Cómo dominar una canción: La guía definitiva

Cómo dominar una canción: La guía definitiva Cómo dominar una canción: La guía definitiva

Por fin has terminado de grabar tu canción. Después de horas de reescribir concienzudamente la letra, sacar lo mejor de ti y demostrar tus habilidades de producción, ¡tu obra está lista para ser lanzada al mundo!

Pero espera un momento, ¿cómo sonará tu canción junto a las de otros artistas? ¿Encajará bien en esa lista de reproducción de Spotify, o resultará llamativamente floja en comparación con las demás canciones? Amigo mío, aquí es donde entra en juego la masterización.

En este post vamos a profundizar en el proceso de masterización de una canción. Comenzando con una visión general de la diferencia entre mezclar y masterizar, vamos a pasar a ver qué opciones están disponibles para usted al momento de elegir cómo obtener su canción masterizada, junto con el equipo y el software que necesita para lograr esto.

Encontrarás una guía paso a paso en la que se detalla cómo hacerlo tú mismo y cómo utilizar un sitio con IA para que haga el trabajo sucio por ti. Añade algunos consejos, errores comunes que debes tener en cuenta al empezar a masterizar, un puñado de preguntas frecuentes y tendrás una receta completa para masterizar una canción.

¿Preparados? Hagámoslo.

¿Qué es la masterización?

En pocas palabras, la masterización es el último paso en la preparación de tu música para lanzarla al mundo. El llamado "arte oscuro" de la masterización consiste en ajustar los niveles y la ecualización de una pista estéreo y prepararla para su reproducción y difusión. El trabajo también incluye optimizar los niveles de volumen para cumplir las normas del sector.

Otras tareas del día de un ingeniero de masterización son:

  • Eliminación de saltos o defectos no detectados en la fase de mezcla
  • Arreglo de pistas en una secuencia final (para un álbum entero)
  • Añadir metadatos para la distribución

Masterización frente a mezcla: ¿Cuál es la diferencia?

Es fácil confundirse cuando se habla de mezclar y masterizar una canción.

La mezcla consiste en tomar las pistas individuales de una canción y equilibrarlas mediante ajustes de volumen, ecualización, panoramización, compresión y otros efectos de audio, para que la canción suene bien. Esto se convierte en una mezcla estéreo, lista para la masterización.

El proceso de masterización consiste en tomar la mezcla final y ajustar los niveles y la ecualización, preparándola para su reproducción y difusión. Puede aumentar el volumen de la pista, ampliar la imagen estéreo y, en general, dar más claridad a tu himno.

En el caso de la masterización de un álbum, también implica asegurarse de que todas las canciones tengan un equilibrio tonal y un volumen percibido similares.

Masterizar una canción uno mismo o contratar a un ingeniero de masterización

Aunque es tentador intentar mantener el control creativo sobre todas las fases del proceso de grabación, una de las principales ventajas de contratar a un ingeniero de masterización es contar con una segunda opinión. Cuando llevas un tiempo mezclando una canción, pierdes objetividad, y contratar a otra persona para que masterice la pista te ofrece un par de oídos nuevos para detectar cualquier área problemática.

También puedes aprender mucho sobre tus propias mezclas si contratas a alguien. La masterización profesional te da una objetividad sobre tu trabajo que no conseguirás si te dedicas por completo al bricolaje y, en última instancia, lo que quieres es mezclar pensando en la masterización. Te recomiendo que contrates a un profesional para que trabaje al menos en algunas de tus mezclas, para que puedas escuchar lo que se puede conseguir con la masterización.

Masterización "hágalo usted mismo" frente a un servicio de masterización en línea

Una alternativa a masterizar tu propio trabajo (o contratar a alguien para que lo haga) es utilizar un servicio en línea como eMastered. La ventaja de utilizar un servicio en línea frente a hacerlo tú mismo es que aprovecharás los vastos conocimientos de muchos ingenieros de masterización y los aplicarás a tu tema en una pequeña fracción del tiempo que te llevaría aprenderlo por tu cuenta. También son una buena alternativa si el presupuesto de tu álbum es ajustado y no te queda mucho en el tarro.

Servicios como eMastered dan a tu canción un resultado de masterización profesional en cuestión de minutos, analizándola y comparándola con otras de tu género. Puedes jugar con varios ajustes, lo que te da cierto control creativo sobre el resultado, y con eMastered incluso puedes probarlo gratis.

Así que si eres el tipo de artista dedicado que quiere centrarse en crear música y sacarla al mundo, o si te intimida la idea de masterizar por tu cuenta, eMastered podría ser tu aliado.

Equipo/software necesario para dominar una canción

Con los avances tecnológicos, a los músicos independientes les resulta más fácil que nunca controlar cada paso del proceso de grabación, y la masterización no es una excepción. Hay un montón de herramientas asequibles que te ayudarán a pulir tu música.

Si no te atreves a comprar un software específico, ¡no te preocupes! Casi cualquier estación de trabajo de audio digital (DAW) incluye todo el software que necesitas para dar a tus mezclas el tratamiento adicional que necesitan para que tus pistas brillen.

La masterización de audio no consiste simplemente en aplicar un plug-in a la mezcla y listo. Se trata de sutileza y de usar el oído. Es una habilidad que se perfecciona a lo largo de muchos años, y algunos dirían que es mejor dejar la masterización en manos de expertos.

Pero seamos sinceros: eres un adicto al conocimiento y quieres alimentar tu materia gris. Sabes lo que es la masterización de audio y estás listo para aprender sobre el proceso. Coge una taza de café y sigue leyendo.

Cómo dominar una canción en 15 pasos

Vamos a desglosar cómo dominar una canción en 15 pasos manejables:

  1. Cree su entorno de escucha
  2. Prepare su mezcla
  3. Compruebe los niveles de recorte
  4. Rebote en una pista estéreo
  5. Tómate un descanso
  6. Encontrar algunas referencias
  7. Escuchar y tomar notas
  8. Tómate otro descanso
  9. Escuchar de nuevo
  10. Control dinámico - compresión
  11. Control de tono - ecualización
  12. Otras mejoras
  13. Limitación
  14. Comprobación final de nivel
  15. Rebotar el maestro final

Verás que muchos de los pasos tienen que ver con la preparación. Alexander Graham Bell lo dijo mejor que nadie:

"Antes que nada, la preparación es la clave del éxito".

Tanto si se trata de inventar el teléfono como de dominarlo, estos consejos son sólidos. No dejes de ponerte manos a la obra.

Desglosemos estos pasos y veamos qué implica cada uno de ellos.

Paso 1: Crea tu entorno de escucha

El espacio en el que te encuentres influirá en cómo oigas la música que sale de los monitores de tu estudio. Por eso, si haces un buen trabajo de masterización, pero tu sala está mal acondicionada, tu trabajo será en vano. Tu canción puede sonar muy bien en tu espacio, pero en cualquier otro lugar sonará, bueno, un poco mal.

Por tanto, asegúrese de que los monitores están correctamente instalados y colocados. Si es necesario, acondiciona la sala de mezclas con paneles acústicos. Hagas lo que hagas, no confíes en los altavoces básicos de un ordenador. Si no puedes gastar dinero o tiempo en acondicionar tu sala, al menos considera la posibilidad de invertir en un buen par de auriculares, como los Sennheiser HD600.

Paso 2: Preparar la mezcla

Lo siguiente es tener una buena mezcla. Tacha eso: que sea una buena mezcla. Aunque la masterización puede añadir brillo a tu tema, será mucho más fácil si la canción ya suena bien. Una mala mezcla sólo te dará problemas en la fase de masterización.

Si la caja está demasiado alta, es posible que un ingeniero de masterización pueda suavizarla, pero es mucho mejor que lo arregles primero en la mezcla. Si descubres algún problema en tu propia mezcla mientras estás en la fase de masterización, no tengas miedo de volver atrás y arreglar primero la mezcla. Al final merecerá la pena el esfuerzo.

‍Paso 3: Comprobar los niveles de recorte

Mantén tus mezclas limpias, con la mínima compresión de bus en las pistas. Comprueba los faders para asegurarte de que ninguno está saturado, y asegúrate de que dejas suficiente espacio libre en cada pista Y en la salida estéreo. Las partes más altas de la pista deberían alcanzar un pico de -6dB.

Paso 4: Rebotar un archivo estéreo

Exporta tu mezcla original sin masterizar a la resolución (frecuencia de muestreo y velocidad de bits) con la que se grabó. Tiene que ser un archivo sin pérdidas, así que bajo ninguna circunstancia lo pases a mp3. Como mínimo, asegúrate de exportar las mezclas sin masterizar a 16bit/48kHz.

Si tu estación de trabajo de audio digital tiene una opción de ' normalización ' en el menú de volcado, asegúrate de que la casilla está desmarcada antes de volcar.

Por último, importa tu(s) mezcla(s) a un nuevo proyecto en tu DAW. Si estás trabajando en varias canciones para un álbum, coloca cada canción en una pista diferente. A continuación, pasa inmediatamente al paso 5...

Paso 5: Tómese un descanso

Sí. Ya lo has oído; tómate un tiempo libre. ¡Qué diferencia hace un día! Pero lo ideal es dejar la pista un par de días, o más, antes de volver a ella. Créeme: tu mente estará fresca, tus oídos también y es posible que hayas tenido tiempo de ducharte. Cuanto más tiempo pases entre la mezcla y la masterización, mejor podrás escuchar objetivamente tu trabajo.

Paso 6: Buscar referencias

La primera herramienta en la masterización es echar mano de la canción de otro. La naturaleza aborrece el vacío, y mientras trabajas querrás comparar lo que estás haciendo con algo que haya sido masterizado profesionalmente para mantenerte centrado y ayudarte a tomar las decisiones correctas.

Incluso si piensas contratar a un ingeniero de masterización o recurrir a un servicio en línea, no está de más que elijas algunas pistas de referencia para no perder el norte.

Elige una pieza que encaje con el tono y el estilo de tu canción. Si estás trabajando en un himno de la EDM, probablemente no quieras hacer referencia a un single de Nickelback (pero, además, ¿por qué lo harías?).

Importa estas pistas de referencia al proyecto que configuraste en el paso 4.

Paso 7: Escucha la pista y toma notas

Ahora siéntate y escucha críticamente la versión sólo mezclada de tu canción. ¿Esa pausa que te diste? Te ayudará a identificar lo que falta en la mezcla. Estás escuchando con oídos nuevos, y en esta primera escucha es donde vas a oír la mayoría de los problemas.

Escucha en tus monitores de estudio habituales. Escucha en diferentes sistemas de reproducción y toma notas sobre la marcha:

  • ¿Las frecuencias más altas suenan demasiado duras?
  • ¿Es turbia en la gama de frecuencias bajas?
  • ¿Te parece aburrido?

Al tomar notas, puedes ser intencionado a la hora de trabajar y no pasarte el resto de tu vida retocando sin parar los ajustes. A veces solo tienes que sacar a tu bebé al mundo.

Paso 8: Tome otro descanso

A riesgo de exagerar, te recomiendo que te tomes otro descanso, aunque sólo sea un par de horas. En serio, la fatiga auditiva existe, así que dale a tus oídos la oportunidad de refrescarse.

Paso 9: Escucha las referencias y compáralas con tu mezcla

En esta fase, escucha tus referencias. Es esencial que el volumen de esta pista coincida con el de tu mezcla. Baja el fader hasta que los picos de ambas pistas sean aproximadamente iguales. De esta forma, no te engañarás al escuchar las cosas como resultado de una pista más alta.

Si tienes un analizador gráfico en tu DAW, utilízalo para medir el espectro de frecuencias de la mezcla de referencia y compararlo con el tuyo.

cómo dominar una canción

Un analizador de espectro te mostrará lo que tus oídos pueden estar pasando por alto.

‍El secreto de un buen master es el contexto. El resultado final tiene que sonar bien en comparación con otras canciones, así que utiliza siempre una o tres pistas de referencia.

Paso 10: Control de tono - ecualización

Coloca un ecualizador en la parte superior de la cadena de señal, idealmente uno lineal si tu DAW dispone de él. Están diseñados para afectar a varios instrumentos a la vez y tienen un sonido "limpio", ideal para masterizar en el estudio. Consulta tus notas para ver lo que necesitas arreglar.

Utilízalo con moderación para dar brillo a una mezcla apagada (añade un pequeño y amplio realce en torno a 12 kHz), o para eliminar el barro (extrae algunos de esos medios bajos en torno a 300 Hz).

cómo dominar la música

El ecualizador lineal nativo de Logic tiene un sonido transparente.

Asegúrate de utilizar cortes y aumentos amplios en las bandas de frecuencia, y no cambies nada más de 3 dB: ¡recuerda que la sutileza es la clave de la masterización! Si una frecuencia necesita un cambio más significativo, lo más probable es que haya un problema con la mezcla.

Algunas personas también optan por añadir un ecualizador después de la etapa de compresión (ver más abajo), ya que los compresores pueden colorear el sonido. También en este caso se aplican las mismas reglas de sutileza.

Paso 11: Control dinámico - compresión

Si escuchas música clásica, te darás cuenta de que las grabaciones son mucho más silenciosas que las de una canción pop normal. Esto se debe a que el rango dinámico de la música clásica es mucho mayor que, por ejemplo, un single de Post Malone. Si quieres que tu canción quede bien junto a una de las 100 mejores del Billboard, tendrás que reducir el rango dinámico. Aquí entra el compresor.

El rango dinámico es la diferencia entre lo suave y lo fuerte que es la música. Un compresor "aplasta" una señal, reduciendo su rango dinámico. Esta señal resultante permite subir el volumen general sin que llegue a un pico, lo que hace que la experiencia auditiva sea más uniforme.

Volviendo a la mezcla, inserta un compresor después del ecualizador en la cadena de señal y empieza a controlar el rango dinámico. De nuevo, la clave está en los cambios sutiles.

  • Mantenga una proporción baja, en torno a 1,5:1
  • Ajuste el umbral para obtener no más de 1-2dBs de reducción de ganancia.
  • Utilice un ataque lento. Empieza con unos 10 ms y ajústalo a partir de ahí.
  • Si su compresor tiene una función de liberación automática, utilícela. De lo contrario, ajuste la liberación hasta que respire al ritmo de su melodía.
cómo enmascarar pistas

Elige un compresor que no coloree el sonido.

Vuelve a escuchar a menudo la versión mezclada de tu canción. Utiliza tus oídos: ¿suena mejor o le estás quitando vida? No todas las mezclas necesitan compresión; muchas pistas buenas se han estropeado por un exceso de compresión. Así que usa tu criterio. Y no olvides compararla con tu pista de referencia.

Paso 12: Otras mejoras

Hay un par de trucos más en la manga que pueden ser útiles en este momento.

Compresión multibanda:

Si tienes problemas en una zona concreta del espectro de frecuencias, quizá te interese experimentar con un compresor multibanda.

Un compresor multibanda funciona de la misma forma que los compresores normales, con la diferencia de que puedes establecer el rango de frecuencias específico sobre el que quieres que actúe.

Así que si notas un rango medio inconsistente a lo largo de la canción, utiliza la compresión multibanda para atenuar ese rango de frecuencias con una pequeña reducción de ganancia (-2 a -3dB). ¿Recuerdas la sutileza? No necesitas mucho, sólo lo suficiente para remediar las partes incoherentes.

Saturación:

Los plugins de saturación de cinta pueden añadir color a tus mezclas; hacerlas un poco más excitantes, más llenas. Dales un poco de ba-da-bing. Pero ten cuidado. Demasiada saturación puede provocar distorsiones no deseadas. Así que usa tu criterio y peca de precavido. Especialmente en este caso, menos siempre es más.

Ensanchamiento estéreo:

Esto puede ayudar a que una mezcla suene demasiado recargada, ampliando la imagen estéreo y separando los sonidos. Puede sonar bien, pero también puede causar problemas de fase cuando el audio se reproduce en mono. Así que sé sutil y, en el mejor de los casos, no lo utilices a menos que sea absolutamente necesario.

Paso 13: Limitar

La limitación es la etapa final de la cadena de masterización. Aquí puedes controlar la señal para asegurarte de que nunca supere un determinado nivel y aumentar el volumen general percibido de la pista.

Lo has adivinado: aquí también se requieren ajustes sutiles.

  • Ajusta la salida entre -0,3 y -0,8 dBFS,
  • Ajuste su tiempo de liberación a 500ms (o automático si es una opción).
  • Aumenta la ganancia de entrada hasta que tengas unos 2dB de reducción de ganancia.
  • Reduzca el tiempo de liberación tanto como sea posible sin afectar a la calidad del sonido.
la mejor manera de dominar una canción

A pesar de lo que dice 2 Unlimited , debe haber límites.

Algunas personas activan primero el limitador y luego vuelven a las etapas anteriores. Es cierto que, al hacerlo así, se pierde el momento mágico en el que se activa el limitador y la pieza casi masterizada se transporta inmediatamente a Loudsville. Pero la ventaja de trabajar a la inversa es que el limitador no afectará negativamente a tus elecciones en las etapas de ecualización y compresión: ya lo estarás oyendo trabajar.

Con el limitador, intenta igualar el nivel a tu pista de referencia.

Paso 14: Comprobación final del nivel

¡Ya casi está!

Ahora que el master suena mejor que la versión mezclada y lo has comparado con tu(s) referencia(s), tienes que escuchar el resultado en distintos sistemas. El oyente medio no utilizará monitores de estudio de respuesta plana. Lo más probable es que escuche tu música en el coche, con auriculares o a través de un altavoz Bluetooth.

Así que escucha tu master en distintos sistemas de reproducción y a distintos volúmenes para ver cómo suena. Si vas a masterizar mucho, puede tener sentido disponer de varias opciones de escucha desde la mesa de mezclas.

Lo último que hay que hacer antes de renderizar es comprobar el nivel de sonoridad final. Esto se puede hacer con un medidor LUFS, o un medidor de pico real.

Tutorial de masterización DIY

Si tu DAW no tiene un plug-in que pueda leer el nivel de volumen percibido, no te preocupes. A estas alturas, te has ganado el derecho a ser más flexible.

Lo principal es asegurarse de que no hay saturación en la salida principal. Si es así, reduce la ganancia de entrada del limitador.

Paso 15: Rebotar el máster final

pasos finales de la masterización de una canción

¡Hurra! ¡Lo has conseguido! Te has ganado el derecho a convertir tu canción en un archivo de audio con certificación de oro para su distribución en todos los servicios de streaming. Aquí tienes algunos ajustes básicos que debes utilizar cuando renderices un gran master:

  • Formato: WAV
  • Profundidad de bits: 16 bits
  • Frecuencia de muestreo: 44 kHz
  • Espacio libre: 1 dBFS

Y si el archivo de audio de la mezcla tenía una frecuencia de muestreo más alta, no olvides reducirla para garantizar una conversión de frecuencia de muestreo sin problemas.

Cómo masterizar una canción con eMastered

Puede que a veces no tengas la capacidad de masterizar tú mismo, por ejemplo, si tienes que enviar la canción para su distribución en un par de horas y tienes los oídos demasiado cansados de mezclar.

Sea cual sea el motivo, a veces querrá confiar en un servicio en línea como eMastered para hacer el trabajo.

Con eMastered tienes la oportunidad de probar antes de comprar. Es una sencilla interfaz de arrastrar y soltar en la que cargas tu mezcla y, si lo deseas, una pista de referencia.

masterizar una canción con emastered

Una vez cargado el archivo y procesado por el poder mágico de la IA, accederás a una página en la que podrás probar distintos ajustes de la canción.

guía de masterización de canciones diy

Puedes comparar la diferencia entre la mezcla maestra y la original en la pestaña de reproducción.

cómo dominar su propia música

Si estás masterizando varias canciones con un sonido similar, puedes aprovechar la página de preajustes para guardar tus ajustes favoritos.

cómo dominar el audio

Las ventajas de utilizar un servicio en línea son la rapidez, la eficacia y el bajo coste. Si quieres aprender los entresijos de la masterización y cómo puede mejorar tus mezclas, puedes optar por el bricolaje. Si eres un artista que ha pasado mucho tiempo en el estudio con músicos en directo para grabar un álbum, contratar a un ingeniero de masterización puede ser el camino a seguir. Te recomiendo que pruebes las tres vías para ver cuál funciona mejor para ti y tu música.

5 consejos de masterización musical para principiantes

Descansa los oídos a menudo

Es fácil que se te cansen los oídos cuando escuchas la misma pieza musical una y otra vez, así que asegúrate de hacer pausas regulares en tu trabajo para que tus oídos se mantengan frescos.

Utilizar una pista de referencia

Utiliza una pista de referencia cuando masterices tu propia canción y asegúrate de consultarla a menudo. ¿Cómo se comporta tu canción con respecto a la referencia? ¿Demasiados graves? ¿No tiene suficiente pegada? Una referencia te ayudará a mantener el rumbo hacia una masterización excelente.

Monitor a un volumen razonable

Es fácil poner a tope el sistema de reproducción y pensar que estás haciendo un trabajo increíble. Pero no lo hagas. Monitoriza a un nivel cómodo para que tus oídos no se cansen rápidamente y para evitar tomar decisiones incoherentes.

No te agobies eligiendo

Aunque soy partidario de hacer las cosas lo mejor posible, hay una línea muy fina entre hacerlo bien y exagerar. Al fin y al cabo, aprender a dominar una canción es un viaje que puede durar toda la vida. Hazlo lo mejor que puedas y pasa a la siguiente.

Menos es más

Tanto en lo que se refiere al número de plugins como a la forma de utilizarlos, no te excedas. Recomiendo empezar con sólo tres plugins: EQ, compresión y limitación de picos. Y haz ajustes pequeños y meditados. Si necesitas hacer grandes ajustes, considera la posibilidad de volver a la fase de mezcla.

Errores comunes de los principiantes

Usar demasiados plugins

Mientras aprendes, limítate a lo básico. EQ, compresión y un limitador de picos son tus herramientas básicas. Cuando hayas empezado a aprender un poco más sobre masterización, podrás experimentar con imágenes estéreo, saturación y otras herramientas.

Masterización en el bus de mezcla

Sí, no. Puede que tengas la tentación de hacerlo todo en un solo proyecto, ¡pero resístete! Rebota tu mezcla en un archivo sin pérdidas (es decir, con la misma frecuencia de bits y de muestreo con la que se grabó) e impórtalo en un proyecto limpio y vacío. Así dispondrás de más capacidad de procesamiento y no te distraerás con interminables retoques de la mezcla.

Procesamiento excesivo

Si tienes los oídos cansados por no haber descansado o no has utilizado la pista de referencia, es fácil pasarse con la ecualización y la compresión. Siempre merece la pena volver al día siguiente para asegurarte de que ese aumento de agudos ha sido realmente bueno.

No comprobar el archivo en diferentes sistemas de reproducción

Puede que tu archivo estéreo final suene muy bien en tus Yamaha NS10, pero ¿has comprobado cómo suena a través de los diminutos altavoces del portátil de tu hermana?

Confiar en los preajustes

No me malinterpretes: los preajustes son un buen punto de partida. Pero querrás ajustar ese preset 'Rock Ballad Master' de tu ecualizador para que se adapte a tu canción en particular. Así que siéntete libre de marcarlos, pero no seas el Príncipe (o Princesa) de los Presets.

Preguntas frecuentes sobre masterización DIY

tutorial de masterización musical

¿Puede la masterización arreglar una mala mezcla?

En una palabra, no. Puede ayudar a suavizar incoherencias y añadir claridad y brillo, pero no enmascarará una canción mal mezclada. Si encuentras problemas con la mezcla durante la masterización, considera la posibilidad de volver a la fase de mezcla para solucionarlos primero.

¿Qué volumen debe tener la música?

Asegúrate siempre de dejar al menos 1 dBDS de margen y de que no se produzcan recortes en el canal principal. Los requisitos de los servicios de streaming y los organismos de radiodifusión son diferentes, pero una buena regla general es aspirar a un -14 LUFS integrado.

¿Cómo se dominan los graves?

Utiliza compresión multibanda para domar las frecuencias bajas rebeldes. Acuérdate de reducir sutilmente la ganancia: no más de -2 a -3dB. También merece la pena utilizar un corte de graves para atenuar todo lo que esté por debajo de 3oHz. Esto deja espacio para que los graves respiren.

¿Qué volumen debe tener mi mezcla antes de la masterización?

Aunque es tentador subir el volumen mientras mezclas, ¡no lo hagas! En la fase de mezcla, las partes más altas de la pista deben alcanzar un pico de -6 dB. Y asegúrate de que no normalizas la mezcla mientras la envías. Esta opción suele estar activada por defecto en algunos DAW.

¿Qué volumen tiene un master de SoundCloud?

SoundCloud normalizará tu canción a -14 LUFS, así que intenta que esté entre -18 y -10 LUFS.

¿Cómo sé si mi máster es bueno?

Muy buena pregunta. Pruébalo con distintos altavoces y en distintos entornos de escucha. El equipo estéreo del coche, el teléfono, los altavoces del portátil, una barra de sonido. ¿Oyes todo con claridad? ¿Hay algo que te llame la atención? En definitiva, cuanto más practiques la masterización, mejor se te dará.

¿Hay que utilizar un limitador antes de masterizar?

Por supuesto que no. Deja el procesado de toda la mezcla para la fase de masterización. No dudes en utilizar un poco de compresión y ecualización en los canales auxiliares (por ejemplo, un bus de batería) para ajustar las cosas, pero deja el canal de salida libre de plugins.

¿Cuánto espacio libre debo dejar para la masterización?

Intenta que las partes más altas de la mezcla alcancen un pico de -6 dB en la fase de mezcla. De este modo, dispondrás de espacio suficiente para procesar y aumentar el volumen percibido de la canción.

¿Hay que normalizar después de masterizar?

Nunca marques la casilla "Normalizar" cuando bajes el master final. Echarás a perder todo el trabajo duro que has hecho para llegar hasta aquí. Deja la normalización a los servicios de streaming, que adaptarán tu master a sus necesidades.

¿Cuál es el mejor software de masterización?

Hay montones de plug-ins y suites que pueden ayudarte a dominar la música. Pero lo más importante es confiar en tus oídos. Todas las técnicas que se describen en este artículo se pueden aplicar con los plug-ins que vienen con tu DAW, lo que significa que puedes practicar tu arte antes de gastarte un dineral en software de lujo.

¿Es más difícil masterizar que mezclar?

Algunas personas mezclan y dominan. Otros se inclinan más por una que por otra. Ambos requieren un buen oído, conocimientos técnicos y paciencia para practicar.

¿Qué plugins debo utilizar para masterizar?

Como mínimo, necesitarás un ecualizador para controlar los distintos rangos de frecuencia, un compresor para domar la dinámica y un limitador para aumentar el volumen percibido de la canción y evitar la saturación. Si tu DAW tiene un medidor de picos real, estupendo, pero para empezar puedes arreglártelas sin él.

¿Cómo puedo mejorar en masterización?

De la misma forma que llegas al Carnegie Hall: ¡practica, practica y practica! Escucha tu propio trabajo y los lanzamientos comerciales con oído crítico. ¿Qué hace que esa canción destaque? ¿En qué se parece a la tuya? No te estanques en la rutina de pulir siempre una canción; pasa a la siguiente y concéntrate en mejorar tu arte cada vez.

En conclusión...

La masterización es un arte misterioso que lleva años comprender y toda una vida perfeccionar. Practicar solo te hará mejorar, así que no escatimes tiempo en la fase de masterización.

Da vida a tus canciones con una masterización de calidad profesional, ¡en cuestión de segundos!