollos en el bateo.

Para empezar, la panoramización excesiva de los instrumentos hacia los extremos izquierdo o derecho puede desequilibrar la mezcla, sobre todo si se panoramiza un elemento hacia un lado sin nada en el otro para equilibrarlo.

Además, descuidar la relación de fase entre las fuentes con micrófono y DI cuando se panoramizan aparte puede dar lugar a un sonido débil o hueco, por lo que siempre recomiendo comprobar regularmente la mezcla en mono para asegurarse de que los elementos panoramizados no desaparecen o se desfasan.

Además, procura no saturar ciertas zonas del campo estéreo. Si tienes un riff de guitarra y una parte de piano que suenan en el mismo rango, considera la posibilidad de alejarlos para crear un equilibrio, en lugar de ponerlos uno encima del otro. Al final, no tendrás que hacer tanto trabajo de ecualización para conseguir la claridad que buscas.

5. EQ

El ecualizador es la siguiente herramienta en el proceso de mezcla. Te permite esculpir y perfeccionar el equilibrio tonal de cada pista de la mezcla, para que todas se lleven bien entre sí.

Sin embargo, aunque la ecualización ofrece grandes posibilidades para mejorar una mezcla, también puede destruirla si no la tratas con respeto.

Muchos ingenieros de mezclas tienden a realzar las frecuencias antes de intentar cortarlas.

Por supuesto, el realce es estupendo cuando es necesario, ya que puede utilizarse para resaltar las mejores características de un instrumento, como el auge de un bombo o la presencia de un solo de guitarra. Sin embargo, un realce excesivo puede dar lugar a una mezcla desordenada en la que los elementos compiten por el espacio. Al final, lo que queda es barro y falta de definición.

En su lugar, empieza por cortar las frecuencias no deseadas para limpiar el sonido. Siempre sorprende cómo este enfoque suele revelar una mezcla más clara y equilibrada sin necesidad de realces significativos.

Otro error común es dedicar demasiado tiempo a ecualizar las pistas en solo.

Aunque esto puede ayudar a identificar frecuencias problemáticas, no proporciona contexto sobre cómo se sitúa la pista dentro de la mezcla. Los instrumentos y las voces pueden sonar muy distintos aislados que mezclados con otros elementos.

Es fundamental tomar las decisiones de ecualización en el contexto de la mezcla completa, para que cada ajuste contribuya positivamente al sonido global.

Uso de filtros

Conseguir los graves adecuados en una mezcla es una de las cosas más difíciles de mezclar en la música metal.

Los graves son los que aportan el peso y la potencia de la pista, pero si no se gestionan correctamente, pueden dar lugar a una mezcla turbia e indefinida. El enmascaramiento suele ser el principal culpable de que los graves sean malos, ya que las frecuencias superpuestas de distintos instrumentos saturan el mismo espacio sonoro.

Aquí es donde entran en juego los filtros de paso alto (HPF ).

Con un filtro de paso alto, puedes eliminar de forma selectiva las frecuencias bajas innecesarias de los instrumentos que no las necesitan, para que el bajo y el bombo tengan la pegada que necesitan. Aunque no hay reglas fijas, aquí tienes algunas sugerencias de filtros de paso alto para distintos instrumentos:

  • Bombo: Si los golpes de bombo son un poco flojos en la parte inferior, puedes empezar en torno a los 30-40 Hz para reforzar el bombo sin perder el golpe fundamental.
  • Guitarra baja: Un HPF en torno a 30-50 Hz puede ayudar a eliminar el estruendo manteniendo el cuerpo, y apartarlo del camino de la patada.
  • Batería: Empieza con un HPF en torno a 80-100 Hz. El objetivo aquí es eliminar el rumor de gama baja por debajo de la frecuencia fundamental deseada. En metal, la parte más importante de la caja es el crujido.
  • Toms: Un HPF en torno a 80-120 Hz para los toms de rack y 60-100 Hz para los toms de suelo, dependiendo de su tamaño y afinación, suele funcionar. Para los fills en los que los toms tocan solos, puedes incluso automatizar el HPF para que esté desactivado, haciendo que vuelvan los subs durante un segundo.
  • Hi-Hats y platillos: Aplicar un HPF alrededor de 200-300 Hz es genial para limpiar cualquier sangrado o ruido de baja frecuencia. No es necesario que estos elementos tengan mucho cuerpo.
  • Micrófonos de techo: No es raro ajustar un HPF a 300 o 400 Hz. Los micrófonos overhead deben centrarse en capturar el brillo de los platillos y la imagen espacial de la batería. Yo suelo fijarme en la frecuencia fundamental de mi ride, para no sobrepasarla y perder su carácter.
  • Micrófonos de sala: Un HPF en torno a 80-20 Hz puede eliminar el estruendo no deseado de las frecuencias bajas y reforzar el sonido general del kit, aunque realmente depende de lo que quieras que aporte la sala a tu mezcla.
  • Guitarras eléctricas: Filtrar por debajo de 60-100 Hz puede deshacerse del retumbar resonante de gama baja y del golpeteo de la cabina, aunque esto puede cambiar dependiendo de lo afinadas que estén.
  • Voces: La mayoría de las voces no tienen contenido utilizable por debajo de 80 Hz, por lo que un HPF en torno a 80-100 Hz puede ser ideal para eliminar plosivos y retumbos de gama baja que no son esenciales para su claridad. En el caso de voces masculinas o femeninas más agudas, es posible que incluso puedas llevarlo más arriba.

En cambio, los filtros de paso bajo (LPF ) suelen pasarse por alto, aunque son igual de cruciales. Yo suelo aplicar filtros de paso bajo a las guitarras eléctricas y los bajos para eliminar la efervescencia de los agudos. A las guitarras de metal, por ejemplo, les suelo aplicar un ecualizador de "corte de corteza", con un roll-off en los graves y agudos para situarlas en el centro y apartarlas de elementos que deberían existir en esas regiones.

En general

Hay infinitas formas de enfocar la ecualización, y antes de entrar en instrumentos concretos, quiero repasar algunos consejos que pueden serte útiles.

Para empezar, evita aumentar o reducir la misma frecuencia en varios instrumentos. Si lo haces, puede producirse una acumulación de frecuencias o un debilitamiento excesivo en determinadas zonas de la mezcla, provocando una falta de claridad y separación entre instrumentos. Por ejemplo, si amplificas los medios-graves de la guitarra rítmica y el bajo, el resultado puede ser una mezcla turbia en la que ninguno de los instrumentos destaque claramente.

Otra estrategia eficaz consiste en atenuar los instrumentos que enmascaran a otros, en lugar de potenciar las frecuencias del instrumento enmascarado. De este modo, conseguirás una mezcla más natural y dinámica. Por ejemplo, si las guitarras rítmicas enmascaran la caja, en lugar de potenciar los medios altos de la caja (que pueden hacer que suene áspera o poco natural), prueba a recortar ligeramente esas frecuencias en las guitarras. Este sutil ajuste puede revelar la presencia y el impacto de la caja sin alterar su tono inherente.

Por último, experimenta con opciones de ecualización reflejadas. Me refiero a realizar ajustes de EQ complementarios en distintos instrumentos para que encajen como piezas de un puzzle. Por ejemplo, si cortas algunas frecuencias medias-bajas en el bajo para limpiar el ruido, puedes aumentar ligeramente esas mismas frecuencias en el bombo para mantener la plenitud en ese rango de frecuencias.

Ecualización de distintos instrumentos

Como he insinuado antes, no existe un enfoque único para la ecualización, ya que cada mezcla contiene elementos diferentes que suenan de forma completamente distinta. No todas las guitarras distorsionadas suenan igual, ni todos los bajos tienen los mismos graves o medios.

Mientras repaso estos consejos generales, quiero que lo tengas en cuenta.

Bombo

Es importante tener en cuenta que la fundamental de la mayoría de las patadas se sitúa entre 60 y 80 Hz.

Si necesitas potencia y peso extra, puedes realzar ahí. Pero ten cuidado, ya que los aumentos grandes en esta zona pueden acabar sonando estridentes, especialmente con patadas dobles rápidas.

A veces me gusta aplicar un ligero realce entre 3-5 kHz para mejorar el ataque del golpe y darle ese sonido de "clic", que puede ayudar a articularlo entre guitarras muy distorsionadas. Si estás mezclando una patada que parece demasiado retumbante y carente de definición, recortar algunas de las frecuencias en torno a 250-400 Hz puede limpiarla y apartarla de los tonos medios-bajos de la guitarra.

Caja

En la música metal, lo normal es una caja corta y ágil. Si no se oye bien en la mezcla, puedes realzar los medios altos en torno a 2-4 kHz para resaltar el chasquido de la caja. Por otro lado, un ligero aumento en torno a los 200 Hz puede añadir cuerpo y peso, en caso de que suene un poco débil.

Si tu caja suena un poco áspera, te recomendaría que miraras alrededor de 1 kHz para ver dónde puedes hacer algunos pequeños cortes.

Hi-Hats y platillos

Para los hi-hats y los platillos, el objetivo en una mezcla de metal es una presencia nítida y ligera que complemente la energía general sin llegar a ser punzante o abrumadora.

Después del filtro de paso alto, puedes probar a realzar ligeramente entre 6 y 10 kHz para realzar el sonido natural si suenan apagados o se pierden en la mezcla. Si suenan débiles o ásperos, puedes eliminar las resonancias ásperas alrededor de 2-4 kHz. Además, así conseguirás que los platillos y los hats no estorben a las voces.

Toms

Los toms se utilizan a menudo en el metal para transiciones y rellenos dramáticos. Hay dos cosas que suelo pedirles: pegada en los graves y claridad en el ataque.

Los realces en torno a 80-100 Hz (especialmente en el tom de suelo) pueden enriquecer el tono fundamental, mientras que un ligero recorte en torno a 400-600 Hz puede ayudar a reducir la rigidez. Aumentar el ataque de los toms en torno a 3-5 kHz puede ayudarles a atravesar la mezcla.

Bajo

El papel del bajo en el metal es encajar con el bombo y proporcionar una base sólida.

A menudo me gusta realzar ligeramente alrededor de 80-100 Hz para reforzar los tonos fundamentales del bajo, sobre todo si parece que le falta la parte inferior. También suelo recortar un poco la turbiedad en torno a 200-250 Hz, ya que las frecuencias pueden acumularse bastante rápido aquí.

Si no se oye muy bien el bajo a través de la pared de guitarras, un ligero realce alrededor de 700 Hz a 1 kHz junto con algo de distorsión de gama alta puede ayudar a articular el sonido del dedo o la púa del bajo.

Guitarra eléctrica

La forma en que ecualizo las guitarras de metal puede variar. Una guitarra solista es diferente de una guitarra rítmica distorsionada, que es diferente de una parte ambiental limpia y brillante.

En aras de la brevedad, vamos a hablar de guitarras de metal directas, gruesas y de alta ganancia, como las que esperarías escuchar en un disco de Slayer.

Si tengo la sensación de que mis guitarras de metal suenan turbias, las recorto en torno a 300-400 Hz, y si creo que necesitan un poco más de definición, 800 Hz puede adelantarlas. Si se trata de guitarras solistas que necesitan un poco más de mordiente para atravesar todos los instrumentos de la mezcla, les doy un ligero realce en torno a los 3 kHz.

Voces

Las voces en el metal también varían mucho, desde gruñidos guturales hasta melodías estridentes.

Cada uno de ellos requiere un enfoque personalizado para que se integre correctamente en la mezcla. Sin embargo, a diferencia de las mezclas de pop, en las que me interesa potenciar los agudos por encima de 10 kHz para dar brillo a las voces, cuando mezclo metal o rock me gusta centrarme más en los agudos-medios.

Un realce en torno a 2-5 kHz puede ayudar a dar más presencia y energía a una voz. Sin embargo, si un aumento en esa zona suena demasiado fuerte, puedes intentar atenuar alrededor de 200-300 Hz y aumentar el volumen general de la voz.

6. Compresión

La compresión puede ser un punto de discordia para muchos ingenieros noveles, ya que puede resultar difícil de escuchar.

Por suerte, en el metal se puede ser un poco más agresivo con la compresión, lo que requiere menos delicadeza que, por ejemplo, una mezcla de jazz o R&B.

El elemento más importante para mantener la coherencia es la batería.

Compresión de tambores

Para el bombo, un ratio de moderado a alto (entre 4:1 y 8:1) con un ataque lento puede ayudar a enfatizar el transitorio inicial, dándole pegada y presencia, a la vez que comprime el cuerpo. La caja suele requerir un enfoque similar, con la consideración añadida del tiempo de liberación para realzar el decaimiento natural del tambor.

Los toms se pueden comprimir con un ratio ligeramente inferior (3:1) y un tiempo de ataque medio para preservar sus rellenos dinámicos sin aplanar su rendimiento. Los overheads suelen requerir una compresión menos agresiva (si es que requieren alguna), ya que me gusta centrarme más en pegar el kit con ellos. Por otro lado, siéntete libre de machacar los micros de sala hasta hacerlos añicos, ya que es una forma estupenda de darle vida al kit.

Por supuesto, también puede utilizar la compresión paralela en este punto, pero vamos a hablar más sobre eso en un poco

Compresión de graves

Al comprimir el bajo, puedes anclar el extremo inferior de una mezcla de metal.

Me gusta utilizar dos compresores en serie que permiten tanto un control dinámico sutil como la conservación del tono natural del bajo. El primer compresor puede ajustarse con una relación alta (en torno a 8:1) y un ataque más rápido para captar los picos, mientras que el segundo compresor, con una relación más baja y un ataque más lento para igualar la interpretación en su conjunto.

Compresión vocal

Las voces pueden tener un rango dinámico bastante amplio, sobre todo cuando los vocalistas suben y bajan de rango.

En la mayoría de los casos, las voces de metal pueden beneficiarse de una relación de compresión más alta (6:1 o superior) para conseguir un sonido más consistente. Un ataque rápido garantiza que las partes agresivas se domestiquen de inmediato, mientras que un tiempo de liberación medio ayuda a que el compresor respire con la interpretación.

7. Reverberación y retardo

Cuando utilizo la reverberación en la música metal, me gusta hacerlo con moderación.

Los arreglos densos y los tempos rápidos del metal dejan poco espacio para la suciedad que puede introducir una reverberación excesiva, por lo que recomiendo usarla con moderación para realzar, no abrumar, la potencia natural de los instrumentos y las voces.

Los platos cortos con pre-retardo son ideales para las cajas y los toms, ya que proporcionan el realce espacial justo para que destaquen sin empañar su ataque. El retardo previo permite que el golpe inicial de la batería atraviese limpiamente la mezcla antes de que se active el efecto de reverberación, añadiendo una sensación de profundidad y dimensión sin sacrificar el impacto percusivo.

Las placas también son ideales para las voces, si la canción requiere algún tipo de reverberación (a veces, los delays slap o ping-pong pueden proporcionar una sensación de espacio sin la densidad de una reverberación). Elijas lo que elijas, es una buena idea utilizar el ecualizador en la pista de retorno para esculpir el equilibrio tonal, eliminando los graves y agudos innecesarios.

En cuanto a la mayoría de los demás instrumentos, el uso de la reverb puede ser bastante moderado. Algunas excepciones podrían ser una reverb de sala más grande utilizada con moderación en un solo de guitarra solista o una reverb de sala más ajustada en las guitarras rítmicas para añadir cohesión.

Consejos adicionales para mezclar metales

Dividir el bajo

Para mí, conseguir el sonido de graves adecuado en la música metal consiste en dividirlo en canales separados de frecuencias altas y bajas utilizando EQ. Esto es genial para procesar cada gama de frecuencias de forma independiente.

Al aislar los graves, puedes conservar la calidez y el estruendo limpios y fundamentales del bajo, de modo que apuntale sólidamente la mezcla sin enturbiarla. Por otro lado, en el canal de frecuencias agudas, puedes aplicar algo de saturación y distorsión para resaltar la garra y el carácter del bajo, haciendo que atraviese incluso los arreglos más densos.

En cuanto a dónde pasar los agudos y los graves, normalmente me gusta que mis graves tengan un corte LPF alrededor de 150 a 250 Hz y que los graves saturados tengan un HPF alrededor de 200 a 300 Hz.

Control de los medios-graves en las guitarras eléctricas

Utilizar un compresor multibanda para afinar los medios-graves de las guitarras eléctricas, sobre todo durante las secciones de palmas silenciadas, es una técnica sagrada en la mezcla de metal.

Los riffs con sordina de palma son un elemento básico de la música heavy. Sin embargo, sin un tratamiento cuidadoso, a veces pueden sonar turbios o faltos de definición. Si te centras específicamente en las frecuencias medias-bajas con un compresor multibanda, como FabFilter MB, puedes controlar y ajustar tus guitarras para que la gama de frecuencias no salte cada vez que las guitarras lleguen a una sección de palm muted.

La clave aquí es aislar el rango de frecuencias en el que más resuenan las palmas -a menudo entre 200 y 500 Hz- y aplicar compresión de forma selectiva a esta banda. El resultado final son guitarras de metal controladas pero claras.

Uso del procesamiento paralelo en las voces

Por último, quiero hablar sobre el uso de la compresión paralela y la distorsión en las voces para ayudar a darles agresividad.

La compresión paralela, también conocida como compresión New York, consiste en mezclar una versión muy comprimida de la pista vocal con la pista original sin comprimir. Este método permite que las voces mantengan su dinámica y matices naturales, mientras que la señal comprimida aporta una presencia consistente y potente en toda la mezcla.

El resultado es una voz que se abre paso entre la densa instrumentación sin perder su rango expresivo.

Añadir distorsión en paralelo ofrece ventajas similares.

Obtendrá toda la agresividad y energía de una pista vocal de alto octanaje sin perder la inteligibilidad ni la calidad de la voz natural.

Reflexiones finales - Mezclar metal como un profesional

Mezclar música metal es muy divertido, y hay muchos consejos, trucos y técnicas increíbles que puedes utilizar para ser creativo con todos los elementos de tus mezclas. Aunque no te guste mucho la música heavy o agresiva, puedes aprender muchas cosas mezclando metal. Además, muchas de las técnicas que adquieres mezclando metal son aplicables a otros géneros, desde el hip-hop hasta el reggae, entre otros.

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