Rock, pop, hip hop o paisajes sonoros ambientales experimentales en minúsculas. Independientemente del género musical que produzcas, el camino para perfeccionar tu sonido está plagado de retos.
Pero los mejores productores musicales saben que son oportunidades, no obstáculos.
Cada reto es una oportunidad para estirar tu creatividad y profundizar en tus habilidades de producción, ayudando a que tu música destaque en una industria musical superpoblada. Y, al igual que un músculo, cuanto más ejercites tu creatividad y tus habilidades de producción, más fuertes se volverán.
Por eso hemos elaborado una lista de 14 retos de producción musical. Diseñados para potenciar tu proceso de producción, estos retos te ayudarán a aprender nuevas técnicas, salir de tu zona de confort y desarrollar un sentido de la curiosidad y la asunción de riesgos que te alejará de tus viejas rutinas.
Elija una o hágalas todas: ¡usted decide!
1. Producir un tema de un género desconocido
Como muchos productores musicales, probablemente esté acostumbrado a saltar de un género a otro, pero seguro que hay al menos un género que aún no ha tocado.
Por ejemplo, si te dedicas principalmente a la producción de música EDM (utilizando samples y sintetizadores para generar tus sonidos), prueba a producir un tema de rock desde cero. O ve más allá y prueba a producir en un género nicho como el Vaporwave o el Phonk.
Coquetear con un nuevo estilo musical ayuda a potenciar tus conocimientos de teoría musical, arreglos y mezclas, y es una forma estupenda de explorar nuevas técnicas, inyectando frescura a tu propia música.
2. Reproducir una canción famosa desde cero
Escoge una canción que te guste e intenta recrearla desde cero, utilizando únicamente las herramientas de las que dispones. Dedica tiempo a escuchar atentamente cada sección y adapta los sonidos, los efectos y la mezcla lo mejor que puedas.
Si no consigues que el tema encaje a la perfección, ¡no pasa nada! El objetivo de este ejercicio es aprender a cocinar la magia de otros artistas. Agudizarás el oído, aprenderás nuevos trucos de producción y comprenderás mejor qué hace que un tema funcione.
3. Producir una pista en un día
Con las innumerables opciones a las que se enfrentan los productores musicales a la hora de seleccionar sonidos y plugins, es fácil pensar demasiado en el proceso de producción musical y pasarse una eternidad trabajando en una pista.
Para combatirlo, ponte un límite de tiempo estricto y produce una canción nueva en un día.
Divide la producción de canciones en partes: generación de una idea inicial, selección de sonido, arreglos, mezcla, etc., y fija un temporizador para cada una de ellas. - y fija un temporizador para cada una de ellas.
Este reto consiste en confiar en tu criterio, tomar decisiones rápidas y mejorar tu flujo de trabajo. Comprométete a terminar el tema completo a lo largo del día. No será perfecto, pero estará terminado y aprenderás algo sobre tu forma de trabajar.
¿Quieres ir un paso más allá? Intenta crear un ritmo en menos de una hora.
4. Limítese a 10 pistas
Antes (cuando no existían DAWS con un número ilimitado de pistas), los artistas trabajaban con recursos muy limitados en el estudio. Productores musicales como George Martin y Brian Wilson tenían experiencia suficiente para hacer maravillas con el escaso número de pistas de que disponían.
En lugar de amontonar pistas y más pistas, sigue su ejemplo y limita el número total de pistas -de audio y/o MIDI- de tu proyecto.
Esta restricción te obligará a dar prioridad a lo que realmente importa y a dejar espacio en la música para que cada elemento respire.
5. Explorar un nuevo compás
Aunque la mayoría de la música pop comercial vive en el mundo del 4/4, no hay razón para suponer que a tu público no le entusiasmará algo más inusual. Atrévete a experimentar con compases que no hayas usado antes.
Esto puede implicar producir una canción entera en el nuevo compás, salpicarlo brevemente en una sección, o ir a por todas y hacer una canción entera en compás mixto.
Puede que necesites repasar teoría musical, pero una cosa es segura: este proceso te animará a replantearte tu forma de enfocar el ritmo, la estructura y el fraseo.
6. Mezclar una canción sin pista de referencia (y luego con una)
Utilizar una pista de referencia durante la mezcla es habitual entre los productores, y es una herramienta muy valiosa. Pero, ¿qué ocurre si sólo confías en tus oídos?
Empieza a mezclar una pista sin referencias externas y déjate llevar por tu criterio. Una vez que hayas hecho una primera pasada, introduce una referencia y comprueba cómo es la mezcla "a ciegas".
Este enfoque le ayudará a mejorar su capacidad de escucha crítica y le enseñará a detectar los problemas en las fases iniciales del proceso de producción.
7. Remezclar un viejo proyecto
Si eres como yo, seguro que tienes un montón de viejos proyectos escondidos en algún disco duro. Saca una vieja canción de los archivos y prueba a remezclarla.
Puede tratarse de una simple remezcla con nuevas herramientas de ecualización o compresión, o de una transformación completa con un ritmo diferente, nuevas muestras o incluso músicos externos.
Un giro diferente a este reto podría ser dominar una canción antigua. En cualquier caso, revisitar proyectos antiguos te ayuda a seguir tu progreso como productor y a descubrir ideas que quizá se te escaparon la primera vez.
8. Grabar todo en directo
Si tu trabajo de producción implica principalmente instrumentos MIDI, prueba a grabarlo todo en directo en lugar de dibujarlo todo en el piano roll.
Grabar en directo (aunque sea en una pista MIDI) aporta un toque humano que puede mejorar mucho el ambiente de una canción. La sincronización, la dinámica y la expresión naturales se captan de una forma difícil de reproducir con un lápiz.
¿No eres un virtuoso del teclado? No te preocupes: las pequeñas imperfecciones pueden hacer que tu canción resulte más orgánica y emotiva. Si hay un gran error en una toma, prueba a sobregrabarla en lugar de editarla, como hacían los productores antes de grabar por ordenador.
Una extensión de este reto consiste en imprimir el MIDI como pista de audio en cuanto se establece cada idea, lo que te anima a comprometerte con las decisiones creativas que has tomado.
9. Producir una canción utilizando sólo plugins de stock
Si eres como la mayoría de los productores, te resultará fácil quedar atrapado en el ciclo de actualización constante de nuevos equipos/plugins/lo que sea. Pero, ¿qué te parece dominar los que ya tienes?
La mayoría de las DAW incluyen todo lo necesario para crear pistas de nivel profesional, así que aprovecha este reto para explorar lo que ya tienes en tu caja de herramientas y perfeccionar tus conocimientos y habilidades, todo ello sin gastar un céntimo.
¿Ya dominas la suite que viene con tu DAW? Prueba a producir una canción utilizando sólo plug-ins gratuitos.
10. Producir utilizando sólo sonidos encontrados
En este reto no te limitarás a crear tus propias muestras; la idea es que utilices exclusivamente fuentes no musicales para crearlas.
Algunas ideas de sonidos encontrados son puertas que se cierran, pájaros que cantan o un teclado que se teclea. Incluso el extraño sonido que hace el tubo de escape de tu coche podría funcionar: sólo tienes que dejar volar tu imaginación más allá de lo que simplemente puedes oír.
Graba un montón de sonidos aleatorios, cárgalos en pistas de audio o en un sampler y ponte creativo. Crear un ritmo o una melodía a partir de una textura que no es intencionadamente musical requiere mucha imaginación, pero este proceso te impulsará creativamente y te dará inspiración para crear tus propios sonidos.
11. Utilizar un solo instrumento
Elige un único sintetizador o instrumento de tu estudio y comprueba si puedes crear una pista entera con ese único equipo.
Utiliza la automatización, los efectos y la superposición inteligente para dar forma a diferentes sonidos, o utiliza el instrumento para crear nuevas muestras con las que trabajar.
Tanto si eliges un sintetizador suave como Omnisphere, como si coges tu ukelele polvoriento de la esquina, este reto te obligará a profundizar en el diseño de sonido. Aumentarás tus conocimientos sobre el funcionamiento de cada plugin y aprenderás a sacar el máximo partido de una sola herramienta.
Si te gusta la producción musical basada en samples, crea una pista utilizando sólo un paquete de samples: ¡cuanto más limitado, mejor! Averiguar cómo crear un pad exuberante a partir de una muestra de bajo es una habilidad que merece la pena dominar y que te aportará inspiración en el estudio.
12. Trabajar hacia atrás
Muchos productores musicales se enfrentan a la falta de inspiración porque su flujo de trabajo de producción es el mismo de una canción a otra. Puede que siempre establezcan el ritmo antes de añadir la línea de bajo, o que empiecen con una progresión de acordes: es el mismo proceso rígido cada vez que graban.
Así que, mezcla un poco las cosas. Empieza por lo último que sueles hacer en producción y deja lo primero para el final.
Por ejemplo, si te gustan los acordes y luego la melodía, prueba a escribir la línea principal antes de pensar en cómo armonizarla. Si grabas las voces como parte final del proceso, escríbelas primero y construye el arreglo a partir de ahí.
Invertir su proceso le obliga a replantearse sus hábitos y descubrir nuevos enfoques.
13. Colabora con un músico de fuera de tu círculo
Trabajar con otros músicos puede abrir un mundo de posibilidades a los productores musicales, sobre todo cuando proceden de un entorno musical diferente.
Acércate a alguien que toque un estilo de música con el que no estés familiarizado o un instrumento que nunca hayas grabado. Ya sea un saxofonista de jazz o un hábil intérprete de duduk, conocerás nuevos flujos de trabajo, nuevos instrumentos y distintos enfoques de la producción musical.
Cuanta más gente colabore contigo, más evolucionará tu sonido. Además, dominarás el arte de la comunicación, una de las claves del éxito en la industria musical.
14. Iniciar un reto semanal con otros artistas
Uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los productores es el estancamiento creativo que supone trabajar de forma aislada. Una forma estupenda de salir de este atolladero es plantearse retos de producción musical con otros músicos.
Forma equipo con otros productores y artistas y elige un tema, estilo o restricción diferente para cada reto semanal: cambia un género por un nuevo estilo (¡crea una versión drum n' bass de una canción de Nickelback!), produce una pista que incluya una muestra específica o simplemente utiliza uno de los retos anteriores.
Todo el proceso debe ser lúdico, colaborativo e inspirador, pero lo fundamental es la responsabilidad; el grupo puede compartir cada semana y hablar de su flujo de trabajo. Agudizarás tu versatilidad, saldrás de tu zona de confort y aprenderás nuevos trucos viendo cómo otros abordan el mismo encargo.
Conclusión
Es demasiado fácil estancarse en los mismos patrones y formas de trabajar, utilizando las mismas herramientas y sonidos, o enfocando cada canción desde la misma dirección.
Pero el crecimiento en la producción musical no se consigue permaneciendo cómodo, sino estando dispuesto a explorar y asumir riesgos. Aprende de todo lo que intentes, tanto si suena genial como si fracasa estrepitosamente.
Al abrir las puertas a la curiosidad, desarrollarás nuevas habilidades técnicas y encontrarás nuevas fuentes de inspiración. Estos retos no son simples ejercicios creativos: son aceleradores del crecimiento que te ayudarán en el camino hacia el éxito.
Elige una. Comprométete. Y haz tu mejor música.