Pryda Snare: ¿Qué es y cómo crearlo?

Pryda Snare: ¿Qué es y cómo crearlo? Pryda Snare: ¿Qué es y cómo crearlo?

Ah, el Pryda Snare: si has pasado algún tiempo en el mundo de la EDM o de la música big room, ya conoces el sonido del que hablo. Escuchas ese groove de cuatro en el suelo y sabes que va a llegar. Ese golpe de caja 909 trascendental, ultracomprimido, con reverberación, que lleva más de una década preparando caídas y haciendo sonar los altavoces de los festivales. Es tan icónico que prácticamente se ha convertido en el sonido del género, junto con el obligatorio bass drop.

Pero seamos realistas: por muy legendaria que sea, la Pryda Snare es también uno de los mayores clichés de la música electrónica. En algunas pistas casi se puede poner el reloj en hora. Sin embargo, a pesar de su uso excesivo, los productores siguen recurriendo a él. ¿Por qué? Porque simplemente funciona. Hay algo en ese golpe contundente y reverberante que siempre pone en marcha a las multitudes.

En los círculos de producción musical, llamamos a este infame sonido el Pryda Snare, en honor a Eric Prydz, el hombre responsable de popularizarlo. En esta guía, vamos a profundizar en la historia del Pryda Snare, diseccionar lo que lo hace tan especial y, lo más importante, mostrarte exactamente cómo recrearlo en tus propias pistas. Empecemos.

La introducción del lazo Pryda

La historia del Pryda Snare comienza a principios de 2009 con el lanzamiento del tema de Eric Prydz "Miami to Atlanta". Si eres fan de la EDM, probablemente la hayas escuchado. Sigue siendo uno de sus mejores temas hasta la fecha.

El tema arranca con lo que cabría esperar de una canción de Pryda: un groove clásico de los 80, suaves melodías de sintetizador y el característico ambiente atmosférico que caracteriza a Prydz. Todo resulta familiar, casi como una vuelta de calentamiento a una pista en la que has corrido miles de veces.

Pero justo después del minuto, las cosas dan un giro brusco. De la nada, Prydz empieza a soltar estos enormes golpes de caja en la cuenta de cuatro. Con cada golpe, es como si te desafiara a ignorarlo, pero no puedes. ¿Por qué? Porque casi todo en la mezcla parece estar conectado a esa caja. El bajo se agacha, los sintetizadores retroceden y el bombo casi se esconde en las sombras, todo para dejar que la caja se sitúe en primer plano.

Es audaz, está en tu cara y es imposible de olvidar. Esa caja no era sólo un elemento percusivo. Se convirtió en la estrella del espectáculo, dotando a "Miami to Atlanta" de una memorabilidad única, casi hipnótica.

Entonces, ¿por qué esta muestra adquirió tanta notoriedad?

En 2011, los festivales de EDM experimentaron un ascenso meteórico. Este nuevo estilo de música electrónica de baile se basaba en caídas masivas, acumulaciones de alta energía y ganchos vocales para los oídos. Y con ese auge, el Pryda Snare encontró su camino en casi todas las pistas de big room. Se convirtió en el arma preferida de los productores que querían inyectar esa misma energía explosiva a sus temas.

Sin embargo, no se trataba necesariamente de que la caja en sí fuera un sonido innovador y nunca antes escuchado. De hecho, es sorprendentemente fácil de recrear (más adelante hablaremos de ello). La verdadera magia estaba en cómo la utilizaba Prydz.

La trampa de Pryda se extiende como la pólvora

Una vez que el Pryda Snare llegó a la escena, no tardó en extenderse como la pólvora. Los productores no tardaron en darse cuenta de que este snare era la herramienta perfecta para la transición a partes más enérgicas de una pista o para señalar esos drops tan importantes.

Y cuando me di cuenta, el Pryda Snare empezó a aparecer por todas partes.

Una de las características más reconocibles del uso del Pryda Snare era el pequeño silencio que le seguía. Este momento de quietud, una especie de vacío sónico, creaba una pausa dramática que casi obligaba al oyente a anticipar lo que venía a continuación. Era una técnica sacada directamente del tema original de Prydz, y se convirtió en una característica definitoria de la forma en que otros utilizaban la caja.

Por ejemplo, "Antidote" de Swedish House Mafia y Knife Party. Este tema es una clase magistral de cómo utilizar la caja Pryda como marcador de la caída. Cada cuatro compases más o menos, la caja se estrella, anunciando las partes más enérgicas del tema como una sirena.

Muy pronto, el Pryda Snare apareció en temas a diestro y siniestro. "Toulouse" de Nicky Romero y "Sending My Love" de R3hab & Swanky Tunes son buenos ejemplos. En 2013, estaba en todas partes donde se podía escuchar música big-room: en festivales, en clubes y en la radio. Era el sonido del momento y, si no lo utilizabas, ¿estabas haciendo música big-room?

W&W, uno de los pesos pesados del género, se convirtieron en grandes defensores del Pryda Snare. Temas como "D# Fat" y "The Code" giraban prácticamente en torno a ella. Conocían el poder de esa caja para enloquecer al público.

Entonces llegó el momento que consolidó el lugar de la Pryda Snare en la historia de la EDM. Un joven productor holandés llamado Martin Garrix lanzó un pequeño tema llamado "Animals" y, bueno, el resto ya lo conoces.

En lo que probablemente sería su uso más popular, el Pryda Snare se convirtió en un elemento básico de toda la canción. Casi se puede poner en hora el reloj: ahí está, como un reloj, haciendo avanzar la canción y creando tensión cada vez que suena. "Animals" se convirtió en un himno, y el Pryda Snare en su latido.

La decadencia del Big Room

Como ocurre con todas las cosas que alcanzan alturas meteóricas, la popularidad del Pryda Snare acabó convirtiéndose en otra cosa: desprecio. Lo que una vez fue la salsa secreta de la EDM de gran sala empezó a dejar mal sabor de boca. El género, que había prosperado gracias a su energía desbordante y a sus ganchos festivaleros, empezó a resultar rancio y predecible. Y en el centro de todo estaba ese snare ya famoso.

En 2013, el dúo sueco Daleria lanzó "Epic Mashleg", un mashup de un minuto de duración que unía descaradamente 15 de los temas más populares del Top 100 de Beatport. El mashup era un comentario no tan sutil sobre lo trillado y formulista que se había vuelto el sonido big room. Como habrás adivinado, el Pryda Snare hizo su aparición obligatoria, cada pocos compases, para señalar la siguiente sección de la canción. Fue una muestra brillante e irónica de cómo un sonido antaño icónico se había convertido en el mayor cliché del género.

Esto nos lleva al punto en el que nos encontramos actualmente, volviendo la vista atrás a la EDM big room a través de la lente de una única muestra de caja que se utilizó tan implacablemente que casi se convirtió en una parodia de sí misma. No es la primera vez que un sonido llega a definir un género y luego lo desborda.

Por ejemplo, el Amen Break, un bucle de batería de seis segundos del tema de 1969 de The Winstons "Amen, Brother", que se convirtió en la columna vertebral de innumerables temas de drum and bass y breakbeat. O el wobble bass del dubstep, que empezó siendo fresco y emocionante durante su auge a finales de la década de 2000, pero que, al ser llevado cada vez más al extremo, acabó llegando a un punto absurdo.

Pero hay una diferencia clave: mientras que estos sonidos se cortaban, troceaban y reimaginaban de todas las formas creativas posibles, el Pryda Snare se copiaba y pegaba con muy pocas variaciones. Era como si los productores pusieran una pegatina de "aprobado para salas grandes" en sus temas y pasaran al siguiente éxito del festival.

El uso excesivo de la Pryda Snare se hizo tan notorio que incluso BazzFeed no pudo resistirse a burlarse de ello. Publicaron un artículo satírico con el siguiente titular: " Eric Prydz demanda a más de 1.000 artistas de EDM en la mayor demanda mundial por derechos de autor". "Aunque la demanda era ficticia, el sentimiento no iba muy desencaminado: todo el mundo había tomado prestado del Pryda Snare, y parecía que nadie tenía nada nuevo que decir con él.

Y así, lo que una vez fue un elemento definitorio de la EDM de big room se convirtió en un símbolo de su declive. El género que antaño incendiaba las pistas de baile empezó a perder su chispa, y la caja que fue el corazón de sus mejores momentos se convirtió en un recordatorio de lo rápido que la innovación puede convertirse en imitación.

Dicho esto, todavía hay sitio para este sonido de caja en la música electrónica, sobre todo a medida que aparecen más géneros híbridos. Así que, para quien esté interesado, aquí tienes un breve tutorial sobre cómo se hace.

Cómo recrear el Pryda Snare

¿Cómo recreamos el famoso Pryda Snare? Bueno, si te sientes un poco perezoso o tienes prisa, puedes tomar el camino más fácil y extraer una muestra directamente de una pista popular de big-room. O, si eres más bien un águila legal, puedes hacerte con uno directamente desde cualquier plataforma de samples. Hay innumerables Pryda Snares prefabricados esperando a que los arrastres y los coloques en tu DAW.

Pero si te apetece un reto y quieres hacer una desde cero, aquí tienes la forma más fácil de hacerlo. Créeme, es más satisfactorio y acabarás con una bordonera que es exclusivamente tuya. Veamos los pasos:

  1. Empieza con una muestra de caja 909: Carga una muestra de caja 909 clásica en tu DAW. Esta es tu base, ya que la Pryda Snare original se basa en una caja 909 muy procesada. Puedes encontrar muchas cajas 909 en la mayoría de cajas de ritmos o paquetes de muestras.
  2. Añade reverberación: La reverberación es lo que da al Pryda Snare su sensación cavernosa, más grande que la vida. Utiliza un plugin de reverberación con un tiempo de decaimiento largo (entre 2 y 3 segundos). Asegúrate de marcar un pre-delay de unos 20-30 ms para mantener el golpe inicial de la caja claro y frontal. Ajusta la mezcla húmeda/seca a tu gusto, pero mantenla en el lado más húmedo para conseguir ese icónico sonido reverberado.
  3. Aplica una fuerte compresión: A continuación, pon un compresor y dale caña. Quieres que la caja golpee la mezcla con autoridad. Establece un ataque lento para dejar pasar el golpe inicial y una liberación media para dejar que la cola respire un poco. Ajusta el umbral y la relación hasta que la caja se sienta firme e impactante.
  4. Gate the Reverb Tail: Aquí es donde ocurre la magia. Añada una puerta de ruido después de la reverb para cortar bruscamente la cola. Esto creará ese efecto de reverberación cerrada en el que la reverberación se detiene de repente, dando a la caja su carácter contundente y directo. Ajusta el umbral para que la puerta se cierre justo después de la cola de reverberación que quieras mantener. También puede remuestrear la caja con la reverb normal y cortar manualmente las colas.
  5. Colócalo en capas: Si la caja te sigue pareciendo un poco fina, no tengas miedo de superponerla con otra caja o palmada. Elige un sonido que complemente a la caja 909, como una palmada corta y ágil. A continuación, mezcla las capas para crear un golpe más completo e impactante.

El legado de la trampa de Pryda

Después de todos estos años, el Pryda Snare sigue siendo uno de los sonidos más icónicos de la producción de música electrónica de baile. Aunque en un momento dado podría haberse convertido en un cliché, su impacto en el género es innegable. Espero que hayas disfrutado tomándote un tiempo para explorar los detalles de cómo se creó y utilizó este snare, ¡ya que puede enseñarte mucho sobre diseño de sonido y producción musical!

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