Cuando se trata de ecualizar voces, no existe una solución única. Cada voz tiene sus propias características, así que hay que tratar cada una con un enfoque personalizado. Esto es especialmente cierto cuando se trabaja con voces masculinas y femeninas.
Aunque ambos necesitan un poco de masaje aquí y allá, las voces masculinas tienden a centrarse más en los medios graves que las femeninas. Los hombres suelen tener un tono más profundo y grueso que a veces puede resultar un poco turbio, sobre todo en el rango de 200-400 Hz. Por eso, la ecualización de las voces masculinas requiere un poco más de atención para aclarar esos medios bajos y mantener al mismo tiempo la calidez y la presencia.
Por supuesto, hay más cosas. Y aunque no hay una fórmula mágica, sí hay algunos puntos básicos en los que fijarse, para tener un plan sólido cada vez que saques un ecualizador vocal y no sepas por dónde empezar.
Cómo ecualizar voces masculinas
Como ya he dicho, con la ecualización vocal masculina (o con cualquier otra ecualización vocal), el enfoque puede variar en función del cantante. Del mismo modo que no esperarías que un barítono y un tenor sonaran igual, los rangos que comentaremos a continuación variarán de un cantante a otro.
Por ejemplo, una pista vocal de barítono puede tener una presencia mucho más prominente en los medios bajos o frecuencias graves, dando a la voz un tono más grueso y cálido. Por otro lado, un tenor suele tener un sonido más brillante y centrado en la parte alta de la gama. Esto significa que deberás prestar atención a la posición de la voz en esos rangos y ajustar el ecualizador en consecuencia.
La mejor manera de averiguar dónde se encuentra tu voz es utilizar un ecualizador con un analizador. El FabFilter Pro-Q 3 ha sido mi favorito desde siempre, ¡y es lo que verás en la imagen de abajo!
También suelo ser partidario de utilizar ajustes de Q más amplios, ya que dan al sonido una sensación más natural, evitando ese efecto áspero y puntiagudo que puede producirse con ajustes de Q muy estrechos. Por supuesto, si estás tratando con una frecuencia problemática específica, como una resonancia desagradable o un silbido molesto, es cuando querrás ser más quirúrgico con un Q más ajustado, pero en su mayor parte, los ajustes más amplios hacen el truco.
Ahora, vamos a desglosar los diferentes rangos de la voz masculina de abajo a arriba, y te mostraré cómo enfoco la ecualización de cada una de estas áreas.
Empezar con un filtro de paso alto

Antes de sumergirte en la carne de tu ecualizador vocal, yo diría que el 95% de las veces, me gusta empezar con un filtro de paso alto.
¿Por qué? Porque ayuda a eliminar los ruidos no deseados y ese retumbar no musical que a menudo se encuentra en los graves, por debajo de las frecuencias bajas utilizables. Es lo que no aporta nada a la voz.
En general, me gusta ajustar la pendiente a unos 12 dB o 18 dB por octava. Para encontrar el punto de corte perfecto, empiezo barriendo el filtro de paso alto gradualmente y escucho atentamente cuando el barro se aclara sin que la voz suene demasiado fina. La clave es no pasarse, sobre todo con las voces graves. Los barítonos y los bajos tienen un sonido más profundo y rico, y si cortas demasiado, puedes hacer que suenen débiles y sin vida.
Por lo tanto, ten cuidado y ajusta el filtro de paso alto con cuidado en función de la voz con la que estés trabajando.
EQ el cuerpo

La gama de 150-300 Hz es donde suele estar el "cuerpo" o fundamental de una pista vocal. Es la carne del sonido, lo que da a la voz su plenitud y presencia. Puedes aumentar o reducir este rango en función de cómo quieras que se sitúe la voz en la mezcla.
Si la voz parece demasiado débil o le falta potencia, un ligero realce en esta zona puede ayudar a rellenarla y darle más peso. Pero ten cuidado, porque si lo amplificas demasiado, puede resultar un poco retumbante y saturado, sobre todo en la zona de 200-250 Hz.
Ahora bien, si la voz te parece demasiado retumbante, puedes probar a utilizar un ecualizador dinámico. Me encanta la EQ dinámica porque te permite enfocar las frecuencias problemáticas de una forma más controlada. Más adelante hablaremos de ello y de por qué la EQ dinámica se ha convertido en mi primera opción en muchas situaciones de EQ.
Si quieres añadir algo de cuerpo, puedes potenciar en esta región. Sin embargo, a veces encuentro que un poco de saturación es la solución mágica. La saturación, sobre todo la de válvulas o cinta, puede añadir armónicos a los medios bajos y hacer que la voz suene más llena y presente sin necesidad de EQ.
Recorte de cajas

500 Hz es la infame zona de la caja. Esta gama de frecuencias suele ser un problema en la mayoría de las voces, ya sean masculinas o femeninas. Es la gama de frecuencias en la que las voces suenan como si estuvieran atrapadas en una caja de cartón. Es decir, denso y apagado. Si quieres que una voz suene más abierta y con más presencia, tendrás que solucionar este problema.
Personalmente, suelo cortar un poco aquí, no sólo para limpiar las cosas, sino para dar brillo a la voz. Al reducir un poco el grosor de los medios, las frecuencias altas empiezan a brillar con más claridad.
La ecualización dinámica también hace maravillas en esta situación.
Calidad nasal

Entre 1,5 y 2 kHz suele aparecer un carácter no deseado. Aquí es donde tiende a situarse la cualidad nasal, y si es demasiado pronunciada, puede hacer que el sonido vocal resulte chirriante o incluso un poco telefónico.
Si tienes una voz demasiado nasal, esta es una buena zona para recortar. Una suave caída en torno a 1,5-2 kHz puede ayudar a suavizar las cosas y eliminar cualquier molesto pitido.
Dicho esto, si la voz se siente hueca o delgada, esta es una buena zona para realzar. Dándole un poco de realce en este rango, puedes devolver algo de vida al sonido y añadir un poco de riqueza al rango medio. Pero, como siempre, es cuestión de equilibrio.
Dureza o presencia

El rango de presencia, que suele situarse entre 2 kHz y 4 kHz, puede ser un arma de doble filo. Es donde residen gran parte de la claridad y el detalle vocales, pero también puede ser la zona donde una voz empieza a sonar chirriante si se acumula demasiada información de frecuencia.
Nuestros oídos son especialmente sensibles en este rango, por lo que demasiado en esta zona puede resultar áspero y molesto.
Los 4 kHz son especialmente problemáticos para muchas voces. Yo lo llamo el rango "escupido". Si algunas notas de este rango sobresalen y empiezan a atravesarlo, un pequeño corte aquí puede hacer maravillas para suavizar las cosas. No hay que eliminar por completo la presencia, pero sí evitar cualquier abrasividad desagradable.
Por otro lado, si la voz resulta un poco plana o carente de presencia, puedes probar a realzarla entre 2 kHz y 4 kHz. Si ya has probado a realzar en la zona de 1-2 kHz y no te da la presencia que necesitas, este rango puede ser un buen paso. Como siempre, ten cuidado de no pasarte.
Abrir el aire

Para que una voz resplandezca y parezca abierta, me gusta darle un poco de "aire" con un ecualizador de agudos, normalmente por encima de 10 kHz. Con un ecualizador de agudos bien colocado, la voz parecerá más "abierta" sin que suene áspera o demasiado brillante.
Cuando tengo que añadir aire, suelo recurrir a un ecualizador Pultec o a un ecualizador analógico para esta tarea, ya que proporcionan un carácter más suave y musical.
Dicho esto, si te pasas un poco con el realce de agudos y acabas con más sibilancia de la que te gustaría, emparejar tu realce de agudos con un de-esser puede ser una salvación. Un de-esser ayuda a domar esos sonidos "S" sibilantes que pueden aparecer cuando se añade aire al extremo superior.
Filtro pasa bajo suave

El último movimiento que suelo hacer al ecualizar una voz masculina es aplicar un filtro de paso bajo suave alrededor de 20 kHz. La razón es que ayuda a limpiar cualquier sonido inaudible en las frecuencias muy altas que no aportan nada a la voz. Al cortarlos, la voz queda un poco más "embolsada" y adquiere un sonido más controlado y centrado.
Yo suelo utilizar una pendiente relativamente suave de 18 dB. De este modo, no eliminas por completo los agudos, pero limpias los extremos sin perder nada del brillo o el aire que te has esforzado en crear.
Consejos adicionales
Considere su grabación
Si quieres que tu voz suene lo más natural posible, menos es más cuando se trata de la ecualización. El objetivo siempre es dar forma al sonido con el menor procesamiento posible, para preservar el carácter de la voz. Si consigues que la voz suene bien desde el principio, no tendrás que recurrir a la ecualización para arreglar las cosas después.
Si tienes control sobre el proceso de grabación, tómate un momento para pensar en cómo la selección del micrófono y el entorno de grabación pueden ayudarte a "ecualizar" la voz antes incluso de que llegue a la pista. Por ejemplo, si quieres un sonido más brillante y directo, puedes elegir un micrófono que enfatice las frecuencias altas, como un condensador de diafragma grande.
Por otro lado, si buscas un tono más suave y cálido, un micro diferente, como un micro de cinta, puede que se adapte mejor a tus necesidades. El micro adecuado puede hacer mucho del trabajo pesado, así que no tienes que exagerar en la fase de mezcla.
Tenemos una magnífica guía sobre micrófonos vocales que puede ayudarte a elegir el adecuado para el sonido que buscas.
Por supuesto, el entorno de grabación es igual de importante. Un espacio de grabación óptimo debe estar libre de ruidos de fondo y reflexiones. Una sala bien tratada con paneles de espuma o trampas de graves puede ayudar a evitar que los sonidos no deseados se cuelen en la grabación. Si el entorno no está insonorizado o tratado acústicamente, es posible que la voz suene como una caja o distante, lo que requerirá más trabajo de ecualización más adelante.
Por último, ten en cuenta la colocación del micrófono. La posición del micrófono puede influir mucho en el tono de la voz. Por ejemplo, acercar o alejar el micro del cantante puede enfatizar o restar énfasis a determinadas frecuencias. Si buscas un sonido más íntimo, prueba a acercar el micro al cantante. Si buscas un sonido más abierto y distante, puedes alejarlo un poco.
Utilice un desatascador
El uso de un de-esser es igual de importante que la ecualización, sobre todo cuando se han realzado los agudos o se ha añadido aire a la pista. Los de-essers ayudan a reducir los sonidos "S" ásperos y otras frecuencias sibilantes que cortan demasiado la mezcla.
Por desgracia, la mayoría de la gente no los utiliza correctamente. Así es como me gusta enfocar la desempolvadura:
- Encuentra el área problemática: Empieza por identificar dónde la sibilancia es más problemática. Normalmente, se encuentra entre 5 kHz y 8 kHz, pero puede variar en función del vocalista. A mí me gusta encontrar la zona más sibilante poniendo en bucle una sección con muchos sonidos "S" y buscando en mi analizador de frecuencias los puntos en los que saltan.
- Ajuste la frecuencia: una vez identificado el rango de frecuencias problemático, ajuste el de-esser para que se centre en esa zona. Si no estás seguro de por dónde empezar, prueba con una gama de frecuencias entre 5 y 7 kHz, ya que suele ser donde se localiza la sibilancia.
- Ajuste el umbral: El umbral determina la cantidad de sibilancia que debe haber antes de que actúe el de-esser. Reduce el umbral hasta que empieces a oír que la sibilancia se atenúa. No quieres que sea demasiado agresivo, así que asegúrate de que sólo actúa sobre los sonidos "S" agudos, no sobre toda la voz.
- Comprueba la mezcla: Después de configurar el de-esser, escucha la voz en el contexto de la mezcla completa. A veces, lo que suena bien en solitario puede resultar demasiado sutil o perceptible en la mezcla. Ajusta la configuración hasta que la sibilancia esté controlada, pero la voz siga sonando natural y clara.
Utilizar Dynamic EQ
Dynamic EQ se ha convertido en mi herramienta preferida para la ecualización de voces (y, en realidad, de cualquier otro instrumento). Es tan versátil y precisa, que es exactamente lo que necesitas cuando intentas que una voz suene pulida sin procesarla en exceso.
Básicamente, es una mezcla de ecualizador y compresión normales, ya que permite atenuar determinadas frecuencias sólo cuando se vuelven problemáticas, en lugar de realizar cortes o aumentos permanentes en toda la actuación.
Básicamente, la ecualización dinámica permite aplicar ajustes de ecualización en función del volumen de la señal entrante. En lugar de que un ecualizador estático corte o aumente el volumen a una frecuencia específica, el ecualizador dinámico se activa cuando esa frecuencia supera un determinado umbral, lo que lo hace mucho más sensible y natural.
Supongamos que tienes una voz masculina con una acumulación no deseada de medios-graves en torno a 200 Hz que de vez en cuando se vuelve demasiado turbia. Normalmente, recortarías esa zona, pero un recorte estático podría hacer que la voz sonara demasiado fina cuando los medios-graves no son un problema. Con la ecualización dinámica, puedes establecer un umbral y dejar que la ecualización sólo se active cuando esos medios-graves se vuelvan demasiado pronunciados, ofreciéndote lo mejor de ambos mundos.
De hecho, FabFilter Pro-Q 3 incorpora una fantástica función de ecualizador dinámico que facilita enormemente la selección exacta de lo que necesitas.
Referencia Otros Vocales
Para mezclar en general, me gusta utilizar pistas de referencia. Si aún no lo haces, créeme, deberías hacerlo. Una pista de referencia es esencialmente una canción mezclada por un profesional que se utiliza como punto de referencia para comparar tu propia mezcla. Esto puede ayudarte a tomar decisiones más informadas, porque tienes algo en lo que basarte.
Esto también puede ayudarte a conseguir el nivel de voz adecuado, equilibrar el ecualizador o encontrar la cantidad correcta de presencia.
Lo mejor de las pistas de referencia es que te ayudan a evitar "mezclar en el vacío". Es fácil perderse en los detalles de tu propia mezcla y acabar cuestionándote a ti mismo. Con una pista de referencia, tienes un punto de comparación sólido que puede guiar tus decisiones.
Lo sorprendente es que, a veces, cuando utilizas una pista de referencia, puedes descubrir cosas de las que nunca te habías percatado. Quizá tus voces suenen más turbias o nasales de lo que creías, o puede que descubras que has potenciado demasiado los agudos. Es una forma estupenda de comprobar tu trabajo y asegurarte de que las voces se integran como deberían en la mezcla.
Reflexiones finales - Aprender a ecualizar como un profesional
Antes de terminar, recordemos algo importante: esta guía sobre cómo ecualizar no es un evangelio. Es sólo un punto de partida para ayudarte a dominar la ecualización de voces masculinas. Cada voz es diferente, y cada mezcla tiene sus propias necesidades, así que no tengas miedo de experimentar y ajustar sobre la marcha.
A veces, una pista vocal puede requerir ajustes de ecualización totalmente únicos, y eso forma parte de la diversión de mezclar. Piensa en esto como una caja de herramientas, no como un libro de reglas.
Además, la ecualización aislada no lo es todo.
Hay que ecualizar las voces en el contexto de la mezcla. Eso significa tener en cuenta cómo encaja la voz con el resto de la pista. Utilizar otras herramientas, como la saturación y la compresión, puede ayudar a dar forma a la voz y conseguir que encaje perfectamente en la mezcla junto con la EQ.
Confía en tus oídos, sigue experimentando y no tengas miedo de probar algo nuevo. ¡Diviértete mezclando!