¿Qué es la lectura a primera vista?

¿Qué es la lectura a primera vista? ¿Qué es la lectura a primera vista?

Hay algunas habilidades que pueden llevar tu arte musical al siguiente nivel, y una de ellas es sin duda la lectura a primera vista. Dominar el arte de la lectura a primera vista se traduce en aprender nuevas canciones más rápido, prepararse para una actuación en cuestión de minutos en lugar de horas o días, y convertirse en un intérprete más "vendible", a todos los efectos.

Hoy analizaremos qué significa leer a primera vista, por qué deberías aprender a hacerlo y cómo puedes dar los primeros pasos para dominar la lectura a primera vista.

¿Qué es la lectura a primera vista?

La lectura a primera vista es la habilidad de traducir la música escrita en una interpretación en el acto. Significa que puedes leer e interpretar partituras la primera vez que las ves, sin ensayo previo.

La lectura a primera vista es importante porque mejora la eficacia y el flujo de trabajo del músico. Tanto si eres un pianista que está aprendiendo una nueva pieza para una actuación en un escenario, como si trabajas en una orquesta o sustituyes a otro artista en el último minuto, la lectura a primera vista te convierte en un músico valioso que puede ofrecer una buena interpretación en cuanto recibe la partitura.

El canto a primera vista es precisamente lo mismo, pero utilizando la voz en lugar de instrumentos musicales. La técnica del canto a primera vista permite adaptarse a una nueva pieza y colaborar sin problemas con los demás desde el primer momento. Esta técnica puede ser utilizada tanto por cantantes que aprenden una nueva canción como por músicos que cantan su parte sin utilizar sus instrumentos.

¿Por qué es importante la lectura a primera vista?

La lectura a primera vista es para los músicos lo que escribir sin mirar el teclado es para los escritores. O un ejemplo en los deportes podría ser la diferencia entre dos jugadores de fútbol, uno corriendo con el balón mientras lo mira, y el otro corriendo mientras explora el campo para ver cómo podría desarrollarse la acción.

En resumen, la lectura a primera vista en música te permite ser más eficaz, funcional y fiable en cualquier escenario musical.

La lectura a primera vista es la manifestación de unas bases sólidas en ritmo y afinación. Si puedes leer una partitura y tocarla sobre la marcha con un buen nivel de precisión, lo más probable es que seas capaz de hacerlo en distintos géneros y situaciones, lo que te convierte en un artista versátil y fiable en el proceso de creación musical. En cierto modo, certifica tu formación musical.

Sin embargo, es en el proceso de dominar la lectura a primera vista donde están la mayoría de los beneficios. Entrenarás tus oídos y tus ojos para interpretar notas automáticamente y anticipar las siguientes partes de una canción con sólo echar un vistazo. Esto te dará una gran ventaja a la hora de tocar en una orquesta, componer una película o unirte a un coro.

Saber leer a primera vista con soltura causará una impresión duradera en las audiciones. Imagina que estás buscando un músico y tienes que elegir entre uno que puede interpretar música nueva de inmediato y otro que necesita unas horas para leerla. Del mismo modo, cuando un compositor quiere escuchar cómo suena su música, unas habilidades avanzadas de lectura a primera vista te ayudarán a dar vida a su partitura.

Los profesionales de la música valoran la eficacia: todo el mundo quiere hacer las cosas lo más rápido posible, ya sea para reducir gastos de contratación o alquiler o por los ajustados plazos de los proyectos.

En estos contextos, saber leer a primera vista es como tener un superpoder: es una ventaja que puede hacerte destacar incluso frente a músicos más experimentados o hábiles. La gente del sector te verá como alguien que puede acelerar un proceso, ahorrarles dinero y tiempo y simplificar la vida de los demás intérpretes implicados.

No necesitas una afinación perfecta ni décadas de entrenamiento para leer a primera vista, y aunque las clases de piano sin duda te ayudarán, todo lo que tienes que hacer es practicar la lectura hasta que puedas tocar una pieza desconocida la primera vez que la veas.

Los diferentes aspectos de la lectura a primera vista

¿Qué hace falta para convertirse en un excelente lector a primera vista? La capacidad de traducir notas en papel a música requiere conocer con precisión el valor de cada dato incluido en esa partitura.

Echemos un vistazo a la información más crucial que necesitarás recrear durante tu actuación. Idealmente, cada uno de estos componentes musicales requeriría su propio artículo dedicado, pero seré breve, lo prometo.

Nota Duración

Por supuesto, la capacidad de reconocer notas es primordial. Saber cuánto tiempo hay que mantener una nota (puede ser una nota entera, media nota, negra o cualquier subdivisión) es lo que hace que la canción suene como suena.

Lo mismo ocurre con los silencios. Las pausas son una parte crucial de la fluidez de una composición, y hacerlas mal cambiará drásticamente la pieza. Un conocimiento profundo de cada uno de los valores de las notas es un buen punto de partida si quieres convertirte en un buen lector a primera vista.

Tempo

El tempo es la velocidad a la que se interpreta una pieza musical. Puedes encontrar el tempo definido en BPM (pulsaciones por minuto) o a través de la terminología italiana (especialmente en la música clásica).

La lectura a primera vista exige interiorizar el tempo y ser capaz de recrearlo a la perfección al interpretar una nueva pieza musical.

He aquí cómo se traduce la terminología tradicional italiana a BPM:

Larghissimo - 20 BPM e inferior

Grave - 20-40 BPM

Lento (o Largo) - 40-60 BPM

Larghetto - 60-66 BPM

Adagio - 66-76 BPM

Adagietto - 70-80 BPM

Andante moderato - 69-72 BPM

Andantino - 66-83 BPM

Andante - 76-108 BPM

Moderato - 108-120 BPM

Allegretto - 98-109 BPM

Allegro moderato -112-124 BPM

Allegro -120-168 BPM

Vivace -126-144 BPM

Vivacissimo - 140-150 BPM

Allegrissimo - 150-167 BPM

Presto -168-200 BPM

Prestissimo - más de 200 BPM

 

Firma de tiempo

El compás es un patrón de tiempos fuertes y débiles que se repite una y otra vez, creando la base de una composición musical.

Seguro que estás familiarizado con el 4/4 estándar, y si has tocado música durante algún tiempo, probablemente puedas recrear este compás de inmediato. Pero con ritmos más complejos, esta habilidad se vuelve aún más crucial, ya que perder un tiempo o un compás puede comprometer toda la interpretación.

Ritmo

El ritmo va de la mano con el compás: mientras que el primero define cuántos tiempos y qué tiempos hay que acentuar, el ritmo describe el flujo de la música. Define el valor de las notas del pasaje y su relación con el compás.

El ritmo es el alma de la música, y ser capaz de leer ritmos complejos sobre la marcha es una habilidad que te permitirá dominar cualquier composición en poco tiempo.

Cómo mejorar la lectura a primera vista

Aquí tienes algunos consejos para mejorar tu capacidad de lectura a primera vista. Aunque no hay una única manera de practicar la lectura a primera vista, existen ciertas técnicas y trucos que te harán sentir más seguro cuando te enfrentes a una nueva partitura.

Mejorar sus conocimientos de teoría musical

Créeme, no llegarás a ninguna parte con la lectura a primera vista a menos que seas capaz de leer e interpretar símbolos musicales en una fracción de segundo. Así que aquí es donde debes empezar si quieres convertirte en un buen lector a primera vista.

Ser capaz de traducir las armaduras, escalas, progresiones de acordes e intervalos en sonidos te permitirá reconocer patrones en un abrir y cerrar de ojos, lo que hace que el proceso de lectura a primera vista sea más natural y fluido.

Y aunque leer cada nota exige mucha atención, si reconoces las progresiones de acordes y las tonalidades que te resultan familiares, podrás racionalizar tus esfuerzos y prepararte para las siguientes secciones de la pieza.

Ni que decir tiene que todo esto requiere un profundo conocimiento de la teoría musical, así que cuanto antes perfecciones tus habilidades, antes verás resultados en tu proceso de lectura a primera vista.

Centrarse en el tempo y los graves

Llevo tocando un par de décadas y muchas veces he acabado improvisando piezas enteras en el escenario. Algunas personas, incluso otros músicos, lo ven como una forma de brujería, pero no es nada de eso: es un truco que se aprende con la experiencia.

Éste es el secreto: consigue el tempo adecuado y busca patrones musicales en el flujo armónico de una canción.

Mantener un ritmo constante ya permite a todos los demás artistas que participan en el proyecto hacer lo suyo, ya sea cantar, tocar o actuar. Esto significa que nadie pierde el tiempo aunque tu actuación no sea impecable.

Lo siguiente es dar una estructura sólida a los que trabajan contigo, y eso se consigue con las estructuras de acordes. Estos patrones, que se suelen tocar con la mano izquierda si eres pianista, pueden convertirse en un ancla que dará soporte estructural y orientación a tu lectura a primera vista.

Memorizar la estructura de acordes o la línea de bajo le ayudará a preservar sus recursos cognitivos, permitiéndole concentrar la mayor parte de sus energías mentales en la melodía principal, que es la más difícil de predecir.

Pero una vez que te haces con el tempo y la estructura melódica, ¡ya tienes más de medio camino recorrido!

No se mire las manos

Si te miras las manos mientras lees a primera vista, siempre necesitarás una fracción de segundo para saber en qué parte de la partitura te encuentras en el momento en que vuelvas a levantar la cabeza.

Esta pequeña interrupción en el flujo de la interpretación puede ser perjudicial de muchas maneras: puede que tenga que reducir la velocidad o perderse un pasaje importante mientras encuentra el lugar correcto en la partitura.

La única forma de evitarlo es tantear el instrumento sin mirarlo. Para ello es necesario familiarizarse con el instrumento musical, algo que sólo se consigue con el tiempo.

Pero una vez que hayas aprendido a tocar sin mirarte las manos, tu memoria muscular te ayudará mucho en la lectura a primera vista y te permitirá concentrarte en las partes más complejas de una partitura.

Una buena forma de familiarizarte con tu instrumento es tocar la música que ya conoces con los ojos cerrados. Esto te ayudará a confiar en tu memoria muscular en lugar de en tu vista, y también aumentará tu confianza a la hora de tocar tu instrumento.

Ten en cuenta que cada instrumento musical es diferente. Puede que seas capaz de tocar la guitarra con los ojos cerrados, pero eso no significa que puedas tocar cualquier guitarra de la misma manera. Así que no te confíes.

No te detengas ni repitas si cometes un error

Puede que sea innecesario subrayarlo, pero lo haré de todos modos: pase lo que pase, no te detengas.

Si tienes experiencia tocando música en directo, sabes que los errores ocurren, y cuando ocurren, lo único que puedes hacer es seguir adelante y tocar la canción hasta el final. Lo mismo ocurre con la lectura a primera vista.

Cuando estás leyendo a primera vista, lo más probable es que los demás dependan de tu interpretación, lo que significa que detenerte bruscamente comprometerá también el trabajo de los demás. En lugar de eso, céntrate en recuperar el equilibrio y recuerda la parte en la que cometiste el error, por si reaparece más tarde en la partitura.

Aceptar que se pueden cometer errores, y que el resto de tu actuación no debería verse afectada por ellos en modo alguno, no es sólo una importante lección musical, sino también algo que puedes utilizar en cualquier otro aspecto de tu vida.

Practicar la lectura a primera vista a diario

Más que ninguna otra cosa, la práctica diaria es lo que te ayudará a leer a primera vista con fluidez. Aunque sólo sea durante 10-15 minutos al día, encuentra tiempo para elegir una pieza nueva e intentar tocarla a primera vista. Elige canciones que estén en consonancia con tus habilidades actuales y tócalas tan despacio como necesites, hasta que te salgan bien y te sientas lo bastante cómodo como para acelerar.

Puedes elegir una pieza distinta cada mes, cada semana o incluso cada día. Salta rápidamente por la partitura para memorizar la tonalidad y el compás, y luego empieza a tocarla a tu ritmo.

Puedes elegir música con la que no estés familiarizado, para ayudarte a ampliar tus horizontes musicales, o centrarte en un compositor concreto que te encante. Independientemente de cómo vayas a hacerlo, asegúrate de que puedes invertir quince minutos de tu día en leer partituras y practicar una pieza con la que no estés familiarizado, y los resultados llegarán antes de lo que crees.

Aprender a "hacer trampas"

Hacer "trampas" en la lectura a primera vista significa conseguir el mejor resultado posible de la forma más rápida. Hay un par de trucos que puedes utilizar para sacar el máximo partido a tu lectura a primera vista: escanear a fondo la partitura y memorizar la estructura general de una pieza. Incluso los mejores lectores a primera vista lo hacen, ¡así que no pienses demasiado en ello!

Tómate un momento para repasar la partitura. Analiza las tonalidades, las alteraciones, los compases, las repeticiones y cualquier otra marca importante que pueda despistarte a mitad de la interpretación. Siempre que sea posible, toma notas para recordar determinados pasajes. Antes de hacerlo, respira hondo y despeja la mente: necesitarás grabar esos símbolos musicales en tu mente.

Céntrate en la estructura general en lugar de en las notas individuales. De este modo, podrás simplificar pasajes complejos o aproximar ritmos para seguir avanzando sin detenerte. Puede que no sea perfecto, pero cumplirá su función, y eso es lo más importante cuando tocas una pieza "a primera vista".

Reflexiones finales

Espero que esta guía te ayude a comenzar tu viaje hacia la lectura a primera vista. Recuerda que, sobre todo si estás empezando, la práctica de la lectura a primera vista no es negociable. Invierte 15 o más minutos de tu día en tocar una canción nueva a primera vista y empezarás a ver resultados antes de lo que piensas.

Recuerda practicar la lectura a primera vista con canciones que estén en consonancia con tu nivel de habilidad. No hay nada peor que sentirse abrumado intentando leer a primera vista música demasiado compleja para tu capacidad musical.

Dicho esto, asegúrate de disfrutar del proceso y valora todos los conocimientos que obtendrás al mejorar tu capacidad de lectura a primera vista: teoría musical avanzada y habilidades de improvisación, así como la capacidad de aprender nuevas canciones diez veces más rápido que antes.

¡Que te diviertas!

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