Consejos para componer canciones: 16 técnicas que funcionan de verdad

Consejos para componer canciones: 16 técnicas que funcionan de verdad Consejos para componer canciones: 16 técnicas que funcionan de verdad

Escribir una canción es un proceso placentero para todos los cantautores, pero es innegable que reconocerán la lucha que conlleva si se les pregunta. Tendemos a ver a los grandes compositores, como John Mayer, como artistas que dejan caer nuevas ideas sobre una gran línea melódica, y milagrosamente suena bien sin ningún tipo de proceso creativo. Cuando en realidad todos los grandes compositores tienen un complejo proceso de composición que siguen meticulosamente para producir una buena canción.

En la acelerada industria musical de hoy en día, no tenemos ninguna oportunidad de ver el viaje musical que hay detrás de un tema. La escuchamos y seguimos adelante, sin saber cómo pasó de su idea inicial a toda la estructura de una canción. Nos conformamos con lo que nos hace sentir, pero nunca miramos más allá e intentamos comprender el proceso de composición.

Escribir letras es sin duda uno de los aspectos más importantes de la composición de canciones. Los productores musicales lo saben y prefieren contratar a un compositor que conozca su proceso, en lugar de limitarse a lanzar letras al azar sobre sus ideas musicales.

Incluso los grupos de éxito llegan a un punto en el que necesitan contratar a un compositor que no sea el cantautor inicial. Esto les ayuda a mejorar la calidad de su proceso de producción musical y, en algunos casos, a superar el bloqueo del escritor. Esto demuestra cuánto trabajo hay detrás de las cortinas del que no somos testigos.

Has empezado tu carrera musical, has soltado una bonita progresión de acordes sobre un ritmo pegadizo. Ahora necesitas escribir, pero las letras que pones sobre el papel no parecen satisfacerte. Lo más probable es que se trate de un problema relacionado con el proceso de composición y, en este artículo, queremos mostrarte 10 técnicas prácticas con las que obtendrás resultados tangibles.

Estos consejos para componer canciones se aplican a cualquier tipo de carrera como compositor y, al leerlos, podrás reconocer todo tipo de bloqueos en tu proceso creativo. Así podrás combatirlos con alguno de los consejos prácticos que vamos a presentarte.

Podrás escribir canciones más rápido, con autenticidad y sin perderte en cavilaciones.

Vamos a sumergirnos.

1. Simplifica las cosas.

Este es uno de esos consejos que son más fáciles de decir que de hacer. Es muy comprensible obsesionarse con escribir canciones que dejen boquiabierto al público, pero lo irónico es que la inmensa mayoría de las canciones de éxito de pop y rock son sencillas. Las progresiones de acordes son fáciles de entender y de mover el cuerpo, y las letras son todo menos complejas.

Creemos que necesitamos algún tipo de contenido lírico revolucionario que haga que nuestro nombre resuene en todas partes, pero coge nuestras canciones favoritas a lo largo de la historia y te darás cuenta de que perduraron en el tiempo porque eran sencillas de recordar.

Lo que importa es lo que tienes que decir a tu público. Cuando escribas una canción, piensa en tus oyentes y haz que les resulte sencillo entender tu mensaje y recordar tus melodías. Es lo que hace que muchos éxitos pop sean pegadizos e inolvidables.

2. Grábate.

Es muy habitual que los compositores descarten una nueva canción antes incluso de grabar un borrador, sólo para ver que a los demás les encanta una vez grabada. Acostúmbrate a grabarte de vez en cuando durante el proceso. Cada vez que añadas o cambies algo, saca el micrófono y grábalo. Esto te dará una idea de cómo suenas, de lo que funciona para tu estilo y lo que no.

Aunque al final no te guste, te encontrarás con más ideas a las que podrás volver más tarde mientras creas música. Es una gran sensación volver a una vieja idea en tu grabadora de voz y darte cuenta de que tiene potencial. Además, tu yo del pasado ya ha sentado las bases.

Grabarte a ti mismo también es una buena forma de compartirlo con tus amigos y familiares para que te den su opinión, ya que un compositor necesita hacerse una idea de cómo reaccionará el público a su estilo.

3. Trabaja tu línea melódica.

A veces, la línea melódica no coincide con lo que querías transmitir en la producción, y te sientes frustrado contigo mismo. Te esfuerzas por añadir una línea de bajo o escribir una letra, pero no suena bien. Prueba a trabajar la melodía o incluso a cambiarla.

El cambio es inspirador, por eso a los creadores les encanta cambiar de escenario cuando experimentan el bloqueo del escritor. Cambiar uno o varios aspectos de tu melodía creará una nueva sensación en la canción, dándote un escenario mental musical diferente en el que inspirarte. No dudes en probarlo.

Trabaja en tus progresiones de acordes, utiliza un instrumento diferente o incluso añade otros nuevos. Puede que así tu cerebro se ponga en marcha y tenga nuevas ideas. Por supuesto, se recomienda guardar un borrador de la melodía antes de empezar a trabajar en ella o cambiarla por completo.

4. Tómate descansos.

Cuando trabajamos en nuestras canciones, tendemos a hacerlas personales. Si alguna vez nos encontramos con un bloqueo cuando escribimos música, intentamos forzarnos para terminar la canción. Por desgracia, el cerebro creativo no funciona así, lo más probable es que tengas un gran avance al día siguiente mientras te duchas o tomas inocentemente un café al aire libre.

El cerebro creativo funciona mejor en entornos poco estresantes, donde puede relajarse y atar cabos para aportar más ideas. Así que si te sientes atascado con tu canción, tómate un descanso. Es muy importante que nuestro cerebro descanse de vez en cuando. Forzar el proceso de composición suele empeorar su calidad.

Vivimos en una sociedad que fomenta una gran actividad cerebral desde que nos despertamos hasta que nos dormimos, pero no tiene por qué ser así. Si investigas un poco sobre las personas más creativas del planeta, descubrirás que no se toman el descanso de su cerebro a la ligera. Para ellos es un proceso tan importante como su arte.

5. Practica con borradores.

No todas las canciones tienen que estar hechas para publicarse, sobre todo si eres principiante. Necesitas borradores para desarrollar tus músculos de compositor. Es uno de los consejos más importantes para componer canciones. Dejamos caer algunas progresiones de acordes, añadimos un bombo y una caja y decidimos que ésta será la próxima canción que se publique. No tiene por qué serlo. Piensa en ello de la misma manera que un culturista que necesita repetir los mismos movimientos durante años antes de exponerse en competiciones, tu forma de componer canciones necesita el mismo tipo de repetición para alcanzar cierta maestría.

No tengas miedo de tocar y experimentar con tu tema. Escucha y decide si suena bien, luego practica haciendo más música. El tema adecuado llegará y sabrás cuándo estás listo para publicarlo. Reconocer que estás trabajando en un borrador dará permiso a tu cerebro para tener más libertad a la hora de trabajar en tu canción. Nunca se sabe cuándo un borrador puede convertirse en una buena canción.

6. Establezca algunas limitaciones.

La creatividad tiene un aspecto de inspiración espontánea que atrae a los artistas, y tiene sus ventajas. Sin embargo, poner ciertos límites a tu inspiración puede ayudarte a ser más eficaz en tu proceso de composición. Define personajes, una historia corta, un número limitado de acordes o cualquier cosa que te marque una dirección y te facilite más adelante la toma de decisiones mientras compones.

Esta estructura alimentará tu progreso de forma tan natural que ni siquiera te darás cuenta de que estás avanzando en tu canción. Pensarás que sólo te ciñes a los límites que te has marcado, pero en lugar de eso, estarás haciendo crecer tu composición en la misma dirección. De este modo, cada elemento de tu canción encajará en tu visión porque estaba definido antes de empezar.

Ni que decir tiene que, hoy en día, la mayoría de las canciones siguen la misma estructura general con pequeños retoques para hacerlas diferentes. Sobre todo las canciones pop.

7. Capta tus ideas.

Uno de los errores más comunes entre los compositores principiantes es dejar una idea sin revisar antes de entrar en el estudio. La mayoría de nuestras ideas surgen cuando nos estamos duchando, comiendo o conduciendo por una autopista, y el reflejo más común que tenemos es dejarla hasta que volvemos a casa. Finalmente volvemos a casa y no encontramos nada, ya que ha quedado enterrada bajo conversaciones en el trabajo o cualquier otra cosa.

Por eso los compositores deben llevar una grabadora de voz para las melodías y los sonidos y un cuaderno para el contenido lírico. En cuanto tengas una idea, anótala en un papel y graba en la grabadora cómo crees que sonaría. Así, la idea está segura y lista para ser utilizada en el estudio.

Si te parece demasiado llevar un cuaderno y una grabadora de voz, tu teléfono puede hacerlo todo. Solo tienes que capturar tus ideas y ver cómo tu productividad sube por los cielos.

8. Estudie sus referencias de pista.

Cuando escribas una canción, te resultará muy útil tener en mente la referencia de la canción. Utiliza una canción que te inspire hacia la dirección que quieres que tome tu composición. Estudia el ritmo, disecciona la línea de bajo y analiza las progresiones de acordes. Así tendrás con qué comparar tu canción en cuanto a calidad de sonido y acabado general.

Es una práctica habitual entre los productores musicales. Cuando trabajas con ellos, suelen pedirte una pista de referencia. Les da una idea de cómo va a evolucionar la canción y, en general, les facilita el proceso.

Puedes utilizar este consejo en cualquier momento de tu proceso, aunque no estés componiendo música. Coge tus canciones favoritas y deconstrúyelas desde el título hasta el final. Aprende poco a poco lo que las convierte en grandes canciones, y encontrarás esta información lista la próxima vez que escribas una canción.

9. Aprende teoría musical.

La teoría musical ampliará tu comprensión de la música y, por tanto, aportará más elementos a tu cerebro para sintetizarlos en ideas musicales. Te hará ver las progresiones de acordes comunes de forma diferente y podrás potenciar ideas sencillas de forma lógica.

No hace falta que te lo aprendas todo de una vez, basta con que tengas unas nociones básicas para mejorar la calidad de tus materiales y saber musicalmente lo que haces. Podrías empezar con la teoría que hay detrás de un acorde mayor o una progresión de acordes menores, y aprender distintas formas de tocarlos, por ejemplo.

Puede parecer una palabra rebuscada, pero la teoría musical no es más que el significado que hay detrás de todo lo que hacemos en música. Tus composiciones se beneficiarán de ella y ya no te quedarás atascado en los mismos cuatro acordes.

Aquí tienes una lista de lo que creemos que te ayudará a componer canciones de inmediato:

  • El ritmo: Compases, ritmos fuera de compás, etc.
  • Lectura de partituras: Claves, duración de las notas, ritmos, etc.
  • Progresiones de acordes: Progresiones de acordes comunes, cadencias, formas de acordes, etc.
  • Escalas: Escalas mayores y menores, claves.

10. Escribe lejos de tus instrumentos.

Puede parecer muy lógico quedarse en el piano a la hora de escribir letras, pero no es la forma más innovadora. Puede funcionar muy bien, pero se corre el riesgo de caer en patrones de composición conocidos.

Tus habilidades con un instrumento son limitadas, tu imaginación no. Por lo tanto, en lugar de empezar con un instrumento, vete a dar un paseo y tararea algunas melodías.

Una vez que tengas una línea superior y una estructura, vete a casa y prepara una progresión de acordes que la apoye. Se trata de poner tus instrumentos y herramientas al servicio de tu visión, no al contrario.

El famoso Tom Waits tenía una forma muy particular de componer canciones. Se sentaba alrededor de cuatro o cinco radios y encendía un canal distinto en cada una de ellas. Escuchaba la tormenta de canciones superpuestas y se inspiraba para su siguiente canción. Esto demuestra que a veces hay que alejarse de los instrumentos y probar formas únicas de encontrar la inspiración.

Un error muy común entre los principiantes es producir una canción entera sin letra, y luego esforzarse por incluirla. Tu proyecto debe crecer en torno a la letra, ya que es un componente clave de la estructura de la canción.

11. Aprender estructuras de canciones.

Si empiezas un puzzle sin saber cómo será el resultado final, lo más probable es que apuestes a ciegas qué pieza va dónde. Lo mismo ocurre con la composición de canciones. Necesitas un lienzo para tu proceso creativo, y necesitas que sea personalizado. A cada canción su estructura.

Hay muchas estructuras de canción, y difieren según el género al que te dirijas. La más famosa es la estructura pop ( verso, preestribillo, estribillo ), que funcionó tan bien que se convirtió en una fórmula. Una receta para el éxito.

Por supuesto, si tu objetivo es otro, hay otras estructuras de canción que puedes probar y ver si te funcionan. Lo más importante aquí es aprender cómo pueden utilizarse para construir tu canción, y ayudarte a desarrollar tu proyecto utilizando la estructura elegida como brújula.

12. Diversifica tus enfoques para escribir canciones.

Lo que funcionó en la canción anterior puede no hacerlo en la actual. Por eso, a veces te costará trabajar en una canción, aunque utilices el mismo enfoque que en tu trabajo anterior. Es completamente normal, y es bueno que tengas dificultades con una canción de esta manera. Esto significa que la canción es novedosa, y no puedes tratar la novedad de la misma manera que los proyectos anteriores. Necesitas un nuevo enfoque.

Por nuevo enfoque entendemos que cambies tu proceso de una forma u otra, al menos hasta que algo funcione. Si estás acostumbrado a escribir la música antes que la letra, prueba lo contrario. Si siempre escribes la música con la guitarra, prueba esta vez con el teclado. Si escribes el título antes que la canción, prueba lo contrario. Utiliza cualquier cosa para que tu cerebro sepa que no lo estás haciendo a la vieja usanza, y eso te aportará más ideas.

13. Reflexione sobre su experiencia personal.

Las mejores canciones son aquellas con las que nos identificamos. Nos gustan las bellas líneas melódicas y los complejos patrones de percusión, pero el impacto es diferente cuando la canción habla de una situación con la que estás familiarizado o por la que has pasado. Por eso te recomendamos que utilices tu experiencia personal como ancla de tu canción.

Intenta definir qué experiencia quieres compartir con tu público y establece el ambiente en el que quieres escribir. Esto marcará la pauta y te facilitará la toma de decisiones en el proceso, ya que todos los elementos de la canción estarán relacionados con la misma historia que intentas contar. Te hará la vida más fácil y le dará a tu público una canción que también tenga sentido para ellos. Sobre todo si saben de qué estás hablando.

Por eso canciones como "Imagine" o "We are the world" tuvieron un eterno impacto internacional. Todo el mundo podía identificarse con las historias contadas, y todo el mundo entendía la canción en todos sus elementos homogéneos.

14. Vete a otra parte.

La creatividad y la rutina son como el agua y el aceite, no se llevan bien. Tu cerebro tiene muchas más posibilidades de ser creativo si se estimula, ¿y qué mejor estímulo que una novedad? Si siempre trabajas en tu estudio, cambia de escenario y vete a un parque. Si siempre estás rodeado de la misma gente, llama a un viejo amigo o queda con alguien nuevo. Prueba cualquier cosa que rompa la rutina y ponga a tu cerebro en modo descubrimiento.

Es muy común entre cantantes y compositores aislarse de las actividades cotidianas y volver al cabo de un tiempo con letras listas para usar en sus canciones. No se trata de magia, sino del excitante alimento para nuestro cerebro que es la novedad. Por supuesto, esto es recomendable hasta cierto punto en el que tu vida social no se resienta por ello.

15. Pide ayuda.

Puede que hayamos dejado éste para el final de este artículo, pero es uno de los consejos para componer canciones más necesarios. Ningún artista lo consigue solo, sobre todo en la industria musical. Hace falta todo un equipo para llegar a los sitios, y un compositor necesita pedir ayuda.

Acude a tus amigos, pregunta a conocidos del sector o incluso envía un correo electrónico a un profesor de poesía. No seas tímido a la hora de aprender y crecer, ya que es tendiendo la mano como podrás obtener respuestas sobre cómo mejorar tu carrera musical.

Las grandes ideas surgen de la colaboración, y los artistas lo saben. Es la razón principal por la que los "featurings" son un aspecto importante de la industria musical. Puede que creas más en la actitud de "hacerlo todo solo", pero eso no te servirá a largo plazo. Llegará un momento en que pedirás ayuda, mejor hazlo ahora.

16. Utilizar muestras.

El sampling es una técnica muy utilizada por los productores musicales. Se trata de un proceso en el que trabajas con materiales listos para usar ( loops de melodías, patrones de batería, etc.) como partes de la canción que estás componiendo. Facilita el proceso de composición y, al mismo tiempo, te ayuda porque utilizas el material de otra persona. Es como si alguien te ayudara con tu canción proporcionándote una parte que mejorará tu producción.

En torno a esta práctica ha surgido una especie de dilema, al ser considerada inauténtica por muchos críticos. Sin embargo, algunos artistas han creado grandes piezas utilizando samples, y no hay nada malo en ello. La música sigue siendo las mismas 12 teclas repetidas de formas y patrones diferentes.

Conclusión: Donde hay voluntad, hay un camino.

Hay muchas otras formas de mejorar la composición de tus canciones, pero éstas son sólo las que consideramos más prácticas. Puede que algunas te gusten más que otras, pero no olvides tenerlas todas presentes. Te serán muy útiles. No olvides que componer tiene que ser divertido antes que nada, y asegúrate de escribir desde la autenticidad. El resto vendrá solo.

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