¿Alguna vez has añadido instrumentos de gama baja a tu pista sólo para escuchar un sonido apagado y turbio? Puede que tengas una mezcla turbia. Incluso los productores más experimentados pueden sufrir de sonido turbio, y aunque este problema puede ser un reto, no es nada que no se pueda arreglar con un poco de amor y cuidado.
Si tu mezcla suena turbia, has venido al lugar adecuado. A continuación, definiremos lo que es una mezcla turbia, te explicaremos cómo puedes arreglarla y te daremos algunos consejos para evitar mezclas turbias en el futuro. ¡Manos a la obra!
¿Qué significa "fangoso" en música?
Entonces, ¿qué significa exactamente cuando alguien dice que una "mezcla suena turbia"? En términos generales, el "barro" se refiere a la sobresaturación de la gama de frecuencias medias bajas, que es más o menos la gama de 200 a 500 Hz en el espectro de frecuencias.
También puede ser un término más general utilizado para describir un sonido apagado, nublado que hace que sea difícil apreciar cualquier sonido particular en una mezcla, algo así como una manta se coloca sobre sus sonidos. Las mezclas turbias carecen de claridad y no son capaces de mostrar un rango dinámico equilibrado. En su lugar, toda la mezcla parece carecer de vida, y las frecuencias problemáticas reinan como reinas.
Hay muchas formas de solucionar el enturbiamiento durante el proceso de grabación, producción y mezcla desde tu estudio casero.
¿Cuál es la causa del sonido turbio?
Si tus mezclas suenan turbias, es importante entender qué puede estar causando las frecuencias turbias. De esta forma, podrás eliminar el sonido fangoso antes de gastar demasiada energía y tiempo intentando aplicar ingeniería inversa en tu mezcla. Aquí tienes algunos factores clave que pueden contribuir a que una mezcla suene turbia:
Una mala grabación
Con demasiada frecuencia, los ingenieros olvidan que la mezcla de música empieza con el proceso de grabación. Si el micrófono de tu vocalista capta demasiadas frecuencias medias, puede que suenes embarullado desde el principio. Por eso es esencial que conozcas bien la respuesta en frecuencia de cada equipo.
Una colocación adecuada del micrófono también puede evitar que captes frecuencias bajas innecesarias para un instrumento en particular. También ayuda entender que nuestros oídos pueden percibir las frecuencias altas como más altas durante el proceso de producción de audio.
Un tratamiento adecuado del sonido puede proporcionar una representación más precisa de los medios graves a lo largo de una sesión de grabación, pero no confíes sólo en tus oídos. A menudo, el uso de un analizador espectral puede ayudarte a ver el equilibrio de una canción en toda la gama de frecuencias para que puedas dirigir la grabación con precisión según sea necesario. El uso excesivo de complementos como preamplificadores o pedales de efectos también puede provocar una acumulación o un exceso de graves, así que asegúrate de que sólo grabas lo estrictamente necesario para cada pista.
Frecuencias medias bajas
Gran parte de las mezclas turbias se deben a que hay demasiado sonido en los medios bajos del espectro de frecuencias. Esta zona es muy difícil de mezclar, sobre todo porque los medios graves pueden contener elementos esenciales para la estructura completa de una canción, como el bajo y el bombo.
Presta especial atención a cualquier sonido que resida en la misma gama de frecuencias de 200 a 500 Hz. Una acumulación excesiva en los medios graves puede ahogar el dinamismo y la claridad del resto de la mezcla.
No hay espacio suficiente en la mezcla
Es posible que tu mezcla sea turbia simplemente porque hay demasiados instrumentos o frecuencias bajas en la mezcla. Cada pista de la grabación debe aportar una nueva dinámica, melodía o ritmo a la mezcla. Si simplemente no se oye, no tiene por qué estar ahí. Prioriza el espacio en la mezcla sobre la saturación.
Mezclas mal equilibradas
No olvides que una de las herramientas más poderosas a la hora de mezclar es el fader. A veces, las mezclas turbias pueden atribuirse a un desequilibrio general en las pistas. Como las ondas más bajas pueden ser más difíciles de oír, tiene sentido que coloquemos estos sonidos a un volumen más alto de lo necesario como forma de sobrecompensar.
Uso excesivo de efectos
Es fácil dejarse llevar por los efectos de audio. Al mismo tiempo, el uso excesivo de plugins puede provocar problemas de fase, distorsión y desorden audible. Es posible que te encuentres utilizando efectos para deshacer la metedura de pata de otro. En caso de duda, haga una búsqueda minuciosa para identificar la búsqueda del barro. Pasa por alto cada efecto uno por uno, y asegúrate de que cada efecto de la cadena añade claridad en lugar de quitarla.
Cómo corregir el sonido turbio en las mezclas
Entonces, ¿cómo puedes arreglar el sonido turbio si ya está incrustado en tu mezcla? Aquí tienes un par de formas clave de eliminar el barro de toda la mezcla sin comprometer tu arreglo.
Localizar la fuente del lodo
Para empezar, tienes que identificar el origen del ruido. Puedes utilizar herramientas como un analizador espectral, un ecualizador gráfico o simplemente tus oídos para encontrar lo que sobresale en la mezcla. A partir de ahí, afina esas pistas para eliminar el desorden de audio. Recorta frecuencias y efectos innecesarios, y trabaja en el equilibrio entre las pistas problemáticas y el resto de la sesión.
Además, elimina todo lo que no necesites. A veces, la mejor forma de producir claridad en una mezcla es dar un paso atrás y eliminar los sonidos que no sirven a la canción en su conjunto.
Inteligencia Emocional al rescate
La ecualización correctiva puede ser excelente para eliminar el barro de la mezcla. Utilizar un filtro de paso bajo en las pistas de frecuencias medias y altas puede eliminar el desorden para que el rango medio inferior sea lo más claro posible. Además, puedes utilizar un ecualizador de barrido para eliminar el auge de las voces y otras pistas. Eso sí, no te pases.
En general, si tienes que recortar más de 3 dB cada vez, probablemente deberías volver atrás y regrabar las pistas.
Mejora tu equilibrio
A veces, un mal arreglo por sí solo puede crear frecuencias innecesarias y barro en una mezcla. Por lo tanto, piensa en el equilibrio de tus canciones. ¿Hay un desequilibrio de graves en comparación con el resto de la mezcla? ¿El bombo compite demasiado con los bajos?
El fader es una herramienta poderosa por derecho propio, así que simplemente bajando o ajustando los niveles al gusto puedes conseguir menos barro. También puedes utilizar métodos como la compresión sidechain para ayudarte a escuchar el bombo o el bombo mientras suena el bajo, de forma que no tengas que sobrecompensar el volumen.
También es posible que los instrumentos con frecuencias más altas estén demasiado altos. Es una buena idea escuchar una pista de referencia para ver cómo suenan los distintos rangos de frecuencia entre sí. Es fácil dejarse llevar por el volumen a lo largo del proceso de producción y mezcla, pero trabajar en el equilibrio no sólo te proporcionará más espacio para el bus maestro, sino que también te ayudará a solucionar el enturbiamiento con un rápido giro de botón.
7 formas de evitar el barro en las mezclas
En última instancia, cuando se trata de reducir el barro en tus mezclas, la mejor metodología es eliminarlo desde el principio. Aquí tienes un par de cosas que puedes hacer mientras grabas y produces canciones para arreglar el barro y hacer mejores canciones.
1. Añadir bajos con moderación
2. Evitar demasiados efectos o panorámicas dentro de la gama de fangos
3. Crear espacio antes de añadir más
4. Trabajar el equilibrio entre bombo y bajo
5. Compruebe su analizador
6. Elimine lo que no necesita
7. Utilizar una pista de referencia
1. Añadir bajos con moderación
Rellenar el extremo inferior de tu mezcla no requiere muchas pistas. Intenta limitarte al máximo en este rango para reducir el barro desde el principio.
2. Evitar demasiados efectos o panorámicas dentro de la gama de fangos
De todos modos, las pistas en la gama baja no suenan muy bien con muchos efectos o panoramización de audio, por lo que es fácil que te encuentres con barro si te excedes en este aspecto. Utiliza los efectos con moderación, ya que los sonidos graves ocupan mucho espacio en la mezcla por sí solos.
3. Crear espacio antes de añadir más
Una de las cosas más difíciles a la hora de hacer música es deshacerse de algo que has creado. Sin embargo, es una de las habilidades más esenciales como productor e ingeniero, así que conviértela en un hábito. Pregúntate siempre si hay algo que puedas quitar antes de añadir más pistas a la mezcla. El objetivo final es una mezcla completa con mucha claridad entre las pistas.
4. Trabajar el equilibrio entre bombo y bajo
Como el bombo y el bajo suelen compartir la misma gama de frecuencias en los medios bajos, puede resultar difícil equilibrarlos. Haz un esfuerzo consciente para decidir qué partes brillarán en cada sección. También puedes utilizar ecualización correctiva para eliminar las frecuencias que no necesites en ninguna de las pistas. La compresión sidechain puede ayudarte a crear un equilibrio entre los dos elementos, siempre que el contexto sonoro tenga sentido.
5. Compruebe su analizador
Utiliza las herramientas a tu disposición. Nuestros oídos, por desgracia, no siempre son el narrador más fiable, así que asegúrate de utilizar un analizador espectral en tu bus maestro para comprobar tu balance de frecuencias. También es una buena idea utilizar un ecualizador gráfico en tus sonidos de frecuencias medias-bajas para que puedas ajustar con precisión tu balance según sea necesario.
6. Elimine lo que no necesita
Un buen consejo es utilizar la ecualización para eliminar frecuencias excesivas que no necesitas. Por ejemplo, tu hi-hat puede estar produciendo algunas frecuencias bajas, aunque no sea obvio para el oyente. No dudes en utilizar un filtro de paso alto en sonidos como éste, que pueden enturbiar innecesariamente los medios graves.
En la misma línea, puedes utilizar un filtro de paso bajo en los sonidos más graves para ayudar a que todas tus pistas tengan su propio espacio dentro de la mezcla. Cuando se trata de mezclar y masterizar música, a menudo menos es más.
7. Utilizar una pista de referencia
Aunque hayas pasado horas mezclando, eso no significa necesariamente que lo hayas hecho bien. No es ningún secreto que nuestros oídos se fatigan de forma natural con el paso del tiempo, por lo que puede ser útil tomarse descansos mientras se mezcla para evitar estropear la pista. Puede que cuando vuelvas te des cuenta de que no puedes oír otros instrumentos por encima del sonido del bajo o de otros instrumentos en los medios graves.
También es muy útil utilizar una pista de referencia. De este modo, puedes hacerte una idea de cómo suena un balance pulido y aplicar esos conocimientos a tu propia mezcla.
Recuerda que aprender a eliminar los sonidos turbios de la sesión puede llevar tiempo. Con la ayuda de estas estrategias y mucha práctica, serás capaz de producir mezclas nítidas en muy poco tiempo. ¡Felices mezclas!